Sinful before god

Prólogo.

Estaba harto de oír esas palabras. "Eso no está aprobado por el señor", "eso es pecado". ¿Y a mí qué me importaban las jodidas leyes de la iglesia? Solo quería vivir para mí mismo, no dejar a ma merced de un par de retores mi vida.

Respetaba las opiniones de los demás, hasta el punto en el que interfirieron en mi vida privada. Siempre era el mismo tema prohibido, del cual no se podía hacer referencia a no ser que quisieras ser exiliado.

En ese caso, yo no quería pertenecer a ese lugar de mierda donde te discriminaban por tu orientación sexual.

Solo que la vida no podía ser así de sencilla. Claramente debían haber contradicciones, y en el peor momento y lugar apareció la mía con nombre y apellido.

Park Jimin, el chico de mofletes dulces.

 




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