Lidia y Laura comenzaron a pasar más tiempo juntas. Los paseos por el parque se convirtieron en cenas en casa, las cenas en casa en noches de películas, y las noches de películas en fines de semana juntas. Lidia se encontraba en un torbellino de emociones. Por un lado, se sentía culpable por estar enamorándose de Laura tan pronto después de la muerte de Fernanda. Pero por otro lado, Laura la hacía sentir viva de nuevo, algo que no había sentido desde la muerte de Fernanda.
Laura, por su parte, estaba enamorada de Lidia. Veía en ella una mujer fuerte y valiente, que a pesar de su dolor, estaba dispuesta a darle una segunda oportunidad al amor. Laura sabía que Lidia aún estaba de luto por Fernanda, pero estaba dispuesta a esperar el tiempo que fuera necesario para que Lidia estuviera lista para amar de nuevo.
Un día, mientras estaban en casa de Lidia viendo una película, Laura tomó la mano de Lidia. Fue un gesto sencillo, pero lleno de significado. Lidia miró a Laura, sus ojos llenos de amor y gratitud. En ese momento, Lidia supo que estaba lista para amar de nuevo.
Lidia y Laura se besaron por primera vez esa noche. Fue un beso lleno de amor y promesas de un futuro juntas. Aunque Lidia sabía que Fernanda siempre tendría un lugar en su corazón, también sabía que Laura había llegado para quedarse.
Y así, Lidia y Laura comenzaron su viaje juntas, un viaje lleno de amor y esperanza, un viaje que prometía ser tan hermoso como el amor que habían encontrado la una en la otra.
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Editado: 14.03.2024