Capítulo 4

Jungkook llegó al parque como siempre y se sentó junto a Iseul. Inmediatamente, ella los cerró.

—¿Volvimos a eso? Creí que me tenías más confianza —puchereó.

Ella negó.

—¿Hay algo que pueda hacer? –silencio—. Trataré de impresionante entonces.

El de cabellos oscuros se levantó junto a su Skateboard y se puso en posición, pero antes...

—¿Tu pie promete no hacerme caer esta vez? —preguntó en una sonrisa.

Iseul rió sintiendo sus mejillas levemente sonrosadas.

—No promete nada.

Jungkook sonrió con satisfacción y comenzó. Avanzó de a poco hasta agarrar velocidad, para después comenzar a saltar y girar el skate de un lado a otro. La chica sintió su boca abierta, Jungkook era increíble.

¡Ella no podría ni volviendo a nacer!

—Cierra la boca, entrarán moscas —se burló tomando asiento nuevamente a su costado.

Iseul reaccionó y comenzó a aplaudir como foca, estaba asombrada.

—¡Eres increíble! —soltó.

El apuesto chico se sintió sonrojar un poco. Rió.

—Me alegra que te gustara.

—¿Bromeas? Eres, de todos los que he visto hasta ahora, la persona que mejor usa esa cosa.

—Ya —la detuvo, su corazón había comenzado a latir rápido por un momento—, dime algo que no sepa.

Iseul borró la sonrisa y volvió la vista a su libreta.

Qué narcisista.

—Entonces —volvió a llamar su atención—, ¿puedo ver?

Se iba a negar rotundamente, pero cuando vio la sinceridad y comprensión en los ojos del chico, se dijo que tal vez debía darle una oportunidad.

Tal vez él no era como todos.

–Ta-tal vez algún día...

Jungkook sonrió.

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