Algo le inquietaba desde hacía rato y Jungkook podía notarlo. Decidió esperar a que ella se animara a decírselo, pero cuando una hora pasó, ya no pudo.
–¿Ocurre algo? —trató de levantar un mechón de cabello que tapaba su rostro, pero ella se apartó denotando un fuerte sonrojo.
Le pareció tierno y sintió sus mejillas arder ligeramente también.
—Yo... —apretó fuertemente su libreta de dibujos—. Jungkook —lo miró a los ojos—, tú... esto es difícil para mí. No sé qué sea esto, solo comprendo que cada vez que estás cerca hay calma. No necesito hacer nada más que estar a tu lado para sonreír y olvidar mis problemas aunque sea un poquito por un momento, y ya ni quiero alejarme de ti.
El corazón de Jungkook palpitaba rápidamente mientras sonreía. Creía saber a qué iba todo eso.
—Y-yo, lo he pensado. Y mientras más lo hago, más creo que... tal vez tú me gustes un poco demasiado. Y no me importa que solo nos llevemos conociendo un mes, para mí es más que suficiente para saber que te quiero.
Cuando miró hacia arriba, Iseul juró que podría derretirse. Aquella sonrisa que Jeon le dedicaba podía hacer revolver en su interior miles de mariposas y superar la belleza del mundo entero.
—También me gustas, Iseul.
Sintió los brazos del mayor envolverla y cómo accidentalmente este pateaba el skate. Aquel sonido fue el que los había hecho cruzar palabras y ahora se repetía en el momento que para la chica, era el más feliz después de la muerte de su madre y hermano.
Sintió los largos y delgados dedos del mayor tomar su mentón y sus labios cosquillearon al saber lo que se venía.
Y pasó.
Un pequeño roce que hizo explotar en el interior de Iseul miles de emociones e incrementó su cariño por Jungkook un poco más que antes. Al alejarse, se mantuvieron en silencio. Ella con su cabeza en la intersección de su clavícula y cuello, rogando que el tiempo se detuviese.
—Jungkook —apretó su camisa.
—Dime —acariciaba sus cabellos.
—Prométeme que pase lo que pase... no vas a odiarme.
Facebook: Luisa
Instagram: Kimlug3