Jungkook llegó al parque alegre como siempre y usando su skate. Se sentó donde solía estar con Iseul y esperó.
Y esperó.
Finalmente, se rindió. Al parecer ella no vendría hoy. Estaba a punto de irse cuando escuchó las sirenas de una ambulancia. Siguió el sonido hallándose con no solo la mencionada, sino también con la policía avanzando a toda velocidad.
Tomó su skate y los persiguió.
—¡Abran paso! —gritó la policía al ver a los vecinos amontonarse y entraron a una de las casas.
—¿Qué ocurrió? —oyó a una señora murmurar.
—Al parecer una jovencita mató a su padre —respondió otra.
Jungkook suspiró, era otro caso como el que solía ver en la tele todas las mañanas. Estuvo a punto de irse, cuando…
—¿Y cómo se llamaba?
—Es la casa de los Kang —paró en golpe—. Kang Iseul, jamás me lo habría imaginado. Era una niña muy tímida.
Estuvo por acercarse a corroborar lo dicho cuando otra voz captó su atención.
—Qué horrible, ¿cierto? Matar a tu padre y luego matarte a ti… qué falta de amor por la vida. Una desgracia.
Reconoció en uno de los cuerpos que los hombres de blanco llevaban a su pequeña.
Y el mundo de Jungkook se detuvo.
Facebook: Luisa
Instagram: Kimlug3