Una mañana tranquila, José estaba barriendo el local, le llega un inesperado mensaje – Hola, sé que ha pasado mucho tiempo desde que no hablamos, sé que hice de muchas cosas que no terminaron bien, claro, tampoco te terminaron gustando, sabes a lo que me refiero, por eso pido perdón por todo eso, solo que me gustaría conversar y recuperar por lo menos tu amistad después de todo lo que pasó – escribió Silvia. José dejó de barrer en ese instante y no se lo podía creer, ya que el recuerda los sucesos anteriores que tuvo con ella que lamentablemente, para José, era una incomodidad. Entonces, José siguió barriendo y ordenando las cosas, hasta que de nuevo le llega otro mensaje – Por lo menos quiero hablar contigo, y poder explicarte todo lo que realmente pasó, te puedo llamar si quieres – escribió Silvia, entonces José a tanta insistencia – Llámame en cinco minutos, ando ocupado – escribió José.
Pasaron unos diez minutos, José recibe una llamada desconocida – Hola, ¿con quién tengo el gusto de hablar? – dijo José – Hola José, soy Silvia, te dije que te llamaría – dijo Silvia – bueno, solo te daré este momento para que puedas decir lo que quieres decir – dijo José – Bueno, sé que no pude ir contigo al baile de promoción y que te había mandado con una amiga como mi reemplazo, no quiero que pienses mal, pero para ese entonces, ya me habían invitado, y tú sabes cómo es mi tía respecto a los gastos, créeme, tenía ganas de ir contigo pero no fue porque no quise ir, simplemente mi tía tampoco me dejó, sé que no debí cancelarte a última hora, me arrepiento por eso, no quisiera perder todo esto, ya que te conozco de años y realmente estoy arrepentida por esto, sé que no tiene perdón, pero por lo menos me gustaría intentarlo – dijo llorando Silvia – Bueno, si me conmoviste un poco, siento que si estas arrepentida, pero la verdad, créeme, no me gustó lo que hiciste, bueno, a nadie le gustaría eso, pero realmente espero que estes hablando enserio, quisiera recuperar ese tiempo perdido, retomar todo eso, como era antes de ese suceso, pero recuerda que no será fácil, porque la verdad, ni se cómo vamos a retomar esto, pero si me gustaría darte una oportunidad, todos merecemos una oportunidad – dijo José – Enserio José, de verdad que estoy arrepentida, seré mejor esta vez, no quiero perder este contacto contigo – dijo Silvia – descuida, ya puedes calmarte, pero más bien, tenemos todo el tiempo para hablar, ahorita estaré ocupado, cualquier cosa me escribes – dijo José y cortó la llamada. José estaba emocionado, porque no esperaba esta llamada por parte de Silvia.
Así estuvieron conversando todos los días hasta que – Una pregunta ¿y si salimos este catorce? – escribió José a Silvia – Si, normal tengo tiempo, todo sea para recuperar estos años perdidos – escribió Silvia – la reconciliación dices – escribió José – sí, normal tengo tiempo, tu nomas dime donde nos encontramos y estaré minutos antes esperándote – escribió Silvia – vale pues, pero no te incomodaría si invito a uno de mis amistades – escribió José – no, para nada – escribió Silvia – bueno entonces, nos estamos viendo a las 4 de la tarde en Solari, te parece, espero que mis amigos no te incomoden, que entre nosotros ya habíamos planeado eso desde más antes, por eso te invito a salir con nosotros de paso – escribió José – Vale, no pasa nada, mientras sean buena gente, genial – escribió Silvia – Vale Silvia, nos vemos ese día, estaré ayudando a mi mamá – dijo José – vale cuídate entonces – respondió Silvia. Llego el día catorce de febrero, José estaba bien nervioso, ya que no veía a Silvia después de mucho tiempo. Llego a aquel lugar y tal como ella le prometió, estaba esperando sentada en una de las bancas que estaba frente a Solari – Hola Silvia, después de tiempo – dijo muy alegre José – Hola José, me da mucho gusto de verte la verdad – dijo entusiasmada Silvia y procede a abrazarlo – De verdad, estoy alegre de verte, enserio que si extrañaba estar contigo, pero esperamos que este día por lo menos podamos disfrutar de todo esto – dijo José – sí, sé que saldrá bien, pero ¿tus amigos? – preguntó Silvia – acostúmbrate, ya vendrán, así siempre son – dijo José – y ¿a cuántos invitaste? – preguntó Silvia – unos siete u ocho creo, no se la verdad – respondió José – Bueno, esperaremos entonces – dijo Silvia. Pasaron minutos y los amigos de José, poco a poco se iban juntando y de paso José presentaba a cada uno de ellos. Unos minutos después – ¿Llegarán más? – preguntó Silvia – si creo – dijo José – Orlando, Eddy, Jhosept, todos, vendrán más gente, invitaron a más gente capaz – preguntó José – no invité por mi parte – dijo Orlando – estamos completo entonces – dijo José – si pues, ya estamos esperando mucho también – dijo Eddy – Okay, ya nos vamos yendo entonces, pero ¿A dónde? – dijo José – Paseo de las aguas – dijo Silvia – ¿Enserio quieres ir ahí? – preguntó Silvia – si… y de paso te invito algo que venden por ahí, es bien rico, te va a gustar – dijo Silvia – chicos, están de acuerdo – dijo José – claro, por supuesto, haz caso a la señorita uy, uy – dijeron los demás – Vale entonces ahí vamos, caminando pero ahí vamos – dijo José.
En el camino, había varios vendedores, que claro está, como era fecha del día del amor y amistad, varios de sus amigos de José empezaron a molestarlo – cómprale una rosa a tu flaca – dijo uno de ellos – Pero no es mi flaca una amiga – respondió José – Acaso me estas negando – dijo Silvia entre risas – uy no – dijo Orlando, mientras que José estaba rojo de la vergüenza. Por presión de todos, le compró una rosa a Silvia – claro, tu amor es tan artificial como esta rosa – dijo Silvia y todos los amigos de José estaban riéndose a no más poder, mientras que José estaba rojo por todo lo sucedido.
Llegando a su destino – José, te dije que te invitaría algo, es justo aquí donde venden – dijo Silvia – y esto ¿Qué es? – pregunto José muy confundido – esto son obleas, parece que fuera feo, porque te preguntarás, queso, manjar, mermelada y todo eso, pues déjame decirte que es lo más delicioso que probarás en tu vida – dijo entusiasmada Silvia – bueno, si tu invitas, hay que probarlo – respondió José – chicos, ¿ustedes también quieren? – preguntó Silvia, obteniendo un no como respuesta por parte de los demás – bueno, se lo pierden – dijo Silvia.
Entonces procede a comprarle la oblea y le da a José, este procede a probarlo – Asu mare, es la cosa más rica que he probado – dijo alegre José – chicos deberían probarlo, aunque sea un bocado – dijo José, lamentablemente, los chicos se negaron pensando que José les estaba bromeando por el sabor de la oblea – bueno, no insisto entonces – dijo José – pero enserio Silvia, gracias por esto, está bien rico, mientras tanto pasemos por aquí, donde está saliendo el agua pues – dijo José – no me quiero mojar – dijo Silvia preocupada – descuida no creo que pasemos a mojarnos, hay que tener cuidado – dijo José. Ya para eso, los demás ya estaban jugando, hasta alguno de ellos terminó mojado con el agua, pero aun así siguieron jugando.
Siendo las siete de la noche, José tenía que despachar a algunos amigos de José, quedándose Jhosept, Fabricio, Orlando y Silvia – Chicos, ¿Qué hacemos ahora? – dijo José – Te cuento José, estuve aprendiendo teatro, tengo buenos dotes de actriz – dijo Silvia – ¿Qué planeas hacer? – preguntó José – y si fingimos una declaración y yo me hago a la difícil en aceptarte – dijo riéndose Silvia – buena idea, eso hay que grabarlo – dijo Orlando – no mames, esto no sé – dijo nervioso José – mejor lo hacemos eso al final, primero hagamos retos pues – dijo José – vale, pero hay que hacerlo por la plaza que está al frente del teatro municipal – dijo Silvia – vale, tenemos que ir caminando entonces, porque no hay money pues – dijo José – descuida, mientras estamos yendo, cada uno hace un reto – dijo Silvia. Todo ese grupo procedió a bajar mientras hacían algunos retos cada uno hasta llegar al destino – Ya llegamos – dijo Silvia – enserio quieres hacer esto, pensé que era una broma – dijo nervioso José – yo grabo – dijo Fabricio – nosotros seremos actores que pasamos por aquí – dijo Orlando – enserio ¿quieren hacer esto? – preguntó nervioso José – si – respondió Jhosept – bueno, vamos José – dijo Silvia – enserio ¿quieres que haga esto? – preguntó nerviosamente José – ya, si quieres invertimos lo papeles – dijo Silvia – bueno, será pues, ojala no pase gente – dijo José. Entonces José procedió a sentarse en una de las bancas que había en esa plaza hasta que Silvia aparece y hace un tremendo show, José quedó tan sorprendido porque se dio cuenta que Silvia se tomó enserio el papel, tanto fue su sorpresa, que hasta creyó que esto era real, pero a pesar de esto – Silvia, enserio deja de hacer esto ¿Qué dirá la gente que está pasando? Salte de ese papel – dijo avergonzado José. A pesar de eso, Silvia siguió metida en el papel, hasta que José se molestó y Silvia dejó de actuar – Enserio te vas a poner así – preguntó Silvia – a ti si te sale natural, solo que mucho roche, sí o no chicos – dijo José – esto ya parecía La Rosa de Guadalupe – dijo Orlando – enserio, a ella le sale perfecto – dijo Fabricio – sin comentarios la verdad, hasta yo me lo estaba creyendo – dijo Jhosept – Lo bueno que ya pasó, a parte, hasta que hora se van a quedar, ya van a hacer las ocho y media de la noche – dijo José – bueno, ya es muy tarde, yo me estaré yendo – dijo Fabricio – cuidas a tu flaquita – dijo riéndose Fabricio y se despidió de todos.
Pasaron unos minutos – Tengo una idea, y si hacemos un exponiendo infieles – dijo Orlando – sí, me gusta esta idea – dijo Silvia – enserio quieres hacerlo de nuevo – dijo asustado José – sí, es una buena idea pues – pero trata de no actuar mucho pues, que te metes demasiado en el papel – dijo José – Jhosept que se encargue de grabar, y yo me hago cargo de ser el que revisa el celular – dijo Orlando – pero vayamos a un lugar donde haya gente y haya luz – dijo Orlando – vámonos al Ferrocarril - dijo Silvia – tienen tiempo, ¿verdad? – preguntó José – Si, tú sabes cómo es mi mamá – dijo Orlando – yo también tengo tiempo – dijo Jhosept – vamos entonces, que estamos esperando – dijo Silvia – esto se va a descontrolar – pensó José.
Llegaron al lugar indicado, José y Silvia, actuaron como si fueran una pareja, hasta que se acerca Orlando y Jhosept, poniendo a prueba nuestra supuesta fidelidad – Entonces, ¿a quién revisamos primero? – preguntó Orlando – revisa a mi flaco – dijo Silvia – enserio, porque a mí – dijo nervioso José – si no ocultas nada, deberías mostrar todo eso – dijo Silvia. Entonces José procede a entregar su celular a Orlando y este revisa, hasta que pregunta por Katia - ¿Quién es ella, José? – preguntó Orlando – es una amiga del colegio – respondió José – pero, ¿porque se mandan corazones y besitos si es una amiga? – preguntó Orlando – nosotros somos así enserio, dejen de actuar porfa, esto se va a descontrolar – dijo José – ¿Qué estás hablando José?, Me estas engañando con ella, sabes que yo te soy muy fiel – dijo enojada Silvia – deja de grabar, que va a decir la gente – dijo avergonzado José – enserio, me molesta que tú me estes engañando con ella – gritó enojada Silvia y se fue a otro lugar sin rumbo – dejen de actuar, que roche – dijo José – Orlando ya pues, di que esto es una actuación – dijo José – de hecho, sí que ella se metió en el papel – dijo Jhosept – ¿Dónde está Silvia? – preguntó José – llámala – dijo Orlando – se pasaron enserio, no mamen – dijo preocupado José – De verdad que ella si se tomó el papel enserio – dijo Jhosept – La estoy llamando, no contesta – dijo José. Después de varios intentos, Silvia contestó y le dijo que estaba a una cuadra más arriba del Ferrocarril. Se encontraron y hablaron respecto al tema sucedido – de verdad estabas enojada o estabas actuando – dijo José – estaba actuando – respondió Silvia – ella tiene buen futuro para la actuación – dijo Orlando – bueno chicos, ya son las nueve de la noche, yo creo que tenemos que irnos – dijo José – yo estaré afuera – dijo Silvia – yo despacharé a ellos y de ahí a mi casita – dijo José – Bueno José, estaré con mi prima afuera, si es que puedes te puedes quedar con nosotros – dijo Silvia – no tengo mucho tiempo, de hecho, tuve que estar hacer una hora en mi casa – dijo José – José, la pasé muy bien contigo y con los demás, gracias por todo enserio, fue el mejor día de mi vida – dijo Silvia – igualmente Silvia, ya tendremos más días para poder salir – dijo José y se despidió de ella para posteriormente despachar a sus amigos e irse a su casa.
Sin duda, para José fue un día que le marcó bastante por tales sucesos que trascurrió a lo largo del día.
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Editado: 29.11.2024