XIV Confusión

Llego bastante tarde a casa. Dejo mis cosas en el cuarto y tras cambiarme, ayudo a mi tía a preparar la cena.

—¿Cómo estuvo tu día, cariño? Pareces desanimada.

Ella lo sabe todo. Con sólo mirarme sabe exactamente que algo no anda bien.

Usualmente me encargo yo misma de mis asuntos, pero después de lo de esta tarde, estoy empezando a asustarme. Ese chico pasó de tener un comportamiento algo excéntrico a acosarme, pero también siento algo de pena por él.

Y todo eso me confunde.

—Al colegio llegó un chico y creo que está loco.

—¿Por qué crees eso?

Empieza a revolver la comida y el delicioso aroma que sale me hace agua la boca.

—A veces dice o hace cosas extrañas y se comporta como un chico malo, pero otras veces es amable y hasta parece divertido, y luego vuelve a ser odioso y me molesta.

Ella se queda pensativa.

—Tal vez le gustas.

Me atraganto y escupo el jugo que bebía. Eso sería más descabellado aún y me indigna que ella piense algo así.

—¿Debo pensar que le gusto porque es malo conmigo?

—Los chicos son así —se encoge de hombros.

—¡Eso está mal! No se puede demostrar afecto con hostilidad. Yo jamás podría siquiera considerar a un chico que intenta conquistar a una chica de ese modo ¡Es absurdo, es machista y me enfurece!

—Tranquila, cariño. Era sólo un comentario, me disculpo si te molestó.

—Te disculpo, tía. No es culpa tuya, después de todo, sino de siglos de crianza machista en esta sociedad opresora.

Ella ríe y yo también.

—Es sólo que este chico me confunde y no sé cómo sentirme al respecto. Aparentemente es frío y malhumorado, pero cuando lo miro a los ojos, parece confundido... confundido con el mundo, como si los locos fuéramos todos los demás. Me recuerda a mamá.

Ella sirve la comida en silencio y yo termino de poner los cubiertos. Parece triste y nadie vuelve a hablar hasta que terminamos con el último bocado de la cena.

—Esta mañana me llamaron del hospital.

Contengo el aliento, apretando con fuerza el borde del mantel, que lentamente empieza a arrastrar todo hacia mí.

—Tu mamá volvió a escaparse y nadie sabe dónde está.

Un vaso que ha llegado hasta el borde se hace pedazos cuando la mesa se le acaba, sobresaltándonos. Mi tía se levanta a recoger los trozos y me mantengo estática.

Ella podría volver en cualquier momento y eso me asusta mucho.

～🦇～

Llego atrasada. Desde que me matriculé en esta secundaria siempre había llegado a la hora y mi record de puntualidad se acaba de romper. Tuve una noche horrible y estoy muerta de sueño.

El inspector me envía a la oficina del director.

—Tome asiento, señorita Ardila —me indica el hombre.

Hago lo que dice. Ya había estado aquí antes, pero para ser felicitada por mis buenas calificaciones o cosas por el estilo, jamás por haber hecho algo malo.

—Me quedé dormida, pero no se volverá a repetir, lo juro.

—Un pequeño atraso le puede pasar a cualquiera, no es por eso que estás aquí.

Lo miro intrigada.

—Quiero que me digas si has tenido problemas con alguien de la clase. Sé sincera, por favor, esta conversación quedará entre nosotros.

Sé que se refiere al nuevo, pero cómo pudo saberlo, quizás Kyle le habló sobre nuestra discusión.

—Yo... No realmente.

—Eso no es lo que he oído.

Entonces así fue.

—Si se refiere al chico nuevo, sólo discutíamos, todo el mundo lo hace.

—¿Están saliendo?

¡¿Qué?! No puedo evitar sonrojarme.

—¡Claro que no! ¿De dónde saca eso?

—Bueno, eso explicaría por qué ayer le pegó a Wally, el chico que te fracturó la clavícula.

No creo lo que oigo, es imposible. Primero mi tía y ahora el director. Es una locura, un sin sentido monumental.

Le digo que no sé nada al respecto, que apenas y he hablado unas cuantas veces con el nuevo y que no quiero que me involucren con él.

—Me gusta oír aquello. Eres una excelente estudiante y ese chico sería una muy mala influencia para ti.

Ahora me siento más ofendida que antes.

—Gracias por preocuparse, pero no soy una persona que se deje influenciar por los demás.

Salgo de la oficina sintiéndome más confundida que antes. Me niego a creer que el nuevo siente algo por mí. Es un error, un malentendido. De seguro Wally también lo chocó y por eso le pegó.

Eso tendría más sentido.

Además, a mí me gusta Dick. Él es amable, cordial, caballeroso y no un salvaje como el nuevo.

Tengo que aclarar esta situación antes que siga creciendo y nos explote en la cara.