—En serio, Isabel. Si vas a ser novia de un chico tan popular como Dick, vas a tener que esforzarte para que no te lo quiten.
—¿A qué te refieres? —pregunto, comiendo mi helado de chocolate. Está riquísimo.
—A tu apariencia y a tus conexiones.
No me gusta nada como se oye eso.
—Él es un chico atractivo y su novia debe serlo más que él aun. Tú eres linda, pero no te sacas partido.
Definitivamente odio como suena eso, me hace sentir como un objeto.
—Yo no voy a cambiar por un chico, aunque sea Dick.
—No se trata de cambiar, sino de mejorar. Un poco de maquillaje, ropa juvenil, juntarte con chicos populares y sobre todo, alejarte del nuevo.
Sabía que diría eso.
—Imposible, Jason es mi amigo.
Mi mejor amigo, de hecho.
Ella insiste en el asunto y yo insisto en lo contrario.
—De acuerdo, pero en lo otro tienes que darme la razón ¿O a caso no te has puesto a pensar en sus ex?
Eso llama mi atención. No he olvidado la hipótesis de la ex loca, así que le pido que me hable de ellas, aunque con eso pueda estar abriendo la caja de Pandora.
Y Brenda comienza con la lista.
—Ya conoces a Kory: simpática, escultural, exótica, todos se dan vuelta a mirarla.
Sí, incluido Jason. De sólo recordarlo me da ternura.
—Catalina Flores. Estuvo con él en el equipo de gimnasia. Era popular y guapa, pero demasiado buena para meterse en problemas y la expulsaron.
Podría ser una buena candidata, pero ya no está en la secundaria.
—Zatanna. Simpática, graciosa, extrovertida, pero sobre todo muy guapa.
Lo es, aunque a mí me llama más la atención por ser una chica bastante lista.
—También está Karen...
—¡¿La pechugona?! —interrumpo el relato de Brenda, casi escupiendo mi helado.
—La misma. Todo lo que pueda decir de ella está de más, ya la has visto.
Sí, y hasta yo me he quedado pegada mirando su busto.
—En mi opinión, posee una belleza demasiado vulgar y grotesca —dice con mueca de asco—. Aparte de su enormes pechos, los chicos sólo la buscan por una cosa. —Hace una pantomima en donde coge algo con la mano y lo acerca y aleja de su boca abierta.
Me cubro la cara, horrorizada y llena de vergüenza, viendo por entre los dedos si alguien a nuestro alrededor habrá notado el espantoso gesto que ha hecho.
De pronto ya no quiero saber más.
—La lista sigue con Troy...
—¡¿Donna también?!
Ahora sí que escupo mi helado.
—Sólo son rumores, pero no tenemos por qué dudar, es Dick de quien hablamos.
Ella sigue y me hundo cada vez más en mi asiento.
Ahora entiendo sus palabras en la biblioteca. Después de estar con tantas chicas, seducirlas con frases cliché le debe ser tan natural como respirar.
Y yo toda temblorosa y sonrojada. Me siento tan ridícula, pero me mantuve firme y me enorgullezco por aquello.
Brenda ofrece llevarme a casa, pero prefiero quedarme por otro helado. Ha sido mucha información para procesar y me duele la cabeza. El chocolate lo arreglará.
Pruebo un bocado pensando en que Jason tenía razón sobre su preocupación respecto a Dick.
Yo no quiero ser una más en su lista.
Justo cuando estoy por llevarme otra cucharada a la boca, alguien cubre mis ojos por detrás.
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Editado: 27.10.2020