XCIV Corazones ajenos

Hoy Brenda volvió a clases. Pasó junto a mi puesto, llevando gafas oscuras. Lo único que recibí de ella fue una ráfaga de viento cargada de su perfume, que me causó escalofríos.

Yo la quería y la herida que dejó su engaño tardará en sanar, pero lo superaré, como todo en la vida. Aquella noche me sentí una persona horrible, hasta llegué a pensar que todo era mi culpa, que de algún modo hice surgir en ella esos sentimientos cargados de odio y rencor, pero no fue así. Siempre he sido una persona honesta y no tengo nada de qué avergonzarme.

Además, sigo teniendo buenos amigos.

Almuerzo con Jason y Wally. Él ha cumplido su palabra, aunque claro, ha ayudado que Jason no lo haga reír.

Estudio con Rachel, Tara y Gar.

Ayudo a Kyle con sus problemas con las matemáticas. Estoy segura que este semestre estará entre los mejores calificados, es un chico muy listo.

Mis notas también serán aun mejores. Uso todas mis energías en estudiar. Liberada la parte que le pertenecía a Dick, mi cerebro está a mi entera disposición nuevamente. Es mío de nuevo y puedo usarlo como me plazca.

Incluso estoy más concentrada. Hasta el momento no he vuelto a chocar con nadie...

Me detengo bruscamente al doblar en la esquina de un pasillo, a pocos centímetros de chocar con un chico.

Por breves segundos, mi corazón late con descontrol y busco unos ojos que no quieren mirarme. Pasa por mi lado como quien esquiva una piedra en el camino.

He recuperado mi cerebro, pero mi corazón sigue siendo de Dick.

～🦇～

Por la tarde me quedo haciendo tiempo en la biblioteca. Cuando es hora de ir al trabajo, salgo tranquilamente hasta que veo a Dick y Kory conversando casi al llegar a la puerta del edificio.

Retrocedo, ocultándome en la esquina. Creo que no me vieron. Voy a devolverme cuando oigo que gritan. Están discutiendo y mi curiosidad puede más.

—Kory, ya te lo dije. Lo nuestro terminó y nada pasará entre nosotros.

—¡Pero Dick! ¡Eres lo más importante en el mundo para mí! Nadie te amará como yo.

Descarada. Y pensar que andaba coqueteándole a Jason y besándolo frente a nosotros. Es repugnante.

—¿Por qué no te vas a joder a Todd y me dejas en paz?

Oigo la risa sardónica de Kory.

—Jason no tiene ojos para nadie más que para la mosca muerta de Isabel ¿No los has visto? Andan más juntos que nunca. Supongo que tú y Roy no le bastaron.

Mis manos tiemblan por ir a despellejarla. ¿Cómo se atreve a hablar de mí así? Está desesperada. Es una chica inútil que sólo intenta conseguir lo que quiere a costa de los demás, pasando sobre ellos. Alguien así no se merece ni mis puños.

Y él tampoco se merece mis explicaciones. No quiso creer en mí, ni escucharme. Aunque me duela, no volveré a ir tras él.

Nunca.

—¿No lo ves Dick? A ella Roy jamás le ha importado, sólo fue un juego para herirte. Es una resentida porque no es popular, además de nerd y fea. Alguien como tú nunca se fijaría en una chica como ella, sólo te sedujo para vengarse. Primero te engañó con Roy y ahora lo hará con Jason. Isabel sólo quiere hacerte sufrir, pero yo te amo, yo quiero protegerte.

Debería dedicarse a escribir novelas.

—Yo no te necesito, Kory, así que olvídate de mí.

Oigo un portazo y luego la puerta se abre nuevamente, para dejarla salir a ella supongo.

No imagino lo que debe ser para Dick tener que aguantarla todo el día.

Cuando por fin puedo salir, Jason me está esperando.

—¿Ocurrió algo? No te ves bien.

Le cuento todo lo que oí, aun sabiendo que pueda resultar herido. La verdad es lo más importante, ante todo.

—Kory cada vez me decepciona más —suspira él, subiendo a la motocicleta.

Recuperar nuestros corazones será lo más difícil de todo esto.