Me mantenía quieta sentada en el sillón café que tenia un cojín, lo tome y lo puse frente a mí estomago, mis brazos vibraban con fuerza acompañados con un horrible escalofrío recorriendo mi espalda.
-¿Están todos bien?¿Alguno fue mordido?-Nos preguntaba el hombre barbudo en el volante, él tenia la piel enrojecida y una camisa roja a cuadros arremangada a los codos.
Observe a Rebecca y Gustín que estaban atónitos sentados en el piso-¿Quien eres tú?-Preguntó Gustín sin mirarlo.
-Miguel Angel-Contestó- Estaba en la pega y cuando regrese toda mi familia estaba actuando extraño, mi mamá, mis hijos, mi esposa, todo lo perdí. Tuve que matarlos o ellos me mataban a mi- Él guardo silencio unos minutos y unos sonajeros de la nariz se empezaron a escuchar- Cuando salí ni mis mascotas estaban, los animales callejeros también desaparecieron.
Observe a Miguel y su ropa estaba manchada en sangre, su mano derecha hacia que el manubrio se manchara de rojo y las ventanas lloraban sangre descendiendo hacia abajo.
-Pero es bueno encontrar a personas al fin, ¡ya me estaba desesperando por el panico!-Continuo Miguel.-Pueden tomar una de mis armas- Gustín se levanto del suelo y empezó a observar fuera la ventana- No creo que puedas encontrar algo, toda la comuna fue evacuada y si no, todos deben estar muertos.
Esa palabra hizo que mi corazón saltara, deje caer mi cabeza en la almohada pensando en mis abuelos, tenia un nudo en la garganta que seria difícil de sacar. Me levante del sillón para desconcentrarme, quería ser positiva "Ellos están bien" me decía "los volveré a ver...no será fácil pero lo haré", abrí la una caja enorme sin candado, adentro habían muchas armas de fuego y yo no sabia utilizar ninguna. "Que pesadilla". Saque la más pequeña que había, la clásica de las películas de acción.
De repente todos fuimos empujados por la fuerza de la casa rodante al frenar.
-¡Acaso no sabes frenar como la gente!-Grito Gustín con furia.
-Santa...-Hablo Miguel, me levante y al frente había un enorme taco de autos, la gente corría por todas partes gritando, niños abandonados al medio de la calle llorando, policias intentando guardar la calma a disparos al cielo pero ni con eso la gente se lograba poner en calma.
Un grito de caos horrible llego a nuestros oídos y sangre cayendo al suelo, las criaturas corrían a gran velocidad a las personas que estaban fuera de los autos, una motocicleta paso como una ráfaga a nuestro lado zigzagueando hasta estrellarse a un auto fiat blanco y agrietar la ventana.
-¡Vamos Miguel hay que salir de aquí!-Exclamó Gustín alterado, mire sus manos y estaban temblando. Mire a Rebecca y su labio temblaba, miramos hacia atrás y ella se llevo la mano a la boca llorando.
-Esto es una pesadilla-Escuche que decía Rebecca-Quiero despertar- Se llevo las manos a la cabeza y un grito soltó cuando una criatura choco contra el vidrio.
Miguel retrocedió todo lo que podía hacia atrás, chocaba con autos y nosotros salíamos disparados al suelo. Hasta que llego a una zona de solo tierra y quedamos atascados.
-¿Que pasa?-Pregunté asustada al escuchar las ruedas resbalarse en la tierra.
-¡No puede ser!-Exclamo Miguel intentando salir del agujero.
-Empujare la casa rodante- Dijo Gustín dirigiéndose a la puerta.
-¡Gustín no!-Grito Rebecca intentado detenerlo.Pero él no hizo caso y escogió un arma.
-¡Abre!-Ordeno Gustín y Miguel abrió la puerta presionando un botón.
Gustín corrió rápido a la parte trasera de la casa rodante y empezó a empujar.
-¡Vamos Gustín!-Gritaba Rebecca en la ventana desde adentro, la casa rodante avanzaba pero apenas.-¡NOOO!- Grito una vez más Rebecca al darse cuenta que las criaturas se aproximaban a nosotros. Gustín empujaba hasta ponerse rojo, "No lo hagas" decir mi cabeza, corrí hacia la salida y llegue a donde Gustín, fue todo en cámara lenta, él me observo con sorpresa al descubrirme empujando a su lado.
-¿Que haces aquí?-Me preguntó.
-¡No te quedes ahí y empuja!- Le grite y ambos empujamos la casa rodante hasta que pudo salir del agujero de tierra. Las criaturas rosaron a mi lado y yo corría con Gustín con gran velocidad.
-¡Frena!-Grito Rebecca.Pero no veíamos cambios de la casa rodante. Rebecca corrió a la puerta y extendió su mano hacia Gustín, él logro alcanzarla y se detuvo en la puerta. Pensé que me abandonarían corriendo detrás de la casa rodante, mis piernas ya empezaban a abandonarme y empezaba a sentir que quería vomitar.Gustín me observaba correr y extendió su mano, Rebecca lo miro con extrañeza.
-¡Toma mi mano!-Me grito-¡Rápido!.
Extendí mi mano y podía sentir sus dedos, él se balanceo un poco hacía al frente y logro alcanzar mi mano, me tiro hacia él con fuerza y logre subir por las escaleras, caí exhausta al piso con la mano en mí estomago, mi corazón y pulso martillaban con fuerza y a gran velocidad, me levante de golpe hasta llegar al baño y vomite.
-¿Que crees que hacias?-Le gritaba Gustín a Miguel.
-¿Crees que hubiera podido frenar?¡Si lo hacía todos hubiéramos quedado atrapados!-Escuche que respondía Miguel-Ademas tú y ella la iban a abandonar, no crean que no mire sus miradas.-
Me pude recuperar y caí otra vez al suelo, escuche como unos cuerpos chocaban contra la casa rodante pero no reaccione.
-Existen dos refugios en este país, uno esta hecho por personas comunes y corrientes como nosotros, el segundo estaba construido hace millones de años atrás escondido de la sociedad, ahí se encuentran las familias evacuadas siendo resguardadas por un alto numero de soldados del ejercito, iremos al primero, esta más cerca por ahora.-
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Editado: 28.07.2019