Me hubiese gustado no ser la segunda opción,
ser mejor, lo suficiente, para ser la primera.
No importa cuánto me esfuerce, siempre hay alguien
que llega, y hace todo mejor,
y entonces, ¿para qué sigo intentando?Muchos dirán: "No te compares",
pero es inevitable cuando todos
parecen brillar más.
No importa cuánto me entregue,
siempre para aquellos que amo,
hay alguien mejor.
Una mejor amiga,
una mejor novia,
una mejor hija...
siempre más hermosa,
con un futuro más brillante.Últimamente me recuerdan
lo poca cosa que soy.
Y lo sé...
tienen razón.
Ya no tengo fuerzas para quedarme aquí,
no deseo seguir aquí.No importa cuánto lo intente,
nunca seré suficiente.
Así que, perdón...
Perdón por no ser lo que esperaban,
por no ser la elección,
por no ser aquella a la que muestran con orgullo,
ni por mi capacidad, ni por mi belleza.
Simplemente, perdón.