Mi abuelo cuando era una niña pequeña me había contado una leyenda que había escuchado ya hace varios años antes que yo naciera, decían que la luna antes era una mujer, y la más bella, que se había enamorado de un joven de apariencia muy rancia, a pesar de eso la joven de tez tan blanca como la misma diosa afrodita, me había contado que aquella joven caminaba entre la gente sin ser percibida por la mismas personas a su alrededor, decían que parecía un fantasma caminando entre vivos, un día cuando la multitud se acercó a una casa que parecía tan antigua como la misma montaña de atrás de la ciudad, le habían dicho a las personas que la misma mujer se había llevado a un joven que era inocente y que no lo dejaba ir. También contaba la leyenda que la joven de apariencia blanca era la misma fantasma que a parecía atrás de cada foto volando hacia el mismo cielo, pero no era así todos tenían un mal recuerdo de aquella mujer de tez blanca y ojos grises, la joven solo quería ser vista como una persona normal y que no se haga rumores de ella ya que no quería que su madre la trata diferente, pero lograron poner a la joven del otro lado y ese lado es la misma muerte. El joven lloraba con cada recuerdo de ella, pero de la nada había aparecido una esfera redonda en el cielo, nada encuadraba en ese momento la gente parecía confundida de cómo había aparecido ese objeto tan extraño en el cielo, ya que solo los alumbraba el mismo sol que ya se estaba apagando por lo viejo que era y no había encontrado un heredero digno de ser llamado sol.
También decían que el joven tras su depresión se había quitado la vida y su familia culpaba aquella joven que había desaparecido de la tierra como arte de magia, y pasaron varios días antes que sucediera la misma tragedia con el joven, en su lápida no encontraban su nombre y también decían que la tierra fue removida en la noche, como si alguien hubiera robado su cuerpo cuando todos dormían, pero se dieron cuenta que el sol alumbraba como la primera vez que había aparecido y si el nuevo heredero había aparecido por arte de magia.
Mi abuelo me contaba cada detalle de como había escuchado la historia o la leyenda de nuestro querido sol y luna pero lo que me llamo más la atención cuando me conto lo que a partir de ahí me motivo a saber la verdadera razón de porque aquellos dos jóvenes se habían enamorado y porque decidieron tomar el lugar de sus queridos ancestros, luna era una mujer de aspectos marciano que se había enamorado de un humano común y corriente, hermano y tío de un hermoso niño, la joven que se había llamado así misma Megan, había llegado al planeta tierra para poder tomar el lugar de su ancestro Marie para así llegar hacer una buena sucesora de la esfera plateada, mientras ella conocía a la gente que le alumbraría el resto de su vida, era una joven de apenas 14 años cuando llego a nuestros días, hoy mismo ella tiene más de 500 años. El sol por otro lado tenía apenas 15 años cuando se enamoró de la joven que había llegado a la tierra unos meses atrás, mientras que el convivía con sus amigos, ella se le acercó para conocer un poco más a los seres que estarían para ella, pero fue distinto a lo que ella esperaba, los jóvenes se habían hecho sus amigos pasaban los días compartiendo todo en la misma casa, los mismos gustos, todo lo que ella deseaba era sentir el calor de alguien que podía amar y podía cuidar Megan era dulce con sus amigos, pero distinta con el joven de 15 años, ella no sabía nada del ya que no decían mucho del muchacho solo se había presentado por su apodo como le decían sus amigos superboy, ya que era el más fuerte e introvertido de la pandilla en ese momento, Megan decidió ponerle el nombre que ella le gustaba que era Conner y él no se quejó, disfruto su nuevo nombre, su nuevo comienzo de una relación.
Esa noche cuando mi abuelo se fue de la habitación en donde yo dormía me levante de la cama viendo como la luna se hacía más pequeña y se acercaba hacía mí en forma de una mujer bella como el relato de mi abuelo, tomo de mis mejilla y me había sacado las pequeñas lagrimas que corrían sin mi permiso por mis mejillas, ella con una sonrisa me había dicho todo lo que quería saber, ella no se había quitada la vida, le habían arrebatado su propia vida, entendí que el pueblo la trataban como una bruja al no saber que era realmente, aquella joven al saber que yo tenía que dormir se acostó a mi lado sin titubear y me canto una bella canción hasta por fin quedar dormida entra sus brazos, decían que luna hacia eso para encontrar un heredero digno de ella pero yo no creía que ella me había elegido a mí para ser la nueva luna, yo comprendí que ella estaba sola y deseaba una amiga, una verdadera amiga.