Capítulo 3

Tres de la mañana y aun no llega la solicitud de aceptación de cupo para la universidad, tengo que conseguirlo o me volveré loca.

—¿Qué haces aquí? —levanto la mirada y es Johnny.

—Y mi pregunta sería ¿qué haces aquí? es muy tarde, deberías estar más que dormido —se acerca a la nevera con un vaso entre sus manos.

—Solo vengo por un vaso de agua.

—¿Siempre vienes por un vaso de agua?

—No. Otras noches vengo por cereales y los panes del desayuno —niego con la cabeza.

Por él es que nos saben regañar a Justin y a mí, pensando que nosotros somos quienes nos comemos los panes en la noche.

—Pequeña rata —lo miro entrecerrando los ojos. Sigo actualizando la página de Hotmail.

—¿Es por la universidad que estas aun aquí? —pregunta mirando la laptop.

—Tu hermana quiere seguir estudiando pero Sheffield no quiere que sea parte de la población de su universidad —bajo la pantalla de la laptop —. Debemos descansar pequeño piojo.

—No me digas así, he crecido en estos últimos meses —rio y asiento posando mi mano sobre la parte posterior de su cuello. Tiene una pijama de buzz lightyear con ciertas naves espaciales, cualquier película que le llame la atención y la quiera ver, soy la primera persona en llamar para verla con él. A veces me sabe esperar hasta muy tarde después la cafetería con tal que vea la película con él.

Es el más pequeño de la casa, quien le sigue es mi primo de diez años, Chasse, en ciertos momentos son tan inseparables como en otros se quieren medio matar, por cualquier motivo.

Su habitación es igual a la película de toy store, Chasse, estuvo de acuerdo con eso no como Rosmery y yo, nuestra habitación esta dividida por dos colores, la parte de ella es morada con blanco y mi parte, azul con celeste, lo mejor de todo es que me pude quedar con la parte de la ventana.

—¿Por qué no entras a la universidad en la que esta Justin? —dice mientras acomodo la sábana galáctica sobre él.

—¿En Hallam? —asiente —. ¿Estás loco? Quiero conservar mi cerebro —ríe mostrando sus hoyuelos en cada mejilla —, Descansa —susurro levantándome silenciosamente para no despertar a Chasse. Cierro la puerta detrás de mí soltando un enorme suspiro guardo en mi pecho.

Y Ethan, no volvió, no tendrá ganas ni de hacerlo, ya agradeció todo lo que tenía que agradecer ¿Por qué querría regresar? Lo más seguro es que no vuelva al mismo lugar donde sufrió un asalto. No entiendo porque trato de hacer algún tipo de escusa sobre las preguntas que hace mi interior cuando ya mi cerebro me las muestra claramente.

Alguien que se sube a una camioneta más moderna que mis zapatos obviamente no tiene tiempo para regresar, es más seguro que trata de olvidar lo más que pueda nuestros rostros de su cerebro para ya no perturbarlo cada vez que cierra sus ojos y aparezcamos en la oscuridad de su interior. Y también ¿Qué es lo que pasa conmigo? Han pasado tres meses desde esa noche y, ya, no debería pensar en eso, faltan pocas horas para el resultado de la universidad y no debería pensar en nada más que solo en eso, en la universidad.

La noche está más que tranquila y podría quedarme a admirarla sin aburrirme, entiendo porque a Duque le gusta dormir muy cerca de la ventana. Será mejor que duerma para tranquilizar mi mente, será un día agotador…

Todo estaba rigurosamente en orden, así que solo faltaba terminar de dar las indicaciones correspondientes para el trabajo de hoy.

—Johnny se encargará de la comida que se llevara cada persona al lugar donde viven y Chasse —lo señalo —, tú repartirás las bebidas ¿Esta entendido? —todos asentimos al orden que había dicho Justin, nos pusimos en marcha para el gran comedor.

La primera vez que abrimos el comedor en la cafetería, fue un lugar muy pequeño para toda la cantidad de gente humilde que llegaba, personas que quería de algún modo saciar su hambre después de días sin comer. Lo más triste de todo esto, es que no solo llegan personas ancianas, y jóvenes, sino que también niños tan pequeños y solos, si mi mamá tuviera el dinero para construir un lugar de refugio para ellos, lo hace, sinceramente no sé porque tiene un corazón tan grande, pero es la mejor de todas y encuentra la manera de ayudar a los demás ¿Dónde encuentras un alma como la de ella?

Este mes se recibió una gran donación, creo que la publicidad que había hecho Justin si dio buenos frutos, teníamos más ropa de lo que antes nos entregaban, pero no solo eso, era nueva y costosa, también una gran suma de dinero a la cuenta bancaria o eso había dicho mi mamá, tengo esperanza que aún existe gente de buen corazón.

Ver a muchas personas sonrientes que al menos una vez cada tres meses pueden sentirse felices, sentirse a gusto, y tener algo que cargar encima algo con que abrigarse por las noches, quisiera hacer más pero hasta completar las donaciones nos toma tiempo, para darle de comer a tanta gente, tenemos ayuda no solo de mi familia, sino de mis vecinos, ya que no es en la cafetería se nos hace mucho más fácil la parte principal de la casa y se la une con la los vecinos, es como si fuera un día de campo, en estos casos se necesitan muchas manos, así que quien quiera ayudar las puertas siempre estarán abiertas.