98. HaNeul

El día ha llegado y estoy muy nerviosa. Mis padres están preparando la cena y no saben qué es lo que me pasa. Les he dicho que NamYoon vendrá a cenar esta noche, sin embargo, no les he dicho el motivo exacto de esta visita.

WooJin está alterado, como si se hubiera comido un camión de azúcar, y no para quieto en ninguna parte.

—Cielo, ¿puedes quedarte quieto? NamYoon está a punto de llegar y aún no está preparada la mesa —le pide mi madre dejando los vasos encima de la tabla de madera.

Mi hijo la ayuda hasta que el timbre suena y corre hacia la puerta para abrirle al rapero. Lo abraza con fuerza y entran en el salón los dos juntos.

—Bienvenido. Siéntate, por favor. La cena está lista —le invita mi padre rebosando amabilidad.

Nos sentamos alrededor de la mesa circular y conversamos mientras cenamos todo lo que mi madre ha preparado.

NamYoon y yo nos miramos de reojo y sonreímos mientras nuestras manos se entrelazan por debajo de la mesa.

—¿Qué os pasa a vosotros dos? Estáis un poco raros —nos dice mi madre pasando su mirada desde el rapero hasta mí.  

—¿Se lo decimos ya? —le pregunto al chico con una sonrisa.

—¿Decirnos qué?

—¡Yo quiero decirlo, por favor! —exclama mi hijo con la boca llena.

—Está bien. Deja que se lo diga él —apunta NamYoon sin dejar de esbozar una sonrisa.

—Por Dios, ¿qué ocurre? Soltadlo de una vez —exige mi padre con impaciencia.

—¡Son novios! ¡NamYoon será mi padre! —grita WooJin saltando de la silla emocionado.

Mis padres se quedan petrificados durante un minuto, sin saber qué hacer o decir. Se miran entre ellos con las bocas abiertas de par en par, al igual que sus ojos, se levantan de las sillas y se unen a mi hijo para celebrar la noticia.

—Creo que están contentos —murmuro cerca del oído del rapero.

***

NamYoon, WooJin y mi padre saltan de alegría cuando ganan la ronda de adivinar la película por los gestos y mi madre y yo negamos con la cabeza dejando que se lleven el punto de esta ronda. Da igual, no nos importa. Hemos estado ganando durante más de tres rondas, no nos pasará nada si perdemos una.

Se sientan en el sofá, cansados por la celebración y felicito a mis dos hombres con un beso. Mi madre se va a la cocina para sacar algo para picar cuando alguien llama a la puerta.

Mi padre se levanta para ir a abrir y regresa con la visita y el rostro pálido. Lo miro y mi sonrisa desaparece al ver a la pareja detrás de él.

Me levanto del sofá esperando el ataque cuando mi hijo se acerca a ellos gritando en español para abrazarlos:

—¡Abuelos!

Mi padre se sienta al lado del rapero y yo me acercó a mis ex suegros para saludarlos con una leve reverencia.

—Buenas noches. No sabía que llegaríais hoy. Habría ido a buscaros al aeropuerto —les digo para quedar bien. Ni por un millón de dólares iría a por ellos.

—No era necesario. ¿Quién es el chico? —quiere saber mi suegra con el rostro más serio y enfadado que de costumbre.

—Mi papi, abuela —responde de inmediato mi hijo haciendo que respire hondo para aguantar los insultos que llegarán en cualquier momento.

—¿Cómo te atreves a decirle que ese es su padre? ¡Su padre es nuestro hijo!

—Vuestro hijo no está aquí. Murió antes de conocer a su hijo. Tengo derecho a rehacer mi vida después de casi seis años de luto.

—No tienes ningún derecho. Estás mancillando la memoria de nuestro hijo. Cariño, hemos hecho bien en venir. Nos llevaremos a WooJin a España y no volverás a verlo.

Mi mano agarra la camiseta de mi pequeño y lo pongo detrás de mí.

—Eso no te lo crees ni tú —le digo a mi ex suegra plantando la misma cara que ella a mí. Saco el móvil de mi bolsillo y marco el número de mi cuñada—. Tus padres están en mi casa amenazando con que me quitarán a mi hijo —le informo a la muchacha cuando me contesta por el otro lado del auricular.

Me lo quito de la oreja para poner el altavoz y la voz de la chica se escucha en la estancia:

—¿Queréis dejarla en paz de una puñetera vez? Estoy ya muy harta de vosotros dos desde que murió mi hermano. Mi cuñada sigue viva y tiene derecho a rehacer su vida con quien le dé la gana.

—Mi niña, está con un chico… —comienza a hablar mi ex suegro con dulzura.

—Me importa una mierda con quién esté. Como si quiere estar con una chica. ¿Para qué habéis ido a Corea? Para ver a WooJin, ¿verdad? Pues aprovechad esos días con él y dejarla en paz. Como HaNeul vuelva a llamarme para quejarse de vosotros os aseguro que no volveréis a verme en lo que me quede de vida —les advierte con una voz severa.

—Pero…

—Pero nada. Ya os lo he dicho y vuelvo a repetirlo. No me volveréis a ver si no dejáis a mi cuñada tranquila. ¿Lo he dejado claro?

—Está bien. No te enfades, mi niña.

—Aprovechad esos días con mi sobrino y hacerle muchas fotos. ¿WooJin, dónde está mi Li Shang?