"LA CHACHA DE LA FAMILIA"
Me levante gracias a mi "bello" y adorado despertador, noten el sarcasmo y me duché me puse el odioso uniforme y baje a preparar el desayuno y de paso desayunar un poco.
—buenos días— dijo mamá
—hola— respondí
—Elisa ¿una pregunta? — hablo, me sorprendió que me dijera eso mayormente siempre me da órdenes.
—¿Cuándo es tu graduación?
—aún faltan meses y aún no hay fecha confirmada— le respondí.
—bien, me avisas para ver lo de tu vestido y esas cosas— la ropa si le emocionaba a mi mamá.
—Erica me va a ayudar
—yo soy tu madre, yo decido, otra cosa
—dime—
—en la tarde ¿estarás libre? — dijo mientras se sentaba a la par mía, cosa que me pareció súper raro.
—no, solo haría las tareas, pero como es viernes las puedo hacer mañana— dije mientras comía.
—perfecto, cuando regreses de clases me arreglas todos los cuartos, limpias la cocina, preparas la cena, lavas toda la ropa, quedo claro, todo tiene que quedar perfecto, mi jefe vendrá y debo dar una buena impresión— hablo dejándome más que anonadada.
—¿quieres que haga todo? ¿Todo eso en una tarde? — pregunte incrédula. Era más de lo que podía hacer en una tarde.
—sí, y no quiero protestas
—pero mamá— dije llevándole la contra — es mucho me llevaría mínimo un día limpiar todo
—epa señorita, tú haces todo lo que dije y lo tienes que hacer hoy, así que más te vale llegar temprano— dijo.
—pero es mucho
—nada de peros o es que acaso sigues de incompetente, una buena para nada, ya se quieres, quieres que haga todo yo verdad. Que hija para más estúpida y egoísta tengo, cuando pensaras en mi— hablo con un poco de drama.
—de acuerdo, lo haré ¿está bien? — grite parándome para salir al colegio.
No podría creer lo que paso, mi mamá llamándome estúpida, sin duda soy una estúpida. Pero esto no se quedaría así, le callaría la boca a mi madre. Haría todo lo que me dijo y más
Sentí como las lágrimas empezaban a caer y decidí no ir a clases. Me costaría mucho poner atención, pero no tenía ánimos de nada. Ya después justificaría mi falta.
Fui caminado hacia la playa, no estaba tan lejos, el mar, la arena, la brisa, es algo hermoso de apreciar así que me fui al lugar más apartado y empecé a llorar como siempre lo hacía.
—¡Me siento cada vez menos viva! Derrotada, temerosa y confundida. Sin saber qué hacer. ¡No logro entender por qué es así conmigo! — empecé a gritar con la esperanza de que alguien viniera y me diga tus problemas ya fueron resueltos ya puedes ser feliz.
—ojalá estuviera muerta yo en lugar de Karina, así ya sentiría este dolor que me consume— susurré.
Mire al cielo pidiendo las respuestas a esto que me está consumiendo.
Pero como siempre, no tengo las respuestas.
Y nunca las tendré.
Después de una hora, decidí ir a casa para empezar mi labor como chacha* de mi familia., Por qué era demasiado y en una tarde no lo podría terminar. Ya el lunes me encargaría de hablar con el director para que no llamen a mi madre y ganarme más problemas de los que ha tengo.
Me puse el delantal y opté por limpiar las habitaciones.
Me sorprendió bastante el desorden de mi hermano, ropa sucia por doquier, sus apuntes en el suelo, bufé, mi habitación era todo lo contrario.
En la habitación de mi madre encontré muchos sobre plateados, pensé que eran medicinas así que no le preste atención, pero después reaccione y me di cuenta que eran preservativos.
"¿Que hacía con esos?". No lo sabía, luego preguntaré, aunque me sentiría incómoda, nunca tuve esa famosa charla de sexualidad con mi madre y esto sería muy incómodo.
Después de una hora termine.
—no fue tan difícil como pensé— susurré.
Saqué la ropa sucia de cada uno de cuartos y me di cuenta que mi hermano era un cer...
"—¡Elisa! Como vas a comparar a los cerditos con la bestia de tu hermano—" me grito mi conciencia.
—sí, si lo siento.
Luego de tres malditas horas metida en la lavandería, ya había terminado así que decidí limpiar la sala, puse música y baile con la aspiradora, con la escoba y hasta con el plumero.
Preparé fideos con atún para almorzar, no tenía ganas de preparar algo más sabroso y como estaba cansada, decidí tomar un descanso.
Me senté en el suelo y poco a poco sentí como mi alma abandonaba ni cuerpo para ir con Morfeo.
///Tres horas después///
Poco a poco me levante y me dolía todo el cuerpo.
—¿qué paso? — pregunté, pero no recibí respuestas, así que supuse que nadie había llegado
Me levante del suelo y me fije en la hora.
—¡las 6 de la tarde! —grité.
Aún ni había limpiado la cocina.
Empecé lo más rápido que pude y comencé limpiar.
Media hora después ya había terminado, la cocina estaba más que reluciente y muy ordenada, con cuidado de no ensuciar mucho, me puse a hacer la cena, albóndigas con fideos. Hoy es día de fideos.
Justo cuando ya había terminado de cocinar llego mi madre.
—viste que si se puede— me dijo arrogante. —todo en orden, mi jefe se quedará impresionado.
—no me hables—. dije mientras subía a mi habitación para dormir.
Estaba muy cansada como para discutir.
Tomé un baño me puse el pijama y me fundí en un gran sueño
Al día siguiente mi madre me levanto.
— holgazana levántate para que prepares el desayuno mi jefe no tarda— grito.
—ya voy.
Me di una ducha rápida y me puse ropa cómoda, prepare un desayuno americano y prepare la mesa para su jefe. En eso tocaron el timbre y mi madre fue a abrir.
—Don Carlos buenos días, pasé esta es su casa— desde la cocina pude ver a un señor de 40 años aproximadamente sentarse en uno de los muebles.
—buenos días Elizabeth, veo que tienes todo en orden.
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Editado: 16.01.2021