Estaba sorbiendo de mi cuchara la sopa, entonces alcé la vista y te vi, mirándome.
Ladeaste la cabeza intentando así confundirme más, pero no podías. Yo no te quería.
Vi como ella te tomó por el cuello y te acercó a sus labios, entonces, ahí, algo se removió en mi interior.
Fingí no haberlo visto y le miré a él. Sonrió para despúes devorarme la boca ante tu atenta mirada, porque sabía que estabas mirando.