Something different

Un beso lleno de magia.

El entrenamiento fue mas agotador que nunca, Adam nos torturo hasta el punto en que Fred termino desplomado del cansancio sobre el césped del campo. Nuestro capitán se encargó de llevarlo hacia la enfermería mientras los demás nos intentábamos recuperar, sentía mis piernas acalambradas y mis brazos se sentían extrañamente adormecidos. Creo que esto era mas un castigo por los recientes errores que hemos cometido como equipo y otros tantos personalmente hablando.

  • Ven. Te ayudo a llegar a la torre, no te ves bien.
  • Tu tampoco James.
  • Anda, arriba.-Extendió sus manos ayudándome a ponerme de pie, los demás ya se habían marchado, el sol comenzaba a desaparecer tras el castillo y la oscuridad comenzaba a caer sobre nosotros. Los ojos de James brillaban y su rostro iluminado con los pocos rayos de sol que quedaban, el se veía hermoso en todo su esplendor. Trague saliva al sentir los labios ajenos sobre los míos y sus frías manos contra mi rostro lograban hacerme sentir nerviosa y ansiosa ¿Realmente esto esta pasando? O seguramente estoy fantaseando como otras tantas veces en las que me imagine un momento así de mágico.

Mis parpados cedieron ante la calidez de sus labios, ese beso suave lograba que las mariposas en mi estomago se convirtieran en aves fénix revoloteando sin parar para intentar escapar. Sentía el fuego nacer dentro de mi por la pasión con la  que este comenzaba a besarme.

  • Amanda.
  • James.
  • Me gustas, realmente me gustas.
  • Y tu a mi ¿Vas a volver a lastimarme?
  • Ni loco. No seria tan idiota. Lo prometo.

 

Con las pocas fuerzas que nos quedaban llegamos finalmente hacia la torre, nos despedimos con un cálido beso antes de ingresar cada uno por su cuenta hacia la sala común, creo que aun es demasiado pronto para que se sepa que ambos estamos saliendo. Saliendo ¡Es que aun no me lo creo! Después de tanto tiempo viviendo con la ilusión de sostener aunque fuera su mano, pero en cambio ahora tengo que mas que eso, he besado sus labios y he sentido su calidez.

 

Apenas puse un pies en la habitación caí rendida sobre la cama quedándome profundamente dormida, mi cuerpo había usado sus ultimas fuerzas para dejarme en mis aposentos.




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