Sonríe: Una Vez más

Poniendo las cosas en su lugar

A pesar de que Tomás prometió a Angie que no la buscaría, la actitud reticente de ella no lo dejaba tranquilo. Primero habló con Lily, pero ella no tenía idea a que se refería o bien no le quiso decir. Pensó en llamar a Katia, no obstante, recordó que Angie empezó a hacer preguntas cual si fuera agente de la Interpol cuando la mencionó. No entendía qué estaba pasando. Se supone que Kat es tu mejor amiga y ahora, ¿ya no?, se cuestionó mentalmente.

La última opción para saber qué estaba pasando era la otra amiga de Angie y Kat: Vero. Temía qué tampoco supiera que estaba pasando, pero no había nadie más a quien pudiera recurrir.

―Bueno ―contestó Vero.

―Vero, soy Tomás ―dijo.

―Querrás decir Tomatito ―bromeó.

―Bueno, sí ―dijo entre risas―. Antier vi a Angie.

―Me di cuenta que la habías visto cuando traía esa sonrisa bobalicona. Se está bañando. ¿Le digo que le llamaste?

―No, ella no debe saber que estoy hablando contigo.

―¿No solucionaron sus problemas? ―indagó mientras se movía hacia su habitación para que Angie no pudiera escuchar nada.

―Más o menos ―contestó dejando confusa a Vero.

―¡Eso no suena muy esperanzador!, ¿eh?

―Creí que nos habíamos reconciliado, pero me hizo prometerle que no la buscaría hasta que ella lo hiciera. ―explicó.

―¿Aquí es donde entre yo? ―cuestionó.

―Algo así ―reconoció―. ¿Sabes qué problema hubo entre Angie y Kat?

―¿Problemas? ―Angie y Kat habían tenido problemas por culpa de Miguel, bueno, de hecho fue Katia, pero ya los habían resuelto incluso Miguel ya no molestaba a Angie.

―Sí, cuando le dije a Angie que Kat me ayudó para acercarme de nuevo a ella, se puso muy nerviosa, empezó a hacer muchas preguntas, parecía agente de la Interpol.

―¿Cómo fue que Kat te ayudó? ―enfatizó temiendo lo peor.

―Le pedí que le diera un alcatraz rosa. Cuando le pregunté si se lo había dado no me contestó. ¿Sabes si se lo dio?

―¡Maldita sea! ―refunfuñó―. ¿Qué más hizo por ti? ―indagó.

―Me dio la fecha exacta de su viaje y me pidió que dejara de llevar flores a Angie. ―explicó.

Tomás sentía que pasaba de un agente de la Interpol a uno del FBI.

―¿No le hiciste caso, verdad? ―inquirió temiendo lo peor.

―Después de todo lo que sucedió en el bar, pedí disculpas a Angie, ella nunca contestó ninguno de los mensajes, creí que Kat tenía razón y debía darle su espacio.

―Angie únicamente mencionó una tarjeta respecto a los alcatraces, pero nunca dijo que decía.

―Solo fueron dos, la primera flor y la que le dejé después del día que nos encontramos en el karaoke. No entiendo que tiene que ver eso con Katia.

―Angie no sabía que las flores eran tuyas. ―Confesó. Esperaba que su amiga la perdonara por cometer esa indiscreción.

―¿De quién más iban a ser? ―cuestionó molesto. Es cierto que nunca puso su nombre en las tarjetas, pero no lo consideró necesario. Él siempre había estado enamorado de la sonrisa de Angie, por eso en la primera tarjeta le escribió que quería hacerla sonreír una vez más, dio por hecho que sería suficiente para que ella supiera que eran de él, obviamente se equivocó.

―¿Sabes quién es Miguel? ―inquirió nerviosa, seguramente cuando Tomás se enterara de la verdad su molestia aumentaría.

―¡El imbécil con el que andaba! ―espetó―. ¡No puedo creer que Angie pensara que él le mandó las flores, solo es necesario ver como la trataba para saber que nunca lo haría!

―Tienes razón. ―concedió― Hay un pequeño detalle que quizás estás ignorando, el día que tú empezaste a enviarle flores, fue él día siguiente de cuando ella empezó a ser novia de Miguel. ―explicó. Entendía la molestia de Tomás, si ella fuera él, también estaría enojado. Katia se había pasado de lista ayudando a su hermano, ella que pensó haber convencido de que ayudara a Angie, y solo había sido un embuste más de su amiga.

¡Soy un maldito genio! ―refunfuñó irónico Tomás.

―No te culpes, Tomás. Miguel y Katia se encargaron de cubrir todos los frentes, lograron engañar a Angie, a mí y a ti.

―¿A qué te refieres? ―inquirió sorprendido, aún no entendía la relación de Katia con Miguel.

―Katia es hermana de Miguel, en varias ocasiones se puso del lado de él, sin importarle que Angie estuviera en peligro. Incluso la noche del karaoke quería que Angie se fuera con él, después de eso hablé con ella para convencerla de que no podía estar de parte de su hermano cuando lastimaba a otra mujer. Creí que lo había logrado porque prometió que hablaría con Miguel para que dejara de molestar a Angie, como ella relacionaba los alcatraces con él, te pidió a ti que dejaras de enviarlos. ―relató. La furia de Tomás aumentó, agradecía no tener frente a él a Katia porque de ser así la golpearía.




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