Por mucho tiempo me he avergonzado de mis debilidades y temía que se burlaran o se aprovecharan de ellas, hasta que conocí a las personas adecuadas que me enseñaron a apreciarlas porque después de todo forman parte de mí.
Cuando entendí que mis puntos débiles no lo son realmente… se convirtieron en mis fortalezas.
Y si yo pude volver a creer en mí sé que tú también podrás hacerlo. Porque desde aquí ya tienes a alguien que cree en ti.
VALE RIE.