Soy la jodida villana

Capítulo 4: pensamientos de un hermano menor

Katherina        

Katherina

He estado entrenando a mi adorable hermanito, ha pasado un par de semanas y no nos hemos despegados. Mis padres parecen estar celosos porque paso más tiempo con Mandi que con ellos.

Así se ha habido cambios.

Pero deben aprender a ser independientes de su hija y portarse como adultos responsables. Con eso en mente Mandi y yo nos la pasamos en la biblioteca de la mansión, eso debería dar tiempo a mis padres de retomar su relación y hacerse cercanos sin que necesiten estar todo el tiempo conmigo.

Por otro lado note que Mandi es realmente listo aprende a una velocidad increíble, aunque leemos juntos, él lee más rápido que yo. Para recompensarlo por su esfuerzo le dije que le dejaría pedirme cualquier cosa que él quisiera—por supuesto nada que me fuera imposible— como una hermana mayor debo ser un ejemplo a seguir, obviamente a todo esto, nuestros padres estaban de acuerdo ya que ellos son... uhn bueno si no hubiera reencarnado como khatherina quizás en estos momentos estaría acosando a Mandi por culpa de mis padres que mimaron demasiado a khatherina.

— Quiero ir con onee~chan a su baile de debut y estar con onee~chan todo el tiempo.

Dijo con una sonrisa encantadora e irradiante de brillo que dejaría a un ciego más ciego.

Por supuesto lo que mi adorable hermanito me pida se lo consentiré hehe.

—Por cierto, no recuerdo haberte mencionado el baile uhm ¿o si lo abre echo? —Ante mi confundido rostro, él sigue sonriendo y suspira tranquilamente mientras cierra el libro entre sus manos y se acerca a mí en cámara lenta, lo miro extrañada, salta al lado del sofá de terciopelo—en el que me encuentro sentada cómodamente— y pone su cabeza en mi regazo, el libro que tengo entre mis manos cae al suelo y su cabeza se acomoda en mi regazo mirándome sonriente, sigo con cara de no enterarme de nada, me mira a los ojos mientras relata.

— Se todo lo relacionado con onee~chan, además estaba esperando a que onee~chan me pidiera que vaya con ella, pero al ver que eso no sucedía me adelante, fue repentino ¿verdad?

Pone un gesto de tristeza en su hermoso rostro, mi corazón no soporta verlo triste, sintiendo culpa asiento mi cabeza mientras suspiro lentamente.

Ciertamente debí de mencionárselo, él estaba a la espera de que se lo pidiera y yo solo podía pensar en que libros debería leer, fui muy despistada en no notar que mi adorable hermanito menor se sentía de esa forma, soy tan estúpida a veces aah.

— En efecto, debí decírtelo con antelación, sin embargo, estaba pensando en otras cosas que ni yo misma recordaba el baile uhn muy bien avisare a padre de esto e iremos juntos.

Lo miro a sus hermosos ojitos celestes, notando como empezaban a irradiar una luz de felicidad.

Eso está bien, mientras lo mantengo contengo todo irá bien, acaricio su cabeza mientras el cierra los ojos y empieza a quedarse dormido.

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°°° En el palacio real del príncipe Arthierry Grandhernal...°°°

Narrador

— Su alteza, su majestad el rey, lo llama al jardín real.

Una sirvienta del palacio le decía al príncipe Arthierry, quien estaba recostado en un sofá lujoso y cómodamente inmóvil.

— Está bien.

Él se levanta lentamente hacia la salida del lujoso estudio.

— ¡Cristen!

Dice el príncipe Arthierry a un Cristen<<mayordomo>> que sale de entre las sombras del estudio, asiente su cabeza levemente y vuelve a desaparecer entre las sombras.

Arthierry es un príncipe que tuvo una infancia miserable siendo ignorado y despreciado por el rey Luminius Grandhernal —su padre—. Su madre, una concubina que escapo con su amante dejándolo solo, desde entonces, él odia a las mujeres pensando que son gatas en celo que seducen a los hombres poderosos y luego se van con otros con más fortuna o poder. Habiendo creciendo con esa mentalidad él fue, siempre, desconfiado de todos a su alrededor. Siempre con una sonrisa falsa en el rostro manejaba y manipulaba a todos sus enemigos, aprendió de su mayordomo a luchar y sobrellevar los intentos de envenenamiento y asesinato de la reina—su madrastra— quien quiere poner a su propio hijo en el trono el segundo príncipe quien es bastante manipulable a diferencia de Arthierry que no se deja manipular por nadie es astuto y siempre consigue lo que quiere.

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En un jardín enorme con decoraciones de plantas hermosas y exóticas traídas de quien sabe que lejanos reinos, se encontraba el rey Luminius Grandhernal.

El hombre más rico y poderoso de todo el reino, el rey Luminius fue el único hijo del anterior rey, quien amaba mucho a su reina. Se le conoció como un rey devoto y fiel a su amada esposa, teniendo padres amorosos y quienes adoraban a su único hijo quien diría que terminaría siendo un rey frio como el hielo, el rey es un hombre frio serio y un gobernante estricto que no da segundas oportunidades.

Volviendo al presente el rey Luminius estaba sentado cómodamente en un sofá adornado con oro en los bordes tomando el té en compañía de su general.

—Su majestad, el príncipe Arthierry Grandhernal.

Anuncio el asistente del rey, este volvió su mirada fría al príncipe que se mantenía indiferente.

—Su majestad me honra que me haya invitado a disfrutar el té con usted y el general Tiare.

Hablo calmadamente mientras se sentaba al frente del rey y su compañía estos lo miraron y empezaron a conversar tranquilamente.



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En el texto hay: reencarnaciones, aventura epica, antiheroe

Editado: 29.01.2021

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