-Lleva esto a la señorita Lucy, niña -dijo la señora Clara.
- ¡Si! - dije mientras cogía la fuente con el desayudo de Lucy.
-Ten cuidado, no lo vallas a botar -me advirtió
-No se preocupe-dije para calmarla, aunque la verdad esa fuente pesaba mucho para mis delgadas manos.
Con mucho cuidado comencé a subir las escaleras hacia la habitación de Lucy, mientras lo hacía pensaba en que le diría al verla, después de todo la última vez no estaba de buen humor cuando hable con ella.
Al fin de tanto esfuerzo por no botar nada llegue a la puerta de la habitación, tome aire antes de tocar la puerta.
-Señorita Lucy le traigo su desayuno -fue lo primero que se me ocurrió decir después de tanto pensamiento.
-Entra y déjalo en la mesa -Contesto Lucy.
Entonces entre en su habitación tragando un poco de saliva por los nervios.
-Aquí se lo dejo…q-que lo disfrute señorita - ¡no puede ser! se me estaba cortando la voz por los nervios, entonces voltee mi rostro para mirar a Lucy y la pude ver levantándose de su cama, camino hacia la mesa donde estaba su desayuno, lo miro detenidamente y luego me miro con esa típica mirada fría de siempre.
- ¿Qué haces aun aquí? ¡Lárgate! -su voz era espantosa.
-Este…Yo…-comencé a decir
- ¿Qué no escuchaste? ¡Quiero que te largues de mi habitación! ¡Vete!
-Que disfrute su desayuno señorita Lucy -dije conteniendo mi voz para que no se escuchara temblorosa.
- ¡Si eso es todo entonces vete! -dijo mientras sostenía uno de mis brazos llevándome hacia afuera de su habitación.
- ¡Adiós! -fue lo único que pude oír de sus labios después de cerrar la puerta de un tirón.
- ¡Aaahhh! nunca podré hablar normalmente con ella ¿es que acaso nunca estará de buen humor? -me preguntaba a mí misma mientras regresaba a la cocina
- ¿Pero que tontería estoy diciendo? por supuesto que podremos hablar normalmente, porque yo borrare sus pesadillas y entonces…
- ¿Con quién hablas niña? -dijo la señora Clara
-N-no hablaba con nadie señora jajaja -ríe nerviosamente por la tremenda sorpresa que me causo al escuchar su voz, sorprendiéndome al habar mis pensamientos en voz alta.
-Bueno niña quien te entiende, eso era todo en lo que tenías que ayudarme, tomate el resto del día libre -me dijo
-Pero aún le puedo ayudar a lavar lo que utilizo para el desayuno de la señorita Lucy.
-No es necesario niña ¿porque no haces como los otros y sales a divertirte?
- ¿Otros? -pregunte
-Si, como Rebeca y Erick escuche que hoy iban a salir pasear a…
- ¡ah! te encontré Emely -dijo Rebeca sosteniéndome de uno de mis brazos
- ¿Emely quieres acompañarnos? -pregunto Rebeca
- ¿A dónde? -pregunte confusa
- ¡A la playa! - dijo Erick a nuestras espaldas -¡¡vamos todos juntos a la playa!! -dijo con una voz muy entusiasmada, entonces Rebeca me llevo jalando de los brazos hacia las escaleras
- ¡Hay que escoger la ropa con la que iras y el traje de baño que utilizaras!
- ¡Espera! no he dicho que iría, además ¡no tengo eso de traje de baño que dices Rebeca!
- ¡Es cierto! -se detuvo y trato de concentrase para pensar - ¡ya se! ¡te prestare uno de los míos! -dijo al fin levantando ambas manos hacia arriba y luego me empujo para seguir avanzando hasta llegar a su habitación, entonces busco dentro de su armario de ropas y me mostro una ropa diminuta separado en dos partes, a lo cual me parecían trusas para utilizar dentro de cualquier tipo de ropa según entendía, aunque no tenga mucho tiempo viviendo como un ser humano sabía que esa ropa no era para uso diario.
- ¿Porque me muestras estas trusas tan coloridas? -dije por los extravagantes colores que tenían esas pequeñas ropas.
-Ja jajajaja… ¿Pero qué estás diciendo Emely? esto es el traje de baño que te prestare.
- ¿Q-Que? ¿No te entiendo? -le pregunte a Rebeca, porque sinceramente no la entendía a que se refería con traje de baño ¿y que era eso de playa que hablaba Erick?
-Me refiero a que utilizaras esto para que vayas a la playa -dijo señalando la diminuta ropa que sostenía en sus manos con una gran sonrisa en el rostro -después de todo tienes el cuerpo de una modelo ¡que envidia!
-¡¡Voy a usar esoooooooooooooooooo!! -dije gritando con todas mis fuerzas por la respuesta que me dio Rebeca
- ¿Pero que fue eso? es algo normal porque todo el mundo viste de esa manera en la playa Emely
- ¡¿Todo el mundo va vestido de esa forma?! ¡Pero es como vestir trusas sin ninguna ropa grande encima! -Trate de no gritar, pero… no podía creer que todas las personas que iban a ese lugar llamado playa tenían que vestir así.
-Si Emely ¿acaso nunca has ido a la playa?
-la verdad no…
¿qué debería decirle como mentira para tener una buena excusa de no conocer ese lugar?
- ¿De dónde vienes Emely? -una pregunta que me sorprendió bastante ¿de dónde venía? ¿Por qué soy diferente a los demás muñecos? ¿Qué me hace especial? me preguntaba perdiéndome en mis pensamientos
-Y-Yo…vengo de… -decía sin encontrar palabras para completar la frase, cuando entonces para mi alivio llego Erick.
- ¡que esperan chicas hay que aprovechar que aún es temprano para apartar un lugar en la arena!
- ¿arena? -todo era tan confuso ¡Qué molestia! realmente quería saber el lugar ese y el porque las personas tienen que ir vestidas de un modo extraño y además ¿arena? ¿a que se refería Erick con eso?
- ¡si! ¡vamos! -dije con entusiasmo para de una vez por todas conocer ese peculiar lugar. En un par de minutos Rebeca me ayudo a cambiarme con unos pantalones cortos a que ella denominaba short, un polo largo con rallas con una correa en la cintura, un sombrero en la cabeza y unas sandalias delgadas, además me hizo llevar en los brazos una cartera con algunas ropas. Rebeca también se vistió con esos pantalones cortos, aunque de diferente color y un polo más corto que el mío tanto en los hombros como en el largo. Erick también llevaba esos pantalones cortos, aunque más largos y de un color oscuro, su polo era de color blanco y también llevaba sandalias y sobre todo llevaba un gran equipaje.