8 Semana

El día después de eso pasó sin ningún conflicto o relevancia para ninguno de los hermanos. Javier por estar tan ebrio no se acordaba muy bien de nada de lo sucedido cuando se despertó dentro de un contenedor de basura en un callejón del barrio, dónde era que Christopher en realidad lo había transportado tras la pelea y su desmayo. Mirian después de haberlo noqueado tomo un poco más de confianza en sí misma y no permitió que él pasará por encima de su autoridad.

Celeste con cada día que pasaba se volvía más cercana a Chris, almorzando juntos y pasando las tardes en casa de alguno para gran deleite de sus madres, mientras que Isaac había dejado de molestarles en las horas de clases y recesos. Aunque en opinión de Christopher siempre parecía estar detrás de él observándolo, vigilando todo lo que hacía y estando con el ceño fruncido a Celeste, pero hasta ahí nomás las interacciones si se podría llamar así, los dos tres no se cruzaron nuevamente, limitándose en saludos cortos en clases.

En la empresa las cosas estaban siendo perfectamente manejadas por Romina y marchaban a la perfección pese al cambio de CEO. Ella enviaba informes periódicamente para mantenerlo al día de todo lo que los tiburones intentaban hacer, o de las decisiones que se tomaban y también de cómo tanto Erik y Franco interactuaban con Esteban.

Los hermanos después de la primera llamada crearon un pequeño ritual. Todos los días se llamaban a la misma hora y hablaban hasta que uno de los dos se quedará dormido y el otro tenía que cortar. En esas llamadas hablaron de sus vidas, de lo que querían en el futuro cercano, de las anécdotas e historias de lo que hicieron de niños. Sus padres fueron mencionados pero se les dificultaba. Un tema bastante importante era que ambos son adoptados pero decidieron, por acuerdo mutuo, encargarse de eso después de que cada uno volviera a ocupar su lugar.

Para Christopher le era aún difícil volver a su verdadera casa, pero tenía que hacerlo eventualmente y se estaba preparando para eso. Esteban le había pedido pasar el fin de semana juntos y el mayor no se pudo negar verlo. Ninguno de los dos sabía quién de ellos había nacido primero pero Esteban despertaba una inmensa sensación de protección a Chris que le era difícil negarle las cosas por lo que se hizo cargo del papel del hermano mayor.

Esteban en cambio se sentía los primeros días mal por haber dejado a su madre sola con Javier y no estar con ella, solo se tranquilizó después de que su hermano le contara sobre la confrontación y como su madre se había defendido propinándole un golpe dejándolo nocaut. Tener un hermano era agradable, lindo, cálido, era como si al encontrarse nuevamente pudiera llenar la parte en sus interiores que faltaban y no sabía que era así, le dio seguridad de que no estarían solos nunca más. Y conocer dónde habían sido criados y junto a quienes fue un paso más cerca de converger, de ver lo que lo transformaron en ellos. La mansión de los McWhithe era enorme para Esteban, pero pese a los prejuicios que siempre tuvo por las familias ricas en su mente, principalmente debido a sus compañeros, no era como se había imaginado que sería. En toda la casa se podía sentir la calidez de un hogar, lleno de fotos, retratos y objetos que uno no asumiría encontrar en tal lujosa mansión. Romina le había dicho en que trabajaba los padres de Christopher y se sintió feliz por saber que por más rico que estos fueron no dejaron que se eduque solo o por alguien más a causa de sus trabajos, sino todo lo contrario, le dedicaron todo el tiempo posible para estar junto a él y enseñarle, lograron formar un ser humano excepcional. Erik también habló de ellos, recordando sus momentos junto a ellos con nostalgia y cariño pese a su perdida tan resiente, eran una familia un tanto extraña pero una familia y de eso no había duda.

Tampoco pasó desapercibido para Esteban la atracción que mostraba Romina a Erik y viceversa, ni del como bailaban uno alrededor del otro cada vez que se veían en persona, aunque parecía que ninguno tenía el valor de hacer un movimiento para acercarse al otro o de darse cuenta siquiera que el otro sentía lo mismo.

La otra persona que estaba tratando de hacerse notar desde que se instaló, y que siempre le entregaba obsequios para llamar su atención era Franco. Al principio fue raro, saber que era la pareja destinada de alguien, que su alma formaba parte del alma de alguien más, que por más que lo rechazará tendría que permanecer a su lado para su supervivencia. Sí, los hombres lobo tenían una pareja destinada del cual, literalmente, dependían para sobrevivir una vez que la encontraran. Pues una vez que eso sucedía se creaba un vínculo automático, un lazo, que unía sus almas, si la persona no era otro hombre lobo esté podía rechazarlo pero, por la conexión entre los individuos, no podía perder el contacto y verse cada cierto tiempo para permitir al lobo dentro del hombre lobo no consuma la mitad humana y se volviera salvaje.

Después de pensarlo y analizarlo por varios días decidió hablar toda una noche con Christopher sobre cómo se sentía, que pensaba sobre eso y otras cosas más. Llegó a la conclusión de que no lo conocía, por lo cual no podía decidir si darle una oportunidad o no. Por lo que antes que nada se conocerían y dentro de un mes, tiempo que había decidido su hermano por él, daría su veredicto.

Cuando tomó el valor suficiente para sentarse frente a Franco y contarle todo lo que había decidido después de tartamudear mucho, sonrojarse completamente y querer huir de su presencia, él sonrió y estuvo feliz de su decisión, aceptándola completamente y le felicitándolo por ser más sensato que él en el curso de acción de la situación.

Las cosas entre ellos quedaron más tranquila después de aquello y dejaron todo el asunto de la pareja destinada a un lado para simplemente conocerse y ser amigos. Sin la tensión entre ellos las conversaciones comenzaron a fluir poco a poco y pronto comenzaron a formar las bases de una bonita y sencilla amistad.