Cena familiar
El aire era tan frio, no como lo recordaba Ethan. El parque seguía igual que hace años, lleno de plantas y cubriendose de basura. Los juegos en los que el trepaba ahora estaban comoletamente dañados y en estado de descompozición. El bar seguía ahí, solo que se notaba aun peor. El olor a orina mataba el olfato de cualquiera que pase cerca. La iglesia era lo único que no habia cambiado.
Ethan observaba las vistas mientras conducía en su auto. Un vejestorio que se caía a pedazos. Todo por mantener la apariencia de ser un pequeño granjero sin futuro de algun lugar entre las montañas. Su camisa roja y negra de cuadros con algunos huecos lo hacían lucir pobre, tal y como el quería. Llevaba un tank top blanco abajo de eso. Sus jeans ajustados y botas marron. Parecía mas el estereotipo de un leñador, incluso se había dejado crecer la barba.
Antes de llegar al infierno al que algún día llamó casa, paró por un cigarrillo en la gasolinera cercana. El señor aue atendía ahi, un viejo al que todos llamaban jakson, lo observó y lo saludó. Ethan hizo lo mismo. Luego de un rato, llenó el tanque con gasolina y tiró el humo del cigarrillo.
El viejo a duras penas podía moverse, pero aún se veía alegre. Ethan recordó que el era el mismo al que su padre solía comprarle carnada cuando lo llevaba a pescar. Ese recuerdo hizo que a Ethan le dieran menos ganas de ir a esa estúpida cena.
Se despidió del viejo y partió rumbo a la casa. Al llegar notó que era tal cual la recordaba, una basura. Las paredes blancas eran grise ahora, El patio estaba descuidado, muy descuidado. Aparcó y salió del auto. Ni bien lo hizo, el primero en notar su presencia fue Max, su primo.
Ethan se acercó a saludar con la sonrisa mas falsa del mundo. Notó que a lado de Max había una chica, rubia y pequeña, con una gorra.
—Wow! Si que has cambiado, mirate. La granja te ha dejado el fisico de un dios— dijo Max acercandose a abrazar a Ethan.
—hacer todo el trabajo en ese basurero que compré y llamarlo granja no fué facil, mi cuerpo solo es resultado de eso— dijo Ethan.
La verdad es que Ethan no estaba nada mal, según el. Tenia un cuerpo entrenado, era muy robusto. Y de cara no se diga, Era el mas guapo de los Blackwell, con razgos muy masculinos.
—por cierto, ella es mi novia, Trace— dijo Max dejando de la rubia salude a Ethan.
Ethan la saludó con un apretón de manos. Ella no le importaba para nada en general, asi que omitió hablar con ella y se alejo con una sonrisa a la puerta de entrada de la casa.
Ni bien tocó la puerta, su madre abrió. Con un abrazo lo saludo y lo invitó a pasar. Ethan la notaba mas acabada, nl tenía buena relación con ella para preguntarle como estaba, así que pasó.
Su abuelo y sus tíos lo saludaron. Empezaron a hacer elogios de el como había cambiado y preguntarle cosas de la granja, las cuales obviamente resoondió con mentiras. Y así hasta la hora de la cena.
Ethan subió un rato a su habitación, todo estaba lleno de polvo. Se sentó en su cama observando el lugar en el que durmió por años, su cómics seguían ahí. Levantó el colchón por un rato y accedió a sus viejas revistas porno. Seguían ahi donde las había dejado.
Debajo del colchón no solo estaban las revistas, había algo mas. Una foto, foto de el y Otto. La observó detenidamente y luego recordó uno de los motivos por los cuales no quería estar ahi, Otto Finch.
Tiró la foto a la basura y puso lo demás en su lugar, bajó al comedor y observó a todos preparandose para cenar. Todos parecían convivir en alegria, aunque Ethan sabía que era una fachada.
Para sorpresa de nadie Otto estaba ahí, cruzaron miradas ni bien se vieron. Otto no pudo esconder la cara de asombro al ver lo cambiado que estaba Ethan. Se acercó a el a ssludarlo, lemtamente se dieron mano.
—es bueno verte luego de mucho tiempo— dijo Otto esperando que Ethan hiciera lo mismo, pero el solo siguió con la charla.
—pensé que lo primero que harías al volver a verme es insultarme, pero igual es bueno verte de nuevo— Ethan no es bueno mintiendo y Otto lo sabe.
Luego de una mirada incómoda, lastimosamente para Ethan le tocó sentarse junto a Otto. La cena comenzó y lo único que quería Ethan era silencio, pero era lo que menos había. Cada persona contando anecdotas familiares que Ethan ya sabía.
La primer borrachera Max fue el tema de conversación que astimosamente se fue desciando a la fiesta de graduación.
—te desapareciste toda esa noche Ethan, de seguro te la pasaste bien con Kate Woods— dijo Max.
—La verdad es que no pasó nada importante que de hecho ya ni lo recuerdo— rrspondió Ethan. Algo que hizo que sus familiares rieran, todos menos Otto.
Claro que Ethan se acordaba, un auto viejo, un poco de alcohol y a Otto rogandole que lo haga mas fuerte. Follaron, pero no era nada del otro mundo.
Ethan terminó su plato y se lo llevó a la cocina. Luego de lavarlo se quedó un rato ahi para pasar el tiempo, pero Otto llegó para empeorarlo.—vaya, veo que no has cambiado— dijo Otto, lagrimeaba un poco, eso hacía que Ethan lo repudiara mas.
—no le iba a decir a mi familia que no solo te rompí las esperanzas esa noche— dijo Ethan agarrando un vaso de agua—tu siempre te ilusionas rápido no? Ese fue tu puto problema—
—Pero aún no pierdo la fé, yo se que me amas, es tu familia el problema? Podemos vivir en la granja, solos y sin que nadie nos moleste— Otto se acercó más a Ethan. Agarró sus manos.