John 2 días después de la presentación fue a ver a un médico, ese día también se sentía mal, por lo que sabía que si no le decían lo que tenía no podría tener un tratamiento para así evitar que algo malo suceda.
Cuando fue a ver al médico el le dijo que después de unos días le dirían lo que tenía, John sabía que tenía la misma enfermedad que Harry.
Cuando le dieron sus resultados si fue así, la misma enfermedad de Harry, John no podía entender como era posible eso, pero sabía que debía hacer algo para poder vivir más tiempo, o al menos hasta que logre completar su misión.
El médico le dijo que tenía menos de un año de vida, pues su enfermedad ya estaba avanzada.
John se desespero y quiso también adoptar un niño para que el siga sus pasos, pero después de pensarlo bien sabía que eso no tenia sentido.
John volvió a su empresa y después de hablar mucho con los empleados todos llegaron a la conclusión que para que los robots funcionen correctamente debían pasar unos cuantos meses más, quizás un año.
John se dió cuenta que el no estaría bien para ese entonces y supo que tenía que hacer algo, el agarró su carro y se fue lejos, el no quería saber nada de nadie.
Después de un tiempo el se dió cuenta que no había nada que hacer, el acepto que no estaría vivo para cuando su invento sea mostrado al mundo.
El estaba en un lugar muy alejado, estaba demasiado enojado con todos, el una noche salió corriendo a un bosque y se tiró de rodillas y empezó a gritar.
-Yo que te hice Dios?! Porque me haces esto!! Mi madre me deja, asesinan a mi padre, muere mi padre adoptivo, ahora yo me moriré sin poder lograr algo importante en la vida?!
John maldecia a Dios por esto, el quería matarse, el se quedó dormido en medio del bosque.
Un fuerte viento lo despertó, y una extraña voz que repetía su nombre lo hizo levantarse asustado.
-Me quede dormido acá, que idiota.
El seguia escuchando que decían su nombre muchas veces, y cuando volteo vio que había alguien mirándolo, John quiso correr pero no podía.
-Calmate John, creo que odias a Dios, el te quito mucho, pero yo puedo darte algo que te está por quitar también, tu vida.
-Quien diablos eres.
-Acabas de nombrarme.
-No! Jamás te daré mi alma, por la deseparación pensé en dártela pero me arrepentí, así que ni te preocupes en hablarme porque no te daré nada.
-Hmmm, hagamos esto, yo te sano de tu enfermedad, y tú me das tus robots.
-Mis robots? Por qué?
-No tienes idea de lo que son, tienen exactamente lo que necesito.
-Que cosa?
-La tecnología para quitarle la energía a él monstruo a quien debo asesinar.
-De que mrda hablas?
-No lo entenderías, solo hagamos el trato.
-Pero mi robots no funcionan.
-Yo me encargo de eso.
-De verdad?
-Si, solo firma este papel con tu sangre, te sanaras al instante y serás Steel Guardian, mi protector.
-Oye no, como que te voy a proteger? Eso no viene en el trato.
-Tu debes asesinar al guardian del monstruo que busco robar su energía, se llama Ziheger.
-Y dónde lo encuentro?
-No tiene sus poderes aún, pero la leyenda dice que en algún momento obtendrá sus poderes y será el protector del monstruo al que le robaré energía.
-Podemos hablar de eso luego? Ahora quiero firmar eso ya.
-Por supuesto amigo mío, seremos un buen equipo.
A John no le importaba que esa persona sea el mismísimo diablo, el solo quería seguir vivo para lograr su objetivo.