Era una mañana tranquila, el cielo estaba despejado sin rastros de ningúna nube, los pájaros cantaban tranquilamente. A lo lejos podía escucharse la sirena de la policía persiguiendo a unos delincuentes, cerca de un vecindario un poco peligroso se encontraba una casa, pequeña de color blanca y el techo de color rojo, estaba un poco sucia, el garage se encontraba con las puertas abiertas, dentro habían un montón de cajas con cosas abandonadas, pero lo que más se podía notar era un Chevrolet Monte Carlo de 1971. Su color era naranja y las ruedas estaban completamente pintadas de color negro. Estaba en mal estado, completamente oxidado y sus ventanas estaban sucias.
Habrían pasado unos 2 minutos, un chico de tan solo unos 23 años, vestido de una camisa para el trabajo, unos pantalones negros y unos zapatos negros, había salido rápidamente de la casa dirijiendose al garage, sacó las llaves del coche y salio volando, su nombre era Mike, estaba llegando tarde al trabajo. Su trabajo se encontraba a unos 30 minutos de su úbicacion, por lo que en algunas ocasiones se saltaba los semáforos o no respetaba la velocidad máxima, pero en otros casos tenía que esperar al tráfico, por lo que se decía:
-¡Maldición, este tráfico no se termina!
Habrán pasados unos 23 minutos pero Mike logró llegar a su trabajo, dejó estacionado apresuradamente su auto y entró al despacho. A lo lejos notó a su jefe, tenía cara de frustrado, por lo que Mike se acercó y le dijo:
-Perdón señor, es la última vez que pasa.
Un poco enojado su jefe le dijo:
-Ya es la quinta vez que me lo dices Mike, perdón por decirte esto pero estás despedido.
Mike no podía creerlo, había trabajado unos 2 años en esas oficinas y ahora estaba despedido, asi que le dijo a su jefe un poco nervioso:
-¿Pero por qué señor?
Su jefe le dijo:
-No podemos permitir a trabajadores que se presenten 12 minutos después del horario de siempre, lo quiero fuera de este lugar.
Mike no tuvo de otra que aceptar lo que le dijo su jefe y se retiró del lugar. Pero cuandó llegó a su auto notó un papel pegado al vidrio, era una multa. Mike no podía creerlo, tenía que pagar 12.000 dólares por esa multa.
Era el día siguiente, Mike estaba en su cocina tomando un poco de café, estaba un poco amargado de todo lo que le estaba sucediendo, había perdido su trabajo y también todo su dinero. Mientras pensaba como solucionar todo alguien había tocado el timbre, por lo que Mike se levantó y fue a abrir la puerta. Al abrirla se encontró con su viejo amigo llamado Carl, Carl era un viejo amigo de la escuela, tendría unos 26 años, algunas veces iban a lugares para pasarla bien y otras veces a charlar. Tenía el pelo de color negro, un poco de barba, también vestía de una camiseta blanca y unos pantalones de color azul, junto con unas zapatillas de color negra. Cunado Mike vió a Carl le dijo:
-Hey ¿todo bien Carl?
Por lo que Carl le dijo:
-Si todo bien mi amigo, pero te veo mal ¿que sucedió?
Asi que Mike le comentó todo lo que le había pasado el día anterior:
-Lo que pasa Carl es que ayer mi jefe me despidió de mi trabajo y no tengo nada de dinero.
Asi que los 2 estaban hablando como amigos, Carl le contaba que estuvo haciendo en estos días, algunas veces preguntaba que estaba haciendo con el auto de Mike, por lo que le decía:
-¿Aún sigues teniendo ese viejo coche? Deberías comprarte uno mas moderno Mike.
Asi que Mike le dijo:
-No puedo hacer eso Carl, ese coche era de mi padre y el me dijo que cuando el no este mas en este mundo que cuidara de su coche, además acelera muy bien, es mas veloz de lo que crees.
Pasaron varias horas en las que Mike y Carl estaban charlando, pero en un momento Carl le dijo a Mike:
-Bueno Mike, fue bueno pasar la mañana contigo, pero me tengo que ir, ya sabes cosas de negocios y esas cosas.
Mike le dijo alegremente:
-Ok, si ves a tu hermano salúdalo de mi parte.
Luego de que Mike le dijera esto Carl arrancó su camioneta y se fue de la zona, y Mike entró a la casa largando un fuerte respiro.
Editado: 31.12.2019