Capítulo 11 verdaderos colores parte I

Al caminar por los pasillos del palacio junto a Cristhian, algunos guardias se aproximaron.

- Señorita venga con nosotros un momento- dice el de ojos negros de forma cortez

- ¿Por qué?- pregunta Rebeca extrañada

- Su es...- Rebeca lo interrumpió- de acuerdo iré- dice firme, Cristhian que está a su lado la mira extrañado- pueden retirarse- lo hacen de inmediato dejándolos a solas

- No iras- afirma endureciendo su mirada

- No te preocupes- lo mira dulcemente a los ojos- esperame en la entrada- susurra en su oído- debo solucionar unos problemas antes de marcharnos- termina acariciando su rostro, al imaginar su vida con él

- Bien, pero no tardes- finaliza robándole un beso que la deja sin aliento- te estaré esperando- se aleja Rebeca- si tardas, regresaré a buscarte- le hace saber mientras ella desaparece en los pasillos 

Camina en dirección del despacho de Richard, toca hasta escuchar <<pase>> con un rugido, apenas abre la puerta cae un peso sobre ella,  no logro reaccionar para esquivarlo

- ¿Cómo te atreves a estar con otro hombre que no soy yo?- ruge el lobo de Richard- Voy a matar a ese infeliz- al decir esas palabras Rebeca reacciona quitándoselo de encima

- Richard, solo vine a conversar contigo de un asunto importante- logra decir al alejarse considerablemente de él, luego de la herida profunda que le hizo en el hombro con sus garras

- ¿De qué quieres hablar? ¿De la forma en que me engañas con otro?- suelta enfurecido convirtiéndose por completo en un lobo temible, rugiendo mostrando todos sus dientes

- Calmate- Rebeca retrocede con miedo, él se acerca a ella peligrosamente cegado por la ira, muerde su brazo derecho, un grito desgarrador sale de la garganta de Rebeca

- Esto te enseñará a no burlarte de mi- ruge acercándose a su cuello sacando sus colmillos

- Nunca estaré contigo, eres de lo peor- grita con lágrimas en los ojos- no permitiré que me uses, ya no volverás a lastimarme.Jamás seremos algo y olvidate del fulano matrimonio- declará apoyando sus manos en el pecho del lobo, expulsandolo al otro pasillo, como puede se levanta, pues la sangre que ha perdido la hace sentir débil

Avanza como puede por los pasillos dejando manchas de sangre en el suelo mientras va sujetando su brazo derecho, escucha los pasos veloces del lobo, mira al cielo, la luna esta cubierta por nubes negras, se transforma en loba  aullando fuertemente, él mira detalladamente cada movimiento de su adversario.

- Estás lastimada y no podrás usar el mismo truco que antes- le hace saber caminando sigilosamente hasta ella, las personas salen para observar la escena con asombro- no voy a dejarte ir, te encerrare en las mazmorras y saciaré mi sed contigo hasta que me canse y te sientas humillada- declara arrojándose para morderla

- Jamás volverás a verme, te lo a seguro por la Diosa Luna- pelea con él, lo mejor que puede pues le supera en fuerza y velocidad- no permitiré que me uses, ya no me contendré- deja fluir parte del verdadero poder que fluye por sus venas, sus ojos cambiaron a un gris claro expresivo, muy llamativo

- Hagas lo que hagas no podrás contra mi- asegura mordiéndole la pata delantera derecha a su vez ella muerde el cuello de él con brutalidad. Nadie interferia en la pelea solo se limitaban a observar