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-Feliz cumpleaños!- grito muy entusiasmado Hoseok- Mira te hice un pastel cuando te vea te lo daré- apunto un pastel con la cámara- Quiero que sepas que siempre a pesar de todo yo te voy a querer mas a que a nada y mira a quien tengo aquí- apunto a un pequeño bebé que dormía plácidamente en un coche- Salimos a pasear un rato algún día lo haremos los tres- sonrió a la cámara- Te quiero hermanita, siempre estaré contigo aquí- apunto a su pecho- Ahora la mejor parte, hice este pequeño video de algunos recuerdos...

Apagué el aparato no lo soportaba me estaba doliendo más, guardé la cámara y la tableta en la caja y lo puse a un lado, mire la ventana buscando distraerme.

Llegamos al hospital y baje lo más rápido posible tenia la necesidad de que Taehyung me abrazara, sus brazos eran cálidos y en ellos encontraba confort. Espere a que nos abrieran las rejas y cuando lo hicieron trate de correr pero Jin me lo impidió.

-____ se que quieres ir con alguien pero primero tienes que cambiarte- dijo calmado- Vamos

Entramos al edificio y Jin fue a donde entrego el permiso con el que salí y me dio la señal para que pudiera irme.

Camine rápidamente y entre a mi habitación donde ya estaba la pijama en la cama, entre al baño y me cambie lo mas rápido posible y salí hacia su cuarto

Toque la puerta y que estaba entrecerrada y salió, tenía sus ojos cerrados y su cabello desordenado y bostezo como si no hubiera dormido pero al verme se quedó paralizado tal vez no me esperaba.

-____- sin esperar me lancé a sus brazos, sentí su cuerpo tensarse y sin importarme empecé a llorar nuevamente- ¿Qué paso? Tranquila todo estará bien- sentí sus brazos envolver mi cintura y como hundía su nariz en mi cabellera.

-No puedo- dije mientras seguía llorando- No sin él- el me llevó a la habitación e hizo sentarme en la cama, él se arrodillo frente a mi.

Tenía el rostro caído, mis ojos vagaban por mis manos las cuales estaban entrelazadas con las suyas un acto bastante tierno para mí pero el dolor que sentía era mucho mayor y no podía parar de llorar. Sentí una de sus manos reposar en mi mejilla dando círculos con su pulgar en un intento de secar las lagrimas que seguían saliendo.

-Se que es difícil y mas para alguien como nosotros, el dolor que uno siente a veces puede ser muy sofocante a tal punto de acabar con uno mismo- tal vez él sabia lo que se sentía perder a alguien tan importante- Pero tu sabes que a tu hermano no le hubiera gustado verte así, en algún lugar él esta observándote y tal vez esta muy triste como tú, él y tu hermana.

-Quiero que este aquí, que todo haya sido una simple pesadilla, que el venga y me despierte- mi voz salía entrecortada- Quiero que ellos estén aquí- solloce

Sentí su otra mano posar en mi otra mejilla levantando mi rostro haciendo contacto visual, tenía una mirada cálida con algo de tristeza y casi una sonrisa en sus labios, sus manos estaban tibias. Mis lagrimas dejaron de caer me había perdido en aquellos ojos, podía ver el cielo en ellos, eran simplemente lindos.

-Dejaste de llorar- dijo en bajito mostrando una sonrisa contagiosa, agache la mirada pero él volvio a levantarla- No es bonito ver a las personas que quieres llorar ____- volví a observarlo ¿acaso él dijo a personas que quieres? ¿Él me quiere? No, una persona como yo no puede amar y ser amada.

Baje nuevamente mi mirada, cada noche me repetía las mismas palabras Una persona como yo no puede amar ni ser amado, una persona como yo esta maldita. Era una tortura psicológica que cada vez que lo recordaba producía estragos en mi mente. Sin querer unas lágrimas salieron.

El volvio a secar mis lágrimas como si le molestará verme llorar.

-____ duele verte llorar- susurró borrando esa sonrisa, ahora me sentía culpable.

-Lo siento- dije ahora secando yo mis lágrimas con las mangas de mi camisón y mi mirada volvió a su rostro el cuál cambio de expresión a una mas tranquila. El tiempo pasaba y solo podía seguir observando aquellos ojos, cabellos negros que descendían por su frente hasta casi cubrir a sus ojos.

Sin pensarlo mi vista ya estaba vagando por esos labios, tenía ganas de ¿besarlo? Sus ojos vagaron por mis labios luego volvimos a vernos directo a los ojos, el empezó a acercarse, mi corazón latía muy rápidamente, sentía su aliento chocar con mi cara y sus manos bajaron a mi nuca haciendo que yo también me acercara, podía sentir sus nervios al igual que los míos. Y sin pensarlo mucho nuestros labios se unieron quedando así, sin movernos, nuestro ojos estaban cerrados, mi corazón latía desenfrenado, y sentí que casi me colapsada cuando sus labios empezaron a moverse sobre los míos tarde un poco en reaccionar y responder al beso pero luego nuestros labios danzaban juntos en perfecta armonía.

Nuestros labios se separaron por la falta de aire el me sonrió con nerviosismo y yo estaba con las mejillas calientes, aquel beso me había hecho sentir un sentimiento que nunca antes había experimentado en mi vida, tal vez por que nunca había salido con un chico por el hecho que todos me llamaban loca.

-Yo... siento que me enamore de ti- dijo con nerviosismo- Desde aquel día en el que soñé contigo... Se que no es el momento pero quería decírtelo- era un momento hermoso sentía por un momento que era feliz pero aquel sentimiento se derrumbó, yo jamás podría serlo, yo no nací para amar, mi corazón se detuvo casi un instante, la realidad choco conmigo y empecé a llorar nuevamente.

-_____ Yo... lo siento, lamento si te incomode- negué entre lagrimas, no era culpa suya- Entonces ¿por qué lloras?- preguntó con nervios.

-Personas como nosotros no podemos amar- dije con aquel sabor amargo- Siempre nos juzgarán y dirán que las personas que tienen problemas mentales no merecen ser amados porque creen que estamos malditos.

El cambió su expresión a una seria la cual era intimidante y tal vez daba miedo, me miro casi molesto.