Cap 3 Señora Montes

Esta tarde llevo a las niñas  al dentista, cada mes las niñas deben tener un chequeo para saber cómo se encuentran de salud, y con ellas va mí pequeña Caro, ella se ganó mí corazón.

Carolina es una niña muy dulce y obediente, callada y servicial, siempre está dispuesta a ayudar a sus compañeras.

Hace mucho tiempo que espera que llegue ese momento dónde pregunten por ella y la lleven como una verdadera hija.

Ya le han llevado tres veces a hogares de tránsito, pero jamás se concretó, en la primera el hombre la golpeó hasta dejarla sin sentido, solo por qué le dijo que no le gustaban las hamburguesas.

En el segundo hogar, la llevaron por el dinero que les otorgaba el estado, y su indiferencia la hizo sufrir mucho, hace un año lá llevo una pareja amorosa, en apariencia, pero solo querían una sirvienta, ya que lo único que ella hacia era limpiar como tal.

Y aquí está hoy, sin perder las esperanzas, esperando que lleguen aquellos seres que la amén sin condiciones y le den un hogar lleno de amor.

Llegó a nuestro orfanato, con solo dos añitos en un frío día de junio, con su carita llena de pecas y un vestidito viejo en color rosa.

La amé al instante, porque aunque su vida fuera tan trágica a tan corta edad,ya que su madre, una joven mujer, abusada y golpeada por su esposo, le dió muerte y luego se suicidó, ella siempre tenía una bella sonrisa.

Deseo con mi corazón que alguien allí fuera de estás paredes la llegue amar como ella merece, este mundo es demasiado cruel para estos niños sin hogar ni familia, ellos no merecen esta vida.

Hace diecisiete años que trabajo en esto, y he  visto tanto sufrimiento en estos niños, y saber que la mayoría cumple su mayoría de edad sin encontrar un hogar, te parte el alma, solo un puñado de niños se convierten en personas de provecho, el resto sobrevive en una sociedad indiferente al flagelo que sufren, viven como pueden, conviviendo entre la delincuencia y los abusos.

Pero no pierdo las esperanzas, de que en algún momento estos niños encontrarán un hogar, dónde los amén y los cuiden.

Se acerca la época de navidad, y la esperanza en esta época es parte de nuestra idiosincrasia.