–¡Ah!
Golpes primeramente con los puños para finalizar con patadas que eran dirigidas principalmente a las partes medias del cuerpo, para lograr dar en uno de sus puntos. El estómago. El impacto fue tanto que además del dolor provocado fue acompañado por el arrojar de su cuerpo hasta la pared, aun lado de la puerta de entrada.
–Otra vez –pronuncio la que se encontraba al frente de ella con sus manos sobre sus caderas.
La respiración agitada en búsqueda de recuperar lo que le fue sacado de golpe, una mirada tímida y adolorida que la observaba.
–Magia de la clase A. Menciona 3.
La voz de Just resonó en aquella gran biblioteca. Su caminar recto en el nivel dos de la habitación, sus manos entrelazadas y colocadas en su espalda baja. Una chica situada al frente de la pizarra de cristal en el primer nivel, una mirada nerviosa y manos juguetonas y cómplices de sus emociones era lo que la acompañaban.
–Curación, restauración y –el morder de su labio inferior. Su vista incapaz de ser mantenida en un solo punto. El soltar de un suspiro en muestra de rendición, el mismo que logro llegar a oídos de ahora el que era su maestro sin problema alguno.
–Categoría en la que ingresan los Nae de telepatía, tele transportación.
El mirar a su profesor mientras sus palabras resonaban en la habitación, sus ojos desviarse en forma de una respuesta negativa hacia otro extremo de la habitación.
–¡Choque!
El esquivar de una primera onda logrando que la segunda que provocaría “el choque”, se impactara contra ella. Su mirada de sorpresa ante el escuchar de la segunda fue apreciado por aquellos que se encontraban en la habitación, mientras que los reflejos de Luna no fueron lo suficientemente rápidos como para poder contra atacar, logrando el recibirlo y con ello que fuera arrojada contra los múltiples objetos que antes se habían colocados para las practicas. Una rubia con una expresión de preocupación se acercó al verla en el suelo sin mover un musculo.
–¡Luna! ¿Estás bien? –preguntó pasando un mechón de cabello detrás de su oreja.
–Si –respondía con una expresión de dolor en su rostro, al igual que su mano posaba en su espalda baja.
El ponerse de pie se visualizó para después Brooke alejarse de donde ella para así después volverla a mirar de frente. –¡Vacío!
–¡Ah!
Un grito más, prueba de que aun sus habilidades se encontraban por el suelo, lo que a simple vista la volvía una presa fácil, al igual que el poner en duda sobre si estaba lista para el segundo paso.
–Luna –hablo Ethan.
Situados en la cocina, solo habían dos seres que hacían uso de ella. El adulto quien se encontraba limpiando la barra de cualquier mota de polvo, para pronunciar el nombre de Luna al verla ingresar al cuarto con timidez.
–Si –respondió poniéndose erguida.
–Hazme favor de pasarme la escoba.
–Claro.
Sin perder tiempo dio la media vuelta para comenzar a recorrer la cocina con la mirada, para comenzar por las repisar para terminar por debajo de los lavaderos en busca del objeto mencionado.
–Luna.
–¡Auch!
El levantar su cabeza de golpe debido al pronunciar de su nombre, logrando con ello el golpearse con la base del lavadero donde buscaba el objeto sin éxito. Sus rodillas produjeron el retroceder de su cuerpo logrando salir del lugar, para así poder visualizar a un hombre castaño con una mujer pelirroja situada a su lado y en su mano sosteniendo un objeto de extraña figura, un palo de madera libre de imperfecciones, cerdas unidas a una pequeña base, que a su vez era unida al palo.
–Cariño –hablo Calleé–, esto es un escoba.
–Jajá –una risa nerviosa en muestra de vergüenza, un sonrojo que lo hacía más notorio, el jugar de sus dedos sobre sus muslos y su mirada intranquila–. Claro, aun soy nueva en esta vida.
–Utilizaremos algo distinto –dijo Nailik acercándose a donde el interruptor de luz–. Todo debido a que por tu falta de entrenamiento y coordinación con tus extremidades, ahora nos estamos retrasando en los planes.
El bajar de la palanca que controlaba la luz de aquel lugar dejo al aire el ver de algún objeto a Luna, se tratase de rampas o de un simple objeto detenido en alguna parte después de las pistas o pequeños bloques de concreto que se habían levantado.
–Ahora la defensa le tendremos que aumentar el entorno –dijo para después caminar a donde ella–, a comenzar.
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Editado: 15.06.2020