Me encuentro en un patio como de escuela, con piso de cemento y techo de chapa, pero solo en algunas partes.
Todo el mundo parece estar en sus propios asuntos, charlan de cosas que no puedo escuchar y caminan por ahí mientras comen, otros están simplemente parados o sentados en el piso.
Todo se parece al típico ambiente escolar, más específicamente el recreo, pero aquí hay una diferencia y es que absolutamente todos parecen ser adultos, incluso mis padres están aquí.
Yo estoy confundida, no se como llegue a ese lugar, no se exactamente en donde estoy y las únicas personas que conozco no me prestan nada de atención.
Lo único que puedo hacer es quedarme parada y pensar en que esta pasando, ojalá pudiera decir que lo descifre rápido, pero en realidad me tome mi tiempo. Observé todo detenidamente y note varias peculiaridades a mi alrededor, como que un pedazo de chapa simplemente flotaba sobre mi cabeza o que varías personas compartían la misma cara.
De repente algo me hizo clic y mi reacción a eso fue gritar lo más fuerte que pude la respuesta que me acaba de llegar a la mente:
—Aaaaaaaah, ya lo entiendo. ¡Esto es un sueño! (Soy una estúpida, lo sé)
Apenas y termine de decir aquello, cuando todas las personas voltearon hacia mi de una forma tan repentina que salte del susto, me miraban con los ojos bien abiertos y sin pestañear.
Luego mis padres y otras personas se acercaron bruscamente hacia mí, tirándome al piso y agarrando con fuerza mis brazos. Ellos solo se quedaron ahí, mirándome sin pestañar y apretando cada vez más fuerte mis brazos.
Editado: 16.03.2024