Todo estaba marchando bien. Hace tiempo que lo malo solo le pasaba a ella y, eso de verdad que le hacía sentir un poco bien de alguna manera.
Sin embargo......Ya habían pasado tres días desde que los médico confirmaron que supuestamente había un objeto metálico en el abdomen de Sam. Pero durante la operación sólo sacaron una especie de ceniza negra que salió expulsado como volcán tras el corte. No se sabía cómo había perdido tanta sangre, lo único grabe era su abdomen.
Tuvieron que hacerle una transfusión de mediato en cuando llegó a la sala de urgencias.
La primera vez que Yeimy lo vio él estaba con la piel de un color violeta y con los ojos oscuros. sus ojos azules se habían perdido, al igual que el corazón de ella que quedó prácticamente destrozada al mirarlo en ese estado.
Sus fuerzas la habían abandonado en esos instantes y su inconsciente agradeció a los doctores cuando la arrastraron fuera y le impidieron el pase.
Aunque en ese entonces no había nada anormal.
Cuando Sam despertó aquella tarde, tres días después, Yeimy salió de la cafetería sin siquiera terminar de escuchar lo que le iba a decir su tío y corrió al hospital con esperanzas de que estuviese completamente recuperado.
Y no fue así.
Al entrar a la habitación de Sam se puso contenta por un momento, hasta que él la miró.
Envés de alegrarse, él comenzó a lanzar alaridos espantosos, había algo en su mirada que le impedía reconocerla.
Los latidos de su corazón perdían el ritmo y, la maquinita que controlaba su pulso comenzó a acelerarse luego a disminuir. Dos enfermeras y un doctor entraron corriendo, una le dijo que esperase afuera cerrando la puerta delante de ella.
Se quedó parada en la puerta mirando con ojos llorosos.
Le quitaron la sábana después de ponerle un calmante para poder ver la herida. Yeimy se tapó la boca y Comenzó a llorar horrorizada, en su abdomen había una mancha negra, era muy extensa.
en ese momento llegó Kate con su tío Brams. No se había percatado de sus presencias, su amiga sabía que Yeimy estaba demasiada afectada pero no había visto lo que ella sí. trató de calmarla pero a cambio recibió un empujón.
_¡¡Déjame sola!!
Salió desconcertada del hospital, aquella mancha era exactamente igual al que había dejado al tocar la pared en el baño de Kate. No podía ser cierto, no..no lo era ..era ella la única...hasta ahora.
Con la vista borrosa salió del edificio.
Afuera el cielo congelado hizo caer gotas frías de lluvia, cubriendo las lágrimas que corrían por sus mejillas.
Quedó empapada rápidamente, las personas que corrían de un lado a otro y algunas que tomaban un taxi fueron desapareciendo poco a poco, quedando sola en medio de su propia tormenta combinada con cientos de preguntas que la culpaban.
No dejaba de ver esas imágenes en su mente. Ella no era la causante de lo que le había sucedido a su hermano y eso sólo significaba una cosa.
una necesidad enorme de estar sola la invadió, cómo a la mayoría de las personas cuando pierden a alguien.
Cuando logró calmarse un poco se percató que ya estaba demasiado lejos del hospital, lo suficiente para saber que estaba sola.
caminaba lentamente con el rostro pálido cuando escuchó sonar la campanilla de una tienda ubicada en la otra cuadra frente a ella. La persona que acababa de salir no la vió, al contrario que ella quien lo reconoció de inmediato.
Evhan se apegó a la pared para evitar la lluvia. llevaba un abrigo negro hasta la rodilla y un pantalón negro, luego sacó un pequeño paraguas de color azul que estaba cubierto por su abrigo y al liberarla está se extendió a un metro alrededor de ella.
Yeimy continúo su camino temiendo que la viera y suplicando que la lluvia la cubriera de cualquier peligro.
Dió la vuelta en una esquina olvidando al dueño del Paraguas azul y recordando toda su vida qué en un abrir y cerrar de ojos estaba por venirse abajo. se envolvió aun más en su propio abrigo completamente empapado tratando de crear un poco de calor para su cuerpo frio.
Solo pocos automóviles deambulaban de un lado a otro. Era probablemente la única que caminaba en las aceras.
Caminó y siguió caminando, hasta que llegó al borde de un río. se quedó parada, viendo como la lluvia se impactaba contra las aguas calmadas de la corriente. rendida y cansada se sentó en la Vereda y se puso a observar la palma de su mano.
Su debilidad era recordarlo todo. Y lo aceptó, se dijo a sí misma que era su culpa que su padre haya desaparecido aquella tarde, que era su culpa que su madre viviera infeliz desde yá hace años , y Sam, se sentía tan culpable por él.
Su ser comenzó a inundarse de una soledad inexplicable, de pronto su sentimiento cambió a uno de temor, levantó la vista y vio que al frente, al otro lado del río, dos hombres la observaban con mirada extraña. Ella se puso de pie, su instinto de gritaba que huyera pero por auto reflejo estuvo apunto de dirigirles la palabra cuando un paraguas azul le tapó la vista.
El corazón le golpeaba con frenesí, hasta que alguien la sujetó. Una mano la jaló de la muñeca y una voz le dijo que corriera, que no mirara hacia atrás.
Tenia miedo....
La manera en que los ojos de esos sujetos la miraron le sacudió hasta el alma de puro terror. Tanto que sus cinco sentidos quedaron en blanco por unos minutos, en esos minutos solo veía oscuridad.
En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba corriendo lo más rápido posible, guiada por una mano que apenas distinguía por la lluvia. Las calles estaban desoladas y casi oscuros, las puertas cerradas y unas cuantas ventanas iluminaban apenas hacia el exterior.
En Polonia solía escaparse de su casa para jugar con Russel quien también hacia lo mismo. Ambos disfrutaban de la lluvia, ella era libre cuando estaba con el...ella era ella misma.
"Ru...ssel"
Siempre estaba con ella luego de que sus travesuras la enfermaban con fiebre. En varias ocasiones ambos tuvieron que estar en cama con la temperatura demasiado alta escuchando los sermones preocupantes de sus madres que duraban dos horas y a veces hasta más.