Prólogo

Desde pequeña he creído en los príncipes azules. Pensaba que algún día vendría algún apuesto príncipe a rescatarme y nos fugaríamos a un castillo donde pudiésemos vivir felices para siempre. En ese entonces era muy pero que muy pequeña, no me juzguéis. Además, creo que tantas películas Disney me afectaron en esto de “la búsqueda del chico perfecto”. Incluso llegué a escribir más de 15 cartas de amor durante mi época de estudiante. Realmente no sabía que era eso del amor, pero creo que ahora tampoco lo comprendo del todo…

Bueno, dejemos de hablar de mi pasado. Voy a presentarme de una vez por todas. Mi nombre es Indira y soy escritora. Mejor dicho, casi escritora. He intentado publicar dos de mis obras y ninguna ha sido aceptada. Aunque no lo parezca a simple vista, el hecho de que no te acepten ninguno de tus escritos puede llegar a afectar bastante a tu ego, sobre todo al mío. Puede parecer absurdo, pero esa es la razón por la cual me quiero mudar a Europa: Quiero encontrar el amor de mi vida o, mejor dicho, un amor de verano, ya que solo me quedaré por tres meses.

Provengo de la India, pero solo querré regresar si puedo terminar de escribir mi novela romántica. ¡Esta vez sí, lograré que la publiquen!

-Espero que con esto sea suficiente –guardo la carta en el sobre y escribo mi firma con la pluma que me regaló mi hermano por mi cumpleaños. Escribo la carta a una familia europea que busca una chica extranjera de intercambio, así que no me lo pienso dos veces. Envío la carta por correo y solo me queda cruzar los dedos para que sea yo la afortunada.

Estoy nerviosa.

Es la primera vez en mi vida que decido coger un avión por mí misma y volar hacía un lugar donde no he estado nunca antes. Tengo miedo, pero sé que podré afrontarlo. Necesito explorar y conocer nuevos lugares para que mis libros parezcan más realistas. Al fin y al cabo, ese es mi trabajo y no pienso rendirme. Sé que algún día publicarán mis novelas y nunca más volverán a rechazarme.