Antonio se acercó a Héctor y a mí, en voz baja nos dijo que estas personas actuaban de modo raro. Nos dijo que es mejor vigilados. La verdad no parecía una familia de verdad y estaban muy limpios y bien alimentaros.
—Antonio, llama al grupo de mi hermano y diles lo que piensas de esta gente, si piensa igual que tú, enviara refuerzos. —dije en voz baja.
Durante la presentación de los nuevos, varias personas me miraron y Maite me dijo que bruno llevaba una radio escondida en la ropa y eso no le gusto.
—Vale, Antonio va a avisa a mi hermano, mientras tanto les seguiremos el juego, hay poner a los niños en un sitio seguro y evitar que se acerquen a ellos. —dije.
Nadie dijo nada sobre mi plan, parecían más tranquilos. Ha pasado un rato y hemos visto a Daniel habla por su radio y decía:
—Estamos listos, los muy idiotas no sospecha nada, os esperamos a las 18:00 y tendremos este lugar. — Daniel
Son casi las 18:00 y estamos listos para un ataque, Sergio ha envíalo a algunos de sus hombres, están escondidos cerca de la urbanización. Elea nos ha pedido que nos reuniésemos porque quería habla con nosotros y hemos ido con ella, tenemos las armas escondidas debajo de la ropa. Cuando entramos en la casa, estaban Daniel, Bruno apuntándonos con sus armas y en un descuido hemos sacado las nuestras. Quedaron sorprendidas porque íbamos preparados.
—No pongáis resistencia vamos a tomar este lugar.—-dijo Daniel
—No lo creo. —conteste.
—Tenemos hombres fuera, esperan una señal para entrar. — dijo Bruno
De golpe se escucharán disparos, parecía que había una guerra fuera. Elea miro a Daniel con preocupación y miedo.
—¿Que está pasando fuera? —pregunto Elea.
- Nosotros avisamos a otro grupo y adivina lo que está pasando. -dije
—Bruno ¿Qué hacemos ahora? —pregunto Daniel.
—No lo sé, no parecían tan listos. —contesto Bruno.
— Porque nos os vais de aquí, rápidamente y no volvéis nunca. —dije
Cuando bruno me apunto, miguel le disparo y eso hizo que nos disparásemos, bruno, Daniel y Elea están muertos, Héctor y Maite heridos. Pero hemos ganado de momento, Miguel se llevó a los heridos, salir para ver cómo estaban las cosas. Había unos quince cuerpos en total de ambos bandos, se me acerco una militar era rubia, alta.
—¿tú debes ser Ana? —me pregunto
—si—le conteste.
—soy la capitán García, Sara García, he oído habla de ti—me dijo.
—Gracias, por la ayuda. —le dije
—No es nada. —me contesto.
—Sí, queréis podéis quedados aquí esta noche y podemos curar a vuestros heridos. —le comenté.
—Vale, avisare por radio, que nos quedamos esta noche. —dijo
—sabes, te pareces a tu hermano, eres lista y amable pero no estúpida. —me dijo con una sonrisa.
—tu hermano me salvo y eso que le caía mal y gracias al pudimos recupera la base, que estaba llena de infectados. —continuo
Miguel con la ayuda de Sebastián empezó a entender a los heridos.
.—Tenemos que poner centinelas, que vigile, por deciden volver a atácanos. —dije a Antonio.
—Tienes razón, buscaré donde pueden ponerse. —dijo Antonio. Empezó a mirar por el muro por si pudiera poner unas torres de vigilancia, hizo lo mismo por el bosque. Y encontró varios sitios para ello, solo le faltaba material de construcción.
Hemos enterrado los cuerpos y reforzado la seguridad. Sara nos dijo que ellos podían ayudarnos con las torres y nos dijo donde podíamos conseguir el material.
Se ha hecho muy tarde y hemos empezado a cenar, he estado hablando con Sara y me conto como Sergio ideo un plan para recuperar una base militar llena de infectados. Su plan fue que se separan en grupos y que entraran en salas pequeñas, luego llamar la atención de los infectados ir matando por grupos reducidos, tardaron 2 semanas, pero fue un éxito y no perdimos a nadie.
La verdad que no me extraña ya que a Sergio siempre se le ocurría buenas ideas. No he podido dormir, no paraba de pensar en otro posible ataque. Mañana le pedirle a Sara que nos enseñe tácticas militares para estar preparados.
Ya ha salido el sol, me he dado una vuelta por la urbanización y me he encontrado con Sara y le he dicho lo que había pensado y está conforme y me dijo que buscara voluntarios para que se queden aquí para fórmanos.
Sara ha hablado con sus hombres y se van a que dos, uno es Víctor de 26 años, tiene el pelo castaño claro, que nos enseñara a manejar las armas y el otro es María de 30 años su cabello es cobrizo, es especialista en combates cuerpo a cuerpo. También nos dirán como hacer trampas para posibles enemigos. Voy a hacer un horario para las clases, serán dos grupos, en el primero irán: Maite, Sebastián, Héctor y yo. Nosotros entrenaremos con María y luego están Miguel, Ricardo y Leo que estarán con Víctor. Mientras que nos preparamos Antonio y Luisa se ocupa de la seguridad, Gabriel y Miguel cuidan de los heridos.
El entrenamiento ha durado dos horas, aunque María me ha hecho entrena más tiempo y he acabado muerta de cansancio porque me ha hecho entrenar más que a los otros.