19. Regresando a casa

Beltrán conduce el carro del palacio, vamos todos callados, yo me hago la dormida para que no me hagan preguntas, después de un rato si me duermo.

-Llegamos- escucho la voz de la reina Alexia.

-Si- digo entredormida abriendo los ojos.

Beltrán abre la puerta y sale la reina, tomo un respiro y salgo detrás de ella.

-Bienvenida nuevamente- dice Beltrán sosteniendo mi mano.

Camino por los pasillos y todo este silencio.

-Nadie sabe que vendrías- susurra la reina detrás de mí.

- ¿Y dónde están todos? - pregunto para saber de Chloe y Alexander.

-Chloe y Alexander están en Sudáfrica.

-Oh muy bien- me tranquilizo un poco ya que no quiero verlos, bueno solo a ella.

-Pero regresan mañana por la mañana- agrega.

-Perfecto- sonrió falsamente.

Nos dirigimos a mi habitación -aquí estarás mejor – me da un beso en la frente mientras me apoya a acomodarme en la cama.

-Muchas gracias- sonrió a ella -gracias por todo.

Dejan mis maletas y se retiran, miro el reloj y son las 11:30 de la noche.

-Buenas noches, George- digo al aire de la habitación.

Me duermo muy pronto, así que como era de esperarse sueño con George, con su compañía, estamos en un lugar con un campo abierto y él está feliz abrazándome.

 Me despierto llorando, son las 3:00 am y no puedo evitar sentirme fatal, mi cuerpo lo necesita, necesito su calor.

Trato de dormir y prendo mi teléfono, este suena inmediatamente. Llamada entrando de George, lo miró fijamente y no contesto. Me llega un mensaje.

Mensaje de George:

Chelsea, sé que leerás este mensaje y tal vez no me contestes, solo quiero decirte que leí la carta que me escribiste.

Yo también soñaba con una familia a tú lado, solo que tuve miedo de decírtelo y que pensaras que iba demasiado rápido.

Me duele mucho el hecho de perderte, y nunca me perdonare lo estúpido que fui, te extraño demasiado.

Lo apago y lloro, leyó la carta que con tanto amor verdadero le escribí, limpio mi cara y me dispongo a dormir nuevamente.

-Buenos días- escucho una voz a lo lejos en mis sueños.

Abro un ojo y entreabro el otro cuando lo veo a él solo digo-Alexander- sobresalto un poco.

-Me dieron la noticia de que te quedas- dice sonriendo, acercándose a la cama.

-Si- me tapo la cara con la almohada.

-Voltea a verme- pide ya sentado al lado de mí.

-No.

Me quita la almohada de la cara - ¿Que tienes? ¿estuviste llorando toda la noche? - pregunta preocupado.

-No- digo, pero el sabe que le miento.

-Necesito que me digas que te paso exactamente- pide mirándome a los ojos, como es su costumbre para hacerme decir la verdad.

-Necesito que planees tu boda- pido.

Me mira confundido - ¿De qué hablas mujer?

-Alexander enfócate en tu boda y no en mí, te lo pido, está bien- me volteo al otro lado de la cama.

-Chloe salió a la prueba de vestido, yo solo quiero pasar tiempo con mi mejor amiga- jala la cobija hacia él.

-Sky te extraña- Sky es mi caballo que me regalaron por mi cumpleaños #12.

-Si, mejor vamos a cabalgar- propongo -pero debes cuidar de mi- digo mostrándole mi mano.

Sale de la habitación y me pongo mis jeans con una chaqueta de cuero y mis botas favoritas.

Nos encontramos en el establo y veo a Sky -Mi niña estas tan hermosa- acaricio a mi yegua.

-Te extrañaba- dice el encargado de los caballos.

-Y yo a ella- digo acercando mi cara a ella, y esta, me lame.

-Estas lista- dice Alexander.

Nos montamos en los caballos y emprendemos un viaje hacia unas montañas que están a unos 30 minutos, nos la pasamos cantando y contando chistes.

Por un momento no pensaba en George, aunque traía el sentimiento de extrañarlo.

-Llegamos- se detiene.

-Hace cuantos años no veníamos aquí- digo mientras nos bajamos de los caballos que se van a dar una vuelta, así como nosotros ellos son amigos.

-Traje un picnic- volteo para verlo y trae una canasta con muchas cosas, un mantel y una bocina pequeña

- ¿Como traías todo eso que no lo vi?

-Tengo mis trucos- sonríe.

Nos sentamos sobre el mantel y acomoda la canasta, veo que trae, pan, champagne, wafles, fruta picada, unos mini sándwiches, etc.

- ¿Cuéntame, como era tú vida con George? – pregunta mirando los árboles.