Vanessa
Estoy muy ansiosa por ver cuando llegue la ginecóloga a revisarme, quiero saber por fin cual es el fruto de nuestro amor, un niño o una niña. Se que no importa que sea ya que le amaremos de la misma manera, pero al saber que será podre llamarle de mejor manera.
Baja a desayunar y todo parece igual que todos los días, nada ha cambiado, nada es inusual, pareciera que Rinaldi no estuviera aquí o ¿podrá ser que se ha ido?
Camino por el patio un rato, no puedo negar que respirara el aire fresco me hace mucho bien, me hace sentirme viva y con esperanzas de un día irme de aquí, tengo que ser optimista no tenga más que hacer eso.
Vuelvo a la casa y veo un poco de movimiento en la sala de estar, veo a Rinaldi que para mí desgracia está aquí y a una mujer muy hermosa con bata de doctor.
-Doctora Marcus, ella es mi amada esposa Vanessa Rinaldi.
-Mucho gusto señora Rinaldi, se ve usted hermosa.
-muchas gracias, el gusto es mío. -contesto sin más, no sé ni que decir me tomo por sorpresa.
-Cariño vamos a la habitación ahí está todo el equipo de la doctora listo para que veamos a nuestro bebe.
-Claro amor, vamos.
Caminamos rumbo a la habitación, yo solo sigo sus pasos ya que me lleva de la mano como que fuéramos una pareja real.
-señora hay una bata sobre la cama, vaya y póngasela para que pueda hacerle un chequeo completo y no se deje nada de ropa interior.
Me pongo roja al escuchar sus palabras, como podría no dejarme nada cuando este hombre está aquí, no puedo ni dar el paso de solo pensarlo.
-Mi amor podrías dejarnos solas a la doctora y a mí, me siento muy apenada de que me veas cuando me revisan. -veo que hace mala cara y no sé si decida quedarse o irse.
-Claro, solo avísame cuando vayan a hacer la ecografía, quiero que veamos juntos a nuestro bebe.
-Claro. – respiro con mucha más tranquilidad después de escucharlo, camino al baño para ponerme la bata.
-Señora Vanessa, ahora mismo sabremos si todo va bien con su embrazo y platicaremos acerca de todo lo que viene en estas próximas semanas.
-Claro, dígame de igual manera si algo le llega a parecer mal.
-Por supuesto.
Comienza a revisarme y aunque me da un poco de pena se que es lo que se debe hacer cuando llevan tus cuidados prenatales. Me deja saber que todo le parece bien y que no ve nada extraño ni fuera de lugar. Me alegra escucharlo, pues con ello se que a pesar de todo estoy haciendo lo que está a mi alcance para que mi bebe este sano y creciendo fuerte.
-Es hora de que pase su esposo para que comencemos a ver como se ve este bebé.
-Claro, no puedo esperar a verle.
Rinaldi entra de nueva cuenta a la habitación y aunque tengo ganas de llorar por que quisiera que fuera Ashton el que estuviera aquí conmigo, tengo que detener mis lagrimas lo más que pueda.
-Le pondré esta crema, es un poco fría, pero nada fuera de lo normal, y después de eso escucharemos el ritmo cardiaco y veremos un poco, tomare algunas medidas y podremos resolver cuando es la fecha aproximada de la llegada de su bebe.
Ashton
Sofia me dejo con la duda de quien ese hombre que se le figuro ver en las oficinas, llamo al encargado de servicios humanos y le pregunto acerca de este hombre llamado Johnny.
-Señor estoy revisando todo el sistema y no hay ningún empleado que se llame así, y tampoco es alguien que haya llegado de visita o algún cliente, ya que en el registro de entrada del edificio no se ha registrado nadie con ese nombre.
- muchas gracias por la información, si necesito algo más le dejo saber.
- De nada señor, estoy para servirle.
Cuelgo la llamada y no sé si quiero o no indagar en el asunto con Sofia, cuando pregunto se le notaba que quería saber quién era, pero a la vez se le notaba despreocupada. La llamo
-Hola Ashton ¿todo bien?
-Si solo para informarte que llame a recursos humanos y no hay nadie de nombre Johnny y tampoco fue un visitante ni un cliente.
- Te dije que no era nada importante, seguramente me confundí de persona, no te preocupes por eso.
- bueno, eso era todo. Cuídate y que tengas un muy buen vuelo.