Tan de Nadie

Capítulo 22. Tus ojos

Sofía

 

Estoy sola en casa con jonh en casa, llenando a este hombrecito de ojos hermosos de besos, es tan dulce mi pequeño, y se parece tanto a su padre, veo sus ojos, sus facciones y esa Lorda penetrante y solo lo recuerdo a él, imaginé toda posibilidad a su lado, soñaba con el en mis noches tristes, y siempre eran sueños lindos, sueños en lo que el se arrepentía de haberme pedido que no tuviera a nuestro hijo, sueños en los que el besaba si vientre enorme y amaba al igual que yo a John, sueños en que caminábamos tomados de la mano por un prado verde amándonos, pero siempre se quedo en eso, en solo Sueños. Despertaba llorando y sintiéndome completamente devastada, sin fuerzas y sin ilusiones. Hasta el día en que Jonh nació, pues ese día me lleno de valor, de fuerza y de luz, iluminó todo mi existir.

 

Escucho a ir alguien toca a la puerta y no puedo pensar en nadie mas que mi caballero andante Luke, corro a abrirle con Jonh en los brazos, mi pequeño lo ama tanto.

 

— ¿Que estás haciendo aquí?

— No podía esperar mas para hablar contigo. Es el mi…

— No es un buen momento para hablar, Si es mi hijo.

— Por favor Sofía, puedo pasar para que hablemos.

—No, te repito que no es un buen momento. Mi hijo está cansado y tengo que atenderlo.

— ¿Puedo tomarlo en mis brazos?
 

Me quedo ahí de pie frente a la puerta en un estado de Shock y como un flash back viene a mi mente todo su rechazo, sus palabras, sus miradas de desaprobación y no se como responder.

Me toma un momento antes de poder articular alguna palabra.
 

— Por supuesto que no. ¿Acaso se te olvida que no querías que el naciera?

— Eso fue un error, un grave error de mi parte y te agradezco que no me hayas escuchado y que le dieras esa oportunidad que yo no le di.

— Ahí tienes la respuesta, no estás en posición de tocar a mi hijo.

— Sofía también es mi hijo.

— ¿Hasta ahora te das cuenta de eso?

—Johan por favor vete, no quiero hablar nada de esto frente a mi hijo.

— Solo déjame abrazarlo, es lo único que te pido.

— Johan por favor no me hagas esto, no me pongas en la posición de mala.

—Solo quiero tenerlo en mis brazos, se que no lo merezco, pero estoy pidiéndote la oportunidad de tener mi primer acercamiento a el.
 

Le doy a mi pequeño y siento como mi corazón se rompe, es esto lo que siempre soñé y el me negó.

Veo a mi pequeño en sus brazos y está tan tranquilo con su padre, Johan no para de verlo a los ojos y en un momento veo como comienza a lloras y a besarle la mano a mi pequeño, escucho algunas de sus palabras y no puedo evitar llorar al escúchalo, está pidiéndole perdón a Jonh.

“Mi pequeño niño, eres tan lindo, tan inocente, perdona a este hombre ingrato que no supo el valor que tenía tu vida, pedacito de mi cuanta falta me hacía este abrazo y ni yo lo sabía, respiro tu aroma y al respirar siento que por fin mis pulmones están llenos, oh mi pequeño cuánta falta me hacías y no lo imaginaba, nunca pensé que ese hueco vacío en mi corazón estaba ahí, hasta este momento”. — Johan

Dice muchas palabras que son inaudibles y no para de llorar, toca el cabello de Jonh con una dulzura y lo arrulla con amor. Después de unos minutos veo a Jonh dormido en su regazo y es ahí donde recuerdo el dicho de que La sangre llama y no puedo detener las lágrimas.


 

—Gracias por dejarme hacer esto, Sofía me has dado lo más valioso de esta vida, no tengo como pagarte por ello, sólo quiero pedirte permiso de verlo, quisiera poder pasar unos minutos con el cada que tú lo aceptes. No sabía que el amor a primera vista existía hasta este momento.

— No puedo impedirlo, pero déjame pensar cómo y cuando. Créeme que no es un momento fácil para mi. Sabes esto hubiera deseado que pasara antes y no te imaginas cuántas veces quise que pasara y hoy no estaba preparada.

— lo entiendo y te pido perdón por ello, se que fui un ser humano despreciable, se que merecías lo mejor y no creía ser yo en ese momento.

— Yo te he perdonado desde hace mucho tiempo, sólo te pido tiempo para aceptar la situación.

— Claro, te llamaré para ponernos de acuerdo y para hablar bien. Gracias por esto mi Sofi, nunca habrá nada que valore mas que lo que haz hecho por mi.


Me entrega a John y nos vemos un par de segundos a los ojos, no puedo evitar verlo, es como ver mis sueños como un dejavú. Simplemente bajo la mirada para romper el momento. Se da la vuelta y se aleja a su auto.

Llevo a Jonh a su cuna y me siento en la alfombra a llorar, a recordar y sollozar. Tomo el teléfono y llamo a Vanessa, sólo ella puede escucharme.


 

—Hola Sofi, ¿Como estas?

—Sofía, ¿estas bien?

—No lo se… — me suelto a llorar y no puedo formular palabras.

— Sofía quieres que vaya a tu casa, o dime dónde estás?

— Estoy en casa, sólo escúchame amiga… — sigo llorando, no puedo contener todo los sentimientos que me invaden.

— Sofi, no soltaré el móvil. Voy a tu casa, dame unos minutos y estaré ahí. Pero sigo al teléfono contigo.

—Vane gracias, si te necesito.

— estoy en camino.

— te colgaré para que vengas tranquila, aquí te contaré todo.

— Vas a estar bien?.

— Si amiga aquí te veo.


 

Lloro sin parar, es como haberme roto por dentro, todo lo que perece que había reparado se destruyó en un momento. La fuerza, la valentía, todo se desvaneció.

Voy a la sala para esperar a Vane, debe estar pronta a llegar, vivimos relativamente cerca.

Abro la puerta y me pierdo en el abrazo de Vanessa, es mi única amiga y confidente, es esa hermana que no tengo pero en que ella se ha convertido, siento su mano en mi cabello y trata de consolarme.


 

— Ven vamos a sentarnos Sofi.

— Amiga, Johan vino hace unos minutos a hablar conmigo.




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