Te enamoraré (versión nueva)

Capítulo 7 "Venita de amor (parte 2)"

 

—No.

—Sí.

—No.

—Sí.

—No.

—Que sí

—Que no —gruñe la rubia.

¿Venita de amor?

Venita de desamor he de corregir.

Bueno, tal vez tenían una venita de amor pero que iba en diferentes —muy opuestas, demasiado —direcciones. Parecían tener ideas, pero la otra siempre le contradecía o decía que estaba mal y así sucesivamente.

Fue así, como el resultado de la pelea matrimonial, era que llevábamos mucho tiempo sentadas en la cafetería. Es más, lo que habíamos pedido seguro estaba ya frío, lo que era triste. Y lo único que yo había hecho, era alternar la mirada de la una a la otra. Ya empezaba a marearme y a perder la sensibilidad de mis posaderas.

—¿Por qué no? —pregunta la castaña cruzándose los brazos.  

Era obvio que empezaba a cansarse de las oposiciones de Katy.

—Porque no a todos les gusta el chocolate.

—Pero...

—¿Y si a él no le gusta? —le pregunta interrumpiéndole —Que a ti te guste no significa que a él le vaya a gustar.  

—Tú no sabes eso, y si no le gusta, él se lo dirá. 

—¿Quieres hacerle pasar por ese bochornoso momento?

La castaña me miró y como respuesta me encogí de hombros. Katy tenía un punto a su favor.

—Esa no es mi intención —murmura algo abatida —¿Y si le regalas flores?

Asiento. No parece una idea tan descabellada.

—¿Y si es alérgico a ellas? —pregunta viéndose las uñas Katy, la castaña abrió la boca para responder o seguramente quejarse, pero la rubia volvió a hablar —Además, creo que esos detalles lo dejamos para él, creo que se ve más romántico que los hombres les regalen las rosas a las mujeres. Aunque no sé porque se mueren algunas por las flores, a mí no me gusta recibir flores —hace una mueca —pero a Abi parecen encantarle.

Son lindas...

—No tiene nada de malo que ella quiera regalarle flores —frunce el ceño Pamela no concordando con la rubia —Y que a ti no te gusten no significa que a él no vaya a gustarle.

—Yo solo di mi punto de vista.

—¡¿Punto de vista?! —chilla Pamela levantándose. Creo que ya se irrito —¡Lo único que has hecho ha sido encontrar todo lo malo en lo que he dicho!

Sí, está irritada.

—Eso no es verdad.

—Lo es, al igual que me has llevado la contraria.

—No.

—¡Sí!

—No.

—¡¿Lo ves?!

—No.   

—¡Agh! ¡Eres increíble! —masculla.

—Lo sé —sonríe de manera socarrona.

Pamela entrecierra sus ojos hacia Katy. Y por un momento creo que ella de verdad desea que existiera lo de matar con la mirada. Bien, hora de intervenir. No quiero alternar mi tiempo entre un cementerio y una prisión.

—Bueno, tiempo fuera —digo levantándome también y mi cuerpo me lo agradece —Enserio aprecio su ayuda, aunque en este momento es gracioso ver a una pareja de viejitos en lugar de mis amigas —río y me encojo de hombros ante sus miradas —¿Qué? Las voy a grabar y pensarán igual.

—Mierda —se lamenta Katy —entonces esto es contagioso.

—¿Qué cosa? —pregunto inocentemente.

—Hacer el ridículo mientras te graban.

No me río, no me da gracia. Solo doy una sonrisa de labios pegados.

—¿Sabes Katy? —pregunto con un tick —Yo no quería alternar entre un cementerio y una prisión, pero... ¡Olvídalo! ¡No voy a alternar el tiempo entre un cementerio y una prisión! ¡Presa no puedo salir!

Me voy a ir contra ella, pero Pamela, ahora ya la calmada y más cuerda de las tres, me abraza y trata de evitarlo.

»¡Suéltame! ¡Solo le daré un poco de mi amor mientras deja de respirar!

—¿Así es como me agradeces por evitarte las desastrosas ideas de Pamela?

Me tenso al sentir un aura fría y tenebrosa en mi espalda. Oh, Katy…Welcome to hell

—¿Malas ideas? Abi...no puedes matar a Katy... —ríe Pamela soltandome —¡por qué yo lo haré!

—¡Pamela! —se queja Katy y rodea la mesa —¡Eso es traición!

—¡Hoy jugaste demasiado con mi salud mental!

—Si este poco acaba con ella, entonces no estás muy bien que digamos...

—Consigue un abogado —murmura Pamela —¡Porque no pienso pagar la funeraria de aquel ser!

—¡Vamos! ¡Soy un amor! ¡Alguien pagará por mi cuerpo!

No la estamos vendiendo, pero cualquiera creería que sí...

Los siguientes segundos son esquives, risas y más aura enfurecida —esta última solo por parte de Pamela —al menos hasta que Katy despeinada y cansada alza las manos.

—¡De acuerdo, de acuerdo! ¡Me rindo!

—Es tarde para redimirte de tus pecados, debiste desde el principio actuar de forma taciturna.

—¿Qué carajos? ¿Eres un diccionario arcaico?

—Los muertos no necesitan saber cosas de los vivos.

—¡Eso es tétrico! ¡Alto! ¡Alto! ¡Espera! —grita Katy cuando Pamela esta frente a ella —¡Tengo una idea! —pone sus manos sobre la mesa, me da una mirada seria y pronuncia —¿Y si mejor te pones lencería sexy y le bailas?

¡¿Qué?!

Abro los ojos, ¿Qué digo ojos? Abro los ojos y la boca sin saber qué decir mientras me convierto en una estatua sin sangre. Luego del shock inicial, la sangre me regresa con fuerza y se va directo a mi cara, seguro ahora yo estoy roja de la manera que estuvo Pamela horas antes.

Niego la cabeza rápidamente sin intenciones de hacer eso. ¡¿Qué demonios?! ¡¿Cómo siquiera ella pudo pensar en eso?!

No tengo nada en contra de quienes lo hacen, pero yo no quería hacerlo, no ahora. Y no cuando no podía ni bailar. Por qué cuando usas eso se baila, ¿verdad? Sacudo la cabeza. Aunque, eso de “no bailar” no parece aplicar cuando estoy borracha. Ahí incluso parece que tengo mejor equilibrio que estando sobria. 

¡Cómo fuera! ¡Dios, yo usaba traje de baño y encima una camiseta del doble de mi tamaño!

—Y dices que lo mío es bochornoso —se queja Pamela con una sonrisa divertida.




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