Cap.-5

– ¿Dormiste bien? –Me pregunta Ramsés – ¿Tu qué crees? –Le digo mal humorada, desde que recibí la llamada de Elizabeth no pude dormir, tengo muchísimo sueño – ¿Se puede saber por qué no dormiste si salimos temprano? –Recargo mi cabeza en mi escritorio cansada –Perdón papá no lo vuelvo hacer –En cuanto digo eso me levanto y salgo, tengo que ir a ver qué es lo que quiere hablar conmigo la señora Montañez

Toco antes de entrar a la habitación de Héctor y como no escucho contestación alguna decido entrar pero antes alguien me gana, abre la puerta y caigo de rodillas –Oh Dios mío perdón Andrea, no era mi intención –Me levanto y solo sonrió –No se preocupe

Entro y miro dormido a Héctor, checo la pantalla, veo que sus signos vitales están muy bien y lo anoto en la carpeta –Y bueno ¿Qué quería platicar conmigo señora? –Volteo a ver a Elizabeth y ella voltea a otro lado

–Vamos, puede confiar en mi –Se acerca y me toma de las manos –Hija, ya casi das de alta a Héctor y necesita hacer terapias –Asiento lentamente –No tengo el dinero suficiente como para empezar con esas terapias –Me tapo la cara porque el sueño me está matando –No se preocupe señora, yo me hare cargo de todo, así como también las terapias se las daré yo y serán en su casa –Ella me mira sorprendida por lo que acabo de decir

–Estas segura, digo creo que es mucho dinero del que hablamos –Bajo las manos y la miro directamente a los ojos –Si señora, usted no se preocupe, Héctor tendrá las terapias –Se balanza hacia mí y me abraza

–Que hermosas se miran así –Volteamos a ver a Héctor y este sonríe – ¿Qué fue lo que escuchaste hijo? –Héctor mira a su madre y luego me mira a mí – ¿Estaban hablando? –Ambas al mismo tiempo ladeamos la cabeza –No escuche nada ma, abrí los ojos y ustedes se estaban abrazando

Elizabeth se acerca hasta donde esta acostado su hijo y le da un beso en la frente –Saldré un momento –Me hace señas y sonrió

– ¿De verdad te harás cargo de las terapias? –Volteo a ver a Héctor –Dijiste que no habías escuchado nada ¿Por qué mentiste? –Bueno, no quiero que mi madre se preocupe, apenas me recupere y te pagare por tus tratos –Niego sonriendo –Lo estoy haciendo de corazón, no es necesario que me pagues 

– ¿Puedo hacerte preguntas? –Me acerco a él y asiento – ¿Por qué estás haciendo todo esto? –Me encojo de hombros y tomo asiento aun lado de el –No lo sé siento que tengo que hacerlo – ¿Desde hace cuánto estas con Steven?

–Estaba con él desde hace 3 años, después de que casi terminaba la carrera me lo encontré y jamás se separó de mi –Frunce el ceño – ¿Te gusta? –Niego – ¿Lo quisiste? –Asiento – ¿Lo amabas? –Lastimosamente no –Respondo y el me mira fijamente – ¿Por qué?

–Bueno creo que nunca pude enamorarme de él, estaba con el porque me agradaba pasar tiempo con el pero ya no pude amarlo como se merece –En su cara llego a ver como se llega a relajar y los dos volteamos a la puerta cuando se abre de repente –Perdón si interrumpí algo, Doctora –Se dirige a mi

–El alta ya está lista, los doctores dijeron que está listo para comenzar sus terapias –Frunzo el ceño – ¿Cómo porque otros doctores le dan el alta si la que lo tiene que dar soy yo? –Él se encoje de hombros y me entrega el documento de salida –Lo miro y veo que ya tiene la firma del director del hospital

–Bueno, gracias –Digo rendida –Ya puedes descansar, dile a los demás que se tomen la tarde libre, si sucede algo los llamare –Ramsés asiente y sale

–Así que ya te puedes ir –Trato de sonreír pero me sale una mueca – ¿Por qué esa cara? –Pregunta Héctor –Acaso ¿Estas triste? –Niego –Cómo estaré triste si ya podrás salir de aquí –Sonríe y se sienta en la cama –Llamare a mamá para que venga a recogerme –Asiento y le hago una señal de que saldré del cuarto, el me vuelve a sonreír y finalmente salgo

En el camino me encuentro con Steven al que solo me mira y me volteo la cara pasando por un lado de mi como si no me conociera, no le tomo tanta importancia y sigo con mi camino, paso por la cafetería y finalmente llego a mi consultorio, entro, tomo un respiro y me siento un rato, tomo mi celular y al final decido después de mucho tiempo ver mis redes sociales, entro a Instagram y una lagrima sale de mis ojos cuando miro una foto de Steven y mía abrazado

“Llevo apenas unos meses contigo y ya sé que eres la mujer de mi vida, agradezco a Dios por haberte puesto en mi camino, eres la mejor en todo, estoy tan orgulloso de ti bonita”

Me da sentimiento todo lo que hacía Steven por mí y yo simplemente no pude corresponderle como se debía, unos toques en la puerta me devuelven a la realidad