1 de Abril. 7:15 A.M.
La alarma sonaba y seguia asi mientras mis pocas ganas de levantarme luchaban con las terribles ganas de seguir durmiendo, el inicio de clases siempre habia sido tedioso para mi pues luego de varios meses de vacaciones la cabeza hace una "pausa" terriblemente fuerte, donde básicamente te consentras en disfrutar cada momento de esas vacaciones y tambien incluso te tomas un tiempillo de pensar que sera tu 2019:
-como empezaras las clases
-si dejaras crecer tus uñas
-comenzaras a cuidar mas tu piel
-dejaras de consumir cosas que hacen mal a tu cuerpo
-dormiras temprano
-harás gym
-estudiaras
Todas esas típicas cosas que dices y luego no haces, asi siempre fui y asi siempre seré ya que una de las cosas que estaban en esa lista de "mejorar" era levantarme temprano todos los benditos días pero era algo dificil para alguien como yo quien como ven lectores mios no me presente.
Mi nombre es Samanta, Samanta Bárbara Martinez obviamente mis padres estaban drogados probablemente cuando tomaron la bonita decisión de llamarme asi.. pero en fin, vivo en uno de los departamentos mas horrorosos de Buenos Aires y juraria que pronto podriamos salir en televisión siendo los primeros en llegar a caer luego de una terrible tormenta ya que apenas se puede caminar sin sentir que pronto el suelo se derrumbara.
Mis padres se separaron y el imbecil que planto la semillita (que seria mi padre, ex padre lo destierro de ser mi padre(?) es un imbecil. Nunca le paso dinero a mi madre quien con el poco sueldo que gana siendo niñera y ama de casa, nos mantiene a mi y a los cinco perros que tenemos. Una de las cosas buenas de ese espantoso edificio en el que vivimos es que permiten perros y gracias a dios que es asi si no imaginense como mi padre hubiera dejado morir a estos pobres cachorros.
Tengo 17 años soy de tez blanca mi cabello es castaño pero la mitad rosa, uno de mis deseos al cumplir 17 era que con el dinero que me regalaran hacerme una hermosa decoloracion y ponerme rosita, queria en todo el cabello pero mi madre hermosa nunca me hubiera dejado, ya saben las madres son ortivas aveces aunque se lo agradezco de pronto como no tenemos dinero me hubiera quedado el cabello birulana por no usar productos adecuados para su cuidado. Mido 1,62 una gnomo de cuarta.. Mis ojos son color grises y mi cuerpo no esta del todo desarrollado lo unico que se que me encanta, son mis caderas pero soy una tabla deforme y tendria que asumirlo de una vez.
Mi madre se llama María y mi ex padre Roberto, hace 5 años que nos mudamos a Buenos Aires, viviamos en un pueblito a comparación de lo enorme y hermoso que es Buenos Aires, lo que mas me costo fue aprenderme las calles de ida y vuelta para cuando regresará del colegio que por cierto quedaba a 1hra y 30minutos de mi dulce y precioso mamarracho hogar.
Aquel día habia sido mi primer dia en aquella escuela y de no ser sido por mi muy mala suerte de pisar mierda con las zapatillas nuevas que me habian comprado, muchos se hubieran acercado a mi y pronto hubiera tenido varios amigos pero no, en base a esa mala suerte me mandaron a limpiar esas zapatillas porque el olor era insorpotable y de paso que buscara libros de literatura que pronto comenzariamos a leer algun que otro libro, ese fue el momento que habia visto por primera vez al "chico", claramente nunca me le acerque simplemente de lejos lo mire, algo en el llamaba mi atencion era ese tipo de atraccion incognita que siempre se siente cuando vez a alguien que te atrae solo fisicamente y quieres conocer mas a fondo pero no te atreves porque de pronto te vuelves en una puta psicópata.
Nunca lo habia visto ni en mis primeros dias de clases ni tampoco en los pocos minutos de recreo, tampoco me lo habia cruzado alguna vez, esta sin duda era la primera vez que veia a aquel muchacho, se mantenia relajado sobre lo que era una banca de madera, reposando sus brazos sobre la mesa y manteniendo la vista firme hacia un libro con tapa azul, ¿Que estara leyendo? fue lo que se me cruzo en ese mismo momento, mi vida estaba destinada a hacer el ridiculo en todas partes y ser el payasito de cuarta para todos, una forma de llamar la atencion del chico mas hermoso que no quita la mirada en ningun momento de su libro era la que me habia sucedido a continuacion.
Mi mirada se desviaba a segundos de aquel chico, ni siquiera me consentraba en leer bien el nombre del libro que el profesor habia pedido, solo basto con mover mi pierna de manera incorrecta y pisar mis cordones justamente con la zapatilla que habia pisado mierda anteriormente, para caer de una manera terriblemente ridicula, nunca en mi vida habia pasado verguenza como la que sentia en este momento, en el que habia llamado la atencion del chico no por mi "belleza" sino por el espantoso sonido de los libros caer a mi lado y de mi cuerpo chocar con aquel frio y duro piso, mi cara de dolor expreso todo lo que habia sentido en ese preciso momento.
--Hey, Te ves fatal.--
Imposible olvidar el rostro de aquel chico, el cual luchaba con su mano como si quisiera borrar lo que estaba mal, tapando aquella sonrisa pequeña que se marcaba con aquellos oyuelos aodrables que aparecian.
--Que amable!, gracias por tu ayuda-- Comente molesta, obviamente me habia enojado, se estaba burlando frente de mi y ni siquiera podia borrar aquella sonrisa que le aparecia constantemente.
--Lo lamento yo.. simplemente no me lo esperaba-- Exclamó con recelo alejandose de aquella situación y volviendo a su lugar actual donde leia aquel libro azul.