Faltan 5 minutos para las 4, yo lo sé y mi cuerpo lo sabe... Las clases están por terminar. Y así se irá mi primera semana de clase y mi último año en la secundaria.
3 minutos menos y estaré corriendo por estos asquerosos pasillos, buscando a Daniel para adentrarnos en un grandioso fin de semana. Viendo el reloj y mordiendo mis uñas, imagino con mucha ilusión lo que me deparara el sábado y domingo.
Hasta que lo escucho, suena el timbre y la profesora de ciencias, la señora Merckell nos desea un feliz fin de semana. Tomo mi mochila y corro como alma que lleva el diablo, hasta que choco con un cuerpo que reconozco de inmediato y comienzo a reír.
-¿Acaso quieres que te envíen a detención por andar corriendo en los pasillos?- miro al chico de un 1'70 y lindo cabello castaño llamado Daniel y siento como me ruborizó. Río un poco más fuerte, sólo para ocultar mi de costumbre nerviosismo, pero Daniel ni se fija, está muy entretenido en ese teléfono suyo.
Empezamos a caminar con destino a mi casillero.
Daniel y yo nos conocimos en nuestro primer año de secundaria, en clase de francés. Y ahora aunque no compartimos ninguna seguimos siendo mejores amigos.Desde hace dos años, estoy enamorada de él. Daniel tardó en desarrollarse pero cuando lo hizo, ¡valió la pena!
-¡Oye, te estoy hablando!- miro a Daniel con cara de desorientada, acaba de sacarme de mis pensamientos.
-¿Perdón, que me decías? -digo, mientras me fijo que estoy frente a mi casillero, tan distraída como siempre ni siquiera sé en qué momento llegué.
-Te decía, que el lunes son las pruebas para el equipo de soccer y voy a dar la prueba-
-Waoo! Y lo harás genial, ¡eres asombroso! de eso estoy segura- lo último, lo digo un poco más bajo para no sonar tan desesperada, haciéndole caso a las fuertes alarmas de mi cerebro.
Escucho la risa de Daniel y vuelvo a sonrojarme sin querer, asustada de que note mi obvia baba por él.
-Es que siempre eres así de positiva Liss? Ojalá se me pegara tu buena actitud- dice golpeando mi hombro. Me siento feliz de que roce mi piel.
Observo a Daniel que no para de revisar su teléfono y me pregunto con quién habla tanto... mientras que yo guardo los libros en mi casillero se instala en nosotros un silencio. Miro a Daniel quien esta observando al frente, sigo su mirada y allí me encuentro a la llamativa Nadia caminando con su séquito de amigas y su cabello jugando con la brisa ¿acaso tiene un ventilador incorporado?
La miro, con su corta falda rosa y puedo ver la diferencia. Yo solo tengo suéter y botines marrón, nada especial. Dirijo mi mirada a Daniel que la observa con admiración y suspiro con irritación cerrando el casillero de un portazo, asustando a Daniel y sacándolo de su mundo "Nadia/Daniel".
Nadia camina en dirección a nosotros, deteniéndose justo frente a él, y acaricia su rostro antes de hablarle con su coqueta y melosa voz. - ¿Escuche que planeas dar la prueba en soccer? Puede que el lunes asista a tu prueba y te de ánimo y buena suerte-.
Daniel le devuelve la sonrisa y yo sólo puedo sentir al monstruo verde de los celos creciendo y calentando mis orejas.
Nadia se aleja contorneando sus caderas bajo esa pequeña falda y dejando su distintivo olor a perfume cítrico, junto a su coqueteo inapropiado. ¿Inapropiado? ¿yo dije esa palabra? ni que fuera mi madre, ¡esa chica sí que me hace enojar!
En el camino solo puedo escuchar a Daniel hablando sobre lo bella que es Nadia y como lo hace sonrojar, jurando que va a dar lo mejor de sí mismo para luego poder hablar con Nadia; y eso me hacer enojar... Nuevamente.
Me pregunto cómo Nadia sabe que va a dar la prueba en soccer. Y ¿lo supo antes que yo? Ellos generalmente, no hablan ¿o sí? Quiero preguntar, pero a la vez no, es que no se si a Daniel le pueda molestar. Inseguridades
-Oye, y ¿cómo Nadia sabe que darás la prueba?- Ohhh genial, allí está mi gran bocota hablando sin que yo le dé permiso.
Observo la reacción de Daniel quien empieza a jugar con una piedra, mientras su vista está en el piso.
-¿Conoces a David el chico que está en mi clase de química?, bueno, él fue quien me dijo que el lunes serán las pruebas de soccer. Y tú sabes, que Nadia sale solo con jugadores, entonces cuando estábamos saliendo de clase, David le dijo a Nadia, que yo daré la prueba. ¿Puedes creerlo?-Habla tan rápido que casi ni respira por la emoción. Mientras yo siento celos, hoy debe ser el día oficial de celos.
No quiero ni hablar, Daniel sabe exactamente qué opino de Nadia. Ella no es mi persona favorita, pero aun así me obligó a preguntar - ¿Por qué hizo eso?-.
- David quiere salir con Natalie y yo seré su peón para acercarse y a su vez yo podré acercarme a ella. Por eso debo calificar-.
Con que Natalie ¿EH? ¿Para que todo quede en amigos? Siento una presión instalarse en mi pecho y ya no quiero hablar. Solo me quedo en silencio.
Camino al lado de Daniel y lo observo; Es bastante llamativo: alto y delgado pero no del tipo esquelético, la verdad es que está en forma, tiene músculos, es más el tipo delgado pero con músculos, su cabello es castaño y se nota que le hace falta un corte de cabello, pero aun con su cabello largo y despeinado, ¡se ve muy bien!.. Puedes perderte en sus ojos color miel y aunque algunas chicas suspiran por ojos verdes o azules, yo suspiro por los de él.
No me gusta estar en este silencio incomodo, no me gusta sentirme molesta con Daniel.
-¿De verdad es lo que quieres?- después de un rato es que rompo el silencio.
-Hmmm? ¿A qué te refieres?-. Daniel está mirando el piso con sus manos en sus bolsillos, lo observo tratando de leer su lenguaje corporal para saber que tanto me puede doler su respuesta -¿Quieres calificar en el equipo para conquistar a Nadia?-.
-Pues, sí. Quiero llevarla a una cita. La has visto, es muy bella.- esto lo dice echando su cabeza hacia atrás haciendo una exclamación con la garganta como si estuviera recordándola.