*Palomitas de maiz y Coca Cola gigante*

Ha pasado semana y media desde que Daniel calificó en el equipo de soccer como suplente goleador.
 

Es miércoles, ombligo de la semana y ya no tengo energías para nada, Daniel me ha llevado a mi límite físico, desde que está en el equipo entrena todos los días después de clases y luego lo acompaño al parque a una última rutina de ejercicios. He corrido tantas veces el parque principal que estoy segura que ya tengo cuadritos en abdomen. Seria fitness si comiera comida sana, pero como no es el caso solo estoy formando un buen abdomen.
 

Voy a la cancha como todos los días después de las cuatro, me siento como siempre en el último escalón de las gradas.

-¿Tú eres la novia de Daniel?- una voz femenina llega a mis tímpano y busco a la dueña de ese timbre, está sentada a mi izquierda, unos escalones más abajo. Es castaña con el cabello largo y llamativa, nunca antes la había visto. –Soy su mejor amiga-

-Creí que lo eras, como siempre estás aquí y él te mira todo el tiempo, no lo sé, me dieron la impresión de que son pareja – se encoje de hombros como apenada por su errónea teoría.

-Ah- Es lo único que sale de mi boca, me causa un extraño sentimiento el pensar que públicamente aparentamos más que amigos

-¿Ves al número 4? es mi novio ¿verdad que es lindo?-

Me sorprende que siga buscándome conversación y al mismo tiempo trato de localizar su novio, pero estoy muy lejos y no puedo reconocerlo, repito su acción de hace un rato, y me encojo de hombros.

-¿Qué? ¿Crees que es feo? ¿Estas queriendo decir que tengo malos gustos?-

Agito mis manos en negativa –no logro verlo, estoy muy lejos- mi voz va disminuyendo de tono.

Ella tiene una mirada acusatoria y me asusta

-¿que no lo puedes ver? lo que estás es buceando a mi novio ¿quieres quitármelo?-

Estoy seguro que mi cara demuestra terror, Pero ella rompe el silencio con un ataque de risa –solo estoy jugando- esta chica es explosiva, >está loca<.

-Mi nombre es Dana- me extiende la mano –mucho gusto-

-Liss, es mi nombre mucho gusto-

-Es un placer conocerte Liss, bienvenida al club de fan-

Los chicos terminan su partido en empate y puedo decir que Daniel se lució, aunque su cara me dice frustración total por estar empatados y aunque no entiendo del todo este deporte los últimos días con Daniel me hacen entender que ambos equipo jugaron bien.

Me levanto de las gradas y Dana imita mi acción cuando estoy llegando veo que Daniel está hablando con Nadia, ahora que pasan más de 90 minutos juntos todas las tardes y se mensajean he visto su relación progresar hasta el punto de sentirme como una intrusa. Antes de que me vean cojo impulso y me desvió a la salida de las gradas, pero no funciona, Daniel en definitiva me tiene el ojo puesto.

Cuando me llama me acerco a la reja metálica donde el me espera y Nadia a casi medio cancha nos observa con su mirada clavada en mí.

-¿A dónde vas?

-Tengo que ir a casa, tengo deberes-

-Me estas mintiendo- frunce el ceño y arruga sus ojos

-no claro que no- bajo la mirada y ese gesto me delata ¡rayos! Daniel me conoce muy bien para saber cuándo miento

-Aja. ¿a dónde vas?-

Levanto la mirada y observo sus ojazos color miel

-Solo no me siento bien, iré a descansar-

-¿Quieres ir esta noche al cine?- Daniel atropella las palabras

-¿Hoy? pero mañana es día de escuela y mi madre no me dejara-

-Déjamelo a mí, pero dime quieres venir conmigo, David está planeando ir al cine con los chicos y quiero que vengas- observo a David que habla con Natalie y otros dos chicos del equipo contando al latino, me sonrojo fantaseando con la idea de que es como una salida de amigos y me lleva como si fuera su novia.

-Iré- y sin más me voy dejando a un Daniel muy sonriente.

A eso de las 6 Daniel me envía un mensaje

Daniel: voy a buscarte, espérame abajo para pedirle permiso a tu madre. Pd: te tengo una sorpresa.

Daniel llega 15 minutos después de su mensaje y me siento aliviada que mi madre acaba de llegar, si no, no podría ir a ningún lado

Cuando abro la puerta me consigo a un Daniel totalmente guapo, no está de negro como generalmente esta vestido en esta ocasión está luciendo unos pantalones caqui con zapatos azules que muy pocas veces le he visto usar, su camisa y chaqueta a juego y esta versión colorida de Daniel me atrae mucho más.

15 min después y con la condición de no estar en la calle hasta las diez, puedo salir como ave libre >hasta las diez<.

El frio de la tarde me golpea en la cara y se me congela la nariz.
 

-Sorpresa-.

Daniel esta frente a su auto, y sé que es suyo porque lo reconozco como el regalo que su padre le dio cuando cumplió 16, no tenía licencia y luego que saco su papeleo la camioneta estaba en el taller. La sorpresa y felicidad de no tener que caminar me hace entrar en calor, pero además de eso me contenta ser yo quien salga con él en su camioneta por primera vez -waooo me llevaras al cine en auto-
- my lady la espera su carruaje- hace un gesto de galantería y me hace reír , me abre la puerta del copiloto. Espera a que entre, la cierra y trota hasta el asiento conductor.