Te Estaba Bucando

Capitulo #5

Quién lo diría, yo dejándome abrazar de Ares Barker, quisiera decir que eso es lo más raro que me ha pasado en mi vida pero sería mentirme a mí misma.

-debemos irnos- susurre

-si.- alejó sus brazos de mí y eso me incomodo, no sé por qué pero lo hizo. Me subí a mi moto y la encendí, Ares hizo lo mismo que yo y antes de arrancar me dijo.

-esta es una conversación que queda pendiente.- y se marchó. Llegamos a la escuela y aparque mi moto, Ares lo hizo seguido de mí.

 

-por cierto, que buen gancho tienes conejita y no lo digo por mí, lo digo por Barbie... le diste un golpe...uff... que hasta a mí me dolió. – me causaron gracia sus palabras pero solo me limite a darle una sonrisa de lado.

 

Entramos al salón y preparamos todo, minutos después entraron los niños.

 

En estos momentos estoy escuchando como Ares les dice a los niños que tiene que ser cortés con las niñas y a las niñas cómo reaccionar con un niño que sea descortés, mientras observaba esa linda escena una idea vino a mi cabeza.

-¿quieren ver un ejemplo?- pregunte a los niños.

-si.- dijeron todos.

-bueno, el diosito griego y yo, les daremos una demostración de cortesía, nos disculparan por las palabras groseras que usaremos y por favor... no quiero que ustedes las repitan.

-si.- volvieron a gritar los niños y Ares me miro raro.

-empecemos... yo are el papel de una chica que está perdida y que busca el parque con el mapa de su teléfono y Ares ara el papel del chico grosero con el que ella choca.- el me miro divertido y yo empecé a recrear toda la mini historia que habíamos tenido en nuestro encuentro.

Lo hicimos todo tal y como paso pero quitamos la escena de Luca y en vez de la escuela fue el parque.

-ahora niños, les mostraremos la manera correcta en la debimos a ver reaccionado los dos.- dijo Ares.

Yo tome nuevamente mi celular y Ares se colocó frente a mí, yo choque con él y caí al suelo.

-¿te encuentra bien?- me pregunto Ares con un tono muy dulce, me tendió la mano y gustosa la tome.

-oh, no, la verdad es que no, discúlpame iba distraída no te vi.- dije tiernamente.

-no, discúlpame tu a mí, yo debí haberme fijado... ¿pero dime a donde te diriges?

-al parque, soy nueva por aquí, así que no conozco el lugar, esa fue la razón por la cual iba con mi teléfono.

-no importa, fue mi culpa... yo te puedo llevar al parque, claro si gustas.- hablo

-sí, me encantaría que me acompañaras.- sonreí, creo que si así nos hubiésemos tratado desde un principio la historia seria otra.

-¿Cómo te llamas?

-Abigail ¿y tú?

-Ares

-oh, como el dios de la guerra.

-si, como el.- y lo observe durante un largo tiempo, por unos segundos olvide que estábamos con los niños y creí que solo éramos nosotros dos. Los niños empezaron a aplaudir y fue en ese momento en el que note que Ares aún me sujetaba de la mano y que estaba haciendo pequeños círculos con su dedo, inconscientemente sonreí como una tonta. Llevo tanto tiempo sin ser tocada de esa manera tan dulce que cada vez que alguien lo hace me quedo helada y mi instinto es apartarlo, aunque con Ares no hice eso... es más, si por mi fuera lo tuviera más cerca mío.

-bueno niños, esto ha sido todo por hoy, los esperamos mañana, y no lo olviden... Abby y Ares lo quieren mucho.- hablo Ares quien aún no soltaba mi mano, todos ellos se pusieron en pie, nos abrazaron a ambos y se fueron con sus padres. Sonreí, cuanto hubiese deseado que me dijeren algo así de pequeña, en cambio lo único que recibía era insultos y golpes por parte de mi... madre. Desearía que Esos recuerdos se fueran tan fugazmente como regresaron pero eso sería mentirme. Empecé a guardar todo, colores, lápices, papeles... el último dibujo me pareció algo tierno de ver así que se lo mostré a Ares.

-dios griego, mira esto.- le mostré el dibujo.

-¿a ver?- y lo tomo entre sus manos, mire como una sonrisa se formaba en su rostro.- ¿sabes? Esto es lo más tierno que he visto.

-si... igual yo.- hable, mirando el dibujo de Lucy, era una niña que miraba fijamente a un chico, ambos estaban debajo de un árbol, la mirada de la niña era de dulzura e inocencia y la del chico era de alegría y... amor. ¿Serán ella y Luca?

-oye, crees que sean ella y Luca.

-no lo creo, lose.- le quite el dibujo de las manos y lo guarde en mi mochila.

-esto va para mi archivador, cuando Lucy este grande se lo daré.- dije guardando el papel en mi carpeta.

-si.- se limitó a solo decirme eso y siguió con su trabajo. Termine de preparar todo y me dirigí a la puerta cuando el dios griego me tomo del brazo de un manera muy delicada, como si tuviera miedo romperme.

-necesitamos discutir el tema de mañana.

-sí, ¿Qué te parece hablar de...?

-¿amistad?- me pregunto. Sonreí.

-sí, de amistad.- y nuestro trabajo empezó, decidimos hacer unas tarjetitas para que los niños se las regalasen a sus amigos, Ares tuvo la idea de que les dejáramos escribir lo que ellos quisieran y yo le dije que podríamos comprar unos chocolates para que ellos se los entregaran con la tarjeta, a él le encanto esa idea.




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