Capítulo 17

Todos los días llegaba un ramo de flores para Eva, todos tenía alguna frase cariñosa o algún halago, y eran firmados con la frase “Te estaba esperando”.

Supo que las cosas en la clínica estaban tensas entre su papá y Fernando y que también estaba afectando la amistad con Javier. Alberto le exigía al joven dejar en paz a su hija y él le contestaba que estaba cumpliendo con no acercarse a ella ni hablarle. Su mamá y Celia también empezaron a tener problemas entre ellas.

Eva sentía que estaba en medio de todo y a veces hasta se sentía culpable, pero ¿Qué podía hacer?

Por fin se llegó el último día en la escuela. Marisol y Adán, que ya por fin habían arreglado sus diferencias, sugirieron que fueran a comer juntos para celebrar y así lo hicieron

— ¿Tu doctorcito va a permitir que nos sigamos viendo? — Preguntó Marisol antes de darle un bocado a su hamburguesa.

— Ya me ha prohibido demasiadas cosas en la vida. — Contestó Eva. — Y no pienso permitir que continúe haciéndolo.

— ¿Y qué vamos a hacer el próximo semestre? — Preguntó Adán. — Aunque vamos a estar en diferentes carreras podemos seguir reuniéndonos en la universidad ¿o no?

Eva bajó la mirada. — Lo siento chicos. — Dijo apenada. — No les había dicho, pero ya no voy a ir a la universidad.

— ¿Qué? — Casi gritó Marisol. — ¡No me digas que vas a aceptar ya esa boda forzada y no vas a seguir estudiando!

Eva no pudo evitar reírse. — No me estoy casando, y sí voy a estudiar, pero no en la universidad.

— ¿Entonces? — Preguntó Adán frunciendo el ceño.

— Mis planes son poner un negocio y me voy a capacitar para poder hacerlo. Papá me va a apoyar con eso.

— ¿Qué tipo de negocio? — Preguntó Marisol.

— Guárdenme el secreto, no lo comenten aún con nadie todavía, por favor. — Miró de uno a otro. — Pienso poner un saloncito de uñas.

— ¡Wow qué genial! — Exclamó Marisol. — ¡Yo voy a ser tu primera cliente!  Es más… ¡Voy a ser tu cliente fiel!

Eva sonrió.

— ¡Ojalá! Apenas son planes, tenemos mucho por investigar todavía.

De pronto su celular sonó avisando que tenía un mensaje de Fernando:

Esta noche tenemos una cita.

Pasaré por ti a las 8 para llevarte a cenar

Guardando el celular de nuevo, soltó un suspiro. — Creo que llegó el día. — Dijo a sus amigos.