Papá después de salir dos años con Camila, decidió que era tiempo de vivir todos juntos.
Y por todos me refiero también a Andrés y Lorenzo.
El primero sigue siendo un idiota, ya tiene dieciocho años y parece que todavía no supera mi presencia, porque es un idiota solo conmigo.
En cambio Lorenzo, se convirtió en mi hermanito menor, uno molesto pero lo amo.
Papá cada vez es más feliz, me encanta el brillo en su mirada y cuando me pregunto si quería que viviéramos todos juntos, no le pude decir que no. No iba a dejar que el idiota de Andrés me haga hacer sentir mal a mi padre.
Ambos estamos aprendiendo día a día a vivir con tu ausencia y aunque él lo está haciendo, a veces lo veo mirar tu foto que está colgada en la sala y observarla con melancolía, que no llore me hace saber que acepta tu partida...
Y yo te necesito, y siempre lo hare, tengo tantas preguntas para hacerte.
Acabo de cumplir dieciséis y me hubiese encantado que estuvieras en mis quince, pero aunque no te vi, estabas ahí, como siempre cuidando de nosotros.
Te extraño mama.