CAPITULO III. DOS ALMA Y CUERPO.

 Gabriel junto a sus hijas una llamada Gabriela y la otra Salomé, Andrea vivió con ellas como si fuera una madre para las niñas, ella le dedico su vida entera a las dos, Andrea se llegó a encariñar de ellas como sus propias hijas, al transcurrir de tiempo, ya  Gabriel le dieron de baja, junto a Cristóbal, regresaron a casa juntos, Cristóbal decidió vivir con sus sobrinas mientras buscaba una casa donde vivir, al llegar Cristóbal fue totalmente impactado por Andrea , le gusto desde el momento que ella abrió la puerta. Andrea con tanto alago se enrojeció, Gabriel saludo y abrazo a sus amadas niñas con mucho amor. El Alma de Salomé lo esperaba con felicidad, trataba de tocarlo, besarlo, así como era de costumbre cada vez que el regresaba a casa.  Los días fueron transcurriendo, Cristóbal se mudó a una casa muy cerca de la de sus sobrinas encontrándose con una novia que estaba conociendo, Andrea miraba a Gabriel con ojos de amor y pasión, Gabriel trataba de evadir lo que estaba pasando, sentía que estaría faltándole a la memoria de Salomé. 

Llego un gran día para la familia el cumpleaños número13 de Gabriela, con una hermosa celebración, Andrea logro que su pequeña Gabriela se sintiera a gusto con su fiesta, Gabriel agradecido por todo lo que ella hacía por sus hijas. Al termina la fiestas las niñas durmieron profundamente y Andrea y Gabriel se besaron hasta tener una noche de pasión. Sintiéndose los dos con mucho placer. Salomé alma sabía que el tiempo en esa casa había terminado, que sus hijas no tendrían una mejor madre que su mejor amiga y mi amado Gabriel no tendría una mejor mujer que Andrea. Salomé le dio un beso en la frente a Gabriel y le toco su corazón y le dijo nos volveremos a ver amor. Tú y yo seremos un amor Eterno en Almas viejas Rencarnadas. Salomé pasó a la habitación de las niñas y le dio la bendición, salome y Gabriela vieron a su madres despidiéndose de ellas en una mágico sueño.

FIN.