Capitulo 36

Hace unas horas, en España…

“Significas mucho para mí.” Le confesó Nick mirándola directamente a los ojos.

La chica se paralizó. Nunca pensó que su guardaespaldas admitiría algo tan serio e importante. Puede que no le haya dicho que tiene sentimientos por ella, que siente amor, pero para Nicholas fue un gran paso decir algo así. Había progresado.

Se acercó a él con pasos lentos y sigilosos al mismo tiempo que Nick se alejó de Christian, quien se había quedado con la boca abierta.

Cuando Lizbeth llegó justo enfrente de su escolta, hasta el punto en que sus zapatos tocaron los de Nicholas, envolvió sus manos alrededor de su cuello y a continuación, lo atrajo hacia ella. Un grito de sorpresa escapó de sus labios.

“Liz, yo…” Susurró sobre sus labios, mientras que sus ojos no dejaban de tener un brillo especial.

“No te escondas, Nick, dime lo que sientes.” Habló y luego mordió el labio. Un movimiento que no pasó desapercibido por Nicholas ni tampoco por Christian.

¿Por qué está tan cerca de la chica? ¿Por qué Lizbeth le dice tales palabras mientras que sus manos acarician su cabello? Pensó Christian Reed.

“Creo que…” Trató de decir, pero la voz de Christian lo interrumpió.

“Señorita, ¿quiere salir un poco al jardín?” Preguntó a Lizbeth dejando a todos los presentes estupefactos. “Me gustaría hablar con usted. Creo que tenemos mucho que hablar.”

Lizbeth dejó escapar un suspiro y asintió. Dejó un beso rápido sobre los labios de Nicholas y luego se alejó. Inmediatamente él sintió la decepción crecer en sus entrañas. ¿Prefirió hablar con Christian y no con él, que tenían tanto que aclarar? Por fin quería saber si lo perdonaría, porque estaba seguro que enojada no estaba. La corta distancia entre ellos y ese beso, decían mucho…

La chica abrió la puerta principal y se quedó quieta. Con una mirada de soslayo observó a Christian que acababa de parar a su lado, con una sonrisa en los labios. Sabía que estaba enamorado de ella y debía aclarar ésta situación. Era importante hablarle, confesarle que había empezado a sentir algo por Nicholas Freezer. Su corazón ahora pertenecía totalmente a su guardaespaldas.

Antes de salir fuera de la mansión, se giró para echar un último vistazo al hombre que robó su corazón. El que la había cambiado en tan poco tiempo.

Nicholas sintió un fuego de pasión atravesar su columna cuando su mirada se encontró nuevamente con la de su pequeña protegida. Quería decirle tantas cosas pero no sabía por dónde empezar, además, tenía miedo. Le asustaba pensar que debido a una mujer perdería el control de sus sentimientos, de su vida. Porque, cuando Nick se enamoraba y tras de confesarlo, daría todo por ella…

Y ya salió herido una vez por una mujer. No soportaría volver a pasar por ello. Sabía muy bien que Lizbeth no era como las demás, era una buena chica, y nunca lo lastimaría…aunque, en el fondo tenía un presentimiento, algo le impedía seguir su vida.

Probablemente deberías buscar a Eva para aclarar todo lo que pasó y se dijo. Solo así podrás comenzar de nuevo desde el principio, para hacer un nuevo comienzo.

Estaba de acuerdo con la voz de su lógica, pero el problema era… ¿cómo encontraría a su ex en una ciudad tan grande como lo era Italia? La posibilidad de encontrarla allí era una en un millón.

Caminó hasta donde se encontraba su lugar favorito. Algo mágico. Cada vez que iba terminaba soñando. Imaginaba su vida muy diferente, feliz, sin obstáculos y sin sentir miedo de que algún momento el mafioso apareciera de nuevo para tenerla.

Un acuerdo no impide nunca que un mafioso consiga lo que quiere.