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Apoyó su cabeza contra aquella pared de metal. La palma de su mano hizo lo mismo y con sus ojos biónicos entró al lugar, lo primero que encontró fue un hombre vestido de blanco completamente. Un ser albino. El cual se movía más lento de lo normal. Inmediatamente supo que era el que estaba en sus sueños atormentándola. Todo el lugar estaba cubierto por una blanqueza que 08 jamás había visto.

Aquel ser miraba en dirección a ella, como si la estuviera viendo desde el otro lado, eso le sorprendió mucho.

—¿Qué ves? —preguntó con curiosidad el doctor mientras ponía la palma de su mano en los hombros de 08. Ella movió su hombro para que él quitara su mano, y así lo hizo.

—¿Quién es él? —preguntó 08 lentamente y sus ojos comenzaron a tornarse verdes luminiscentes. Mattews se sorprendió por aquella extraña aparición y supo que ella quería una respuesta.

—No lo sé, nunca he trabajado en esta área, se me tiene prohibido el paso hacia este lugar. —Ella le miró unos instantes, para ver si hallaba mentira en sus ojos, pero no encontró.

Los muchachos al estar durante tanto tiempo expuestos a la oscuridad, tenían visión nocturna así como los felinos. A diferencia de los líderes que eran como cualquier otro humano.

—Envíame de vuelta a los jóvenes, no diré nada, cumpliré mi palabra. Pero promete no decirle nada a los líderes. —Era mentira, ella aprovecharía la oportunidad para conectarse con 22 y decirle que seguía con vida. William Mattews la miró desconfiado, pero trató de decir para sí mismo que ella seguiría tan sumida como siempre.

    22 y sus aliados se encontraban caminando por los edificios, era hora de ejercicio así que todos se encontraban afuera, él sabía que para esas horas los líderes tomaban un descanso y no estaban tan pendientes a las cámaras, con sus poderes comenzó a cambiar la dimensión en la que estas estaban, alterándolas de tal forma que pareciera que nunca habían pasado por eso pasillos.

Encontraron una puerta que podría jurar jamás había visto. Era de madera. Se encontraba al final de uno de los pasillos, las esquinas eran redondeadas.

—"¿Estás seguro de que deberíamos entrar ahí?" —Expresó 10.

—"Sí, 15 ayúdame a abrirla" —El poder de 15 es bastante interesante, altera las formas de las cosas transformandolas en otras. Él tomó un pedazo de un trapo, lo puso por encima de la cerradura y se fue transformando en una especie de llave que se ajustó a la perfección al agujero. Dio un giro y abrió con lentitud.

«Si 08 estuviera aquí, pudiera ver lo que se encuentra al otro lado» pensó 22. Al instante 15 abrió la puerta y había un montón de pantallas frente a ellos, pantallas que vigilaban cada lugar de los edificios.

22 miró atentamente en busca de 08 a través de la pantalla, y notó lugares en los que jamás había estado. De repente vio a lo que parecía ser un ser bastante parecido a 08.

—"Crees que sea ella" —le preguntó a 19. El cual miró atentamente y notó la presencia de alguien más, aún en la oscuridad.

—"Sí, y se dirige al edificio principal" —Contestó 19.

—"Deberíamos volver" —dijo 17.

22 asintió y abrió la puerta. Dio unos rápidos pasos hacia la salida pero a esa misma velocidad se devolvió hacia los muchachos. Teniendo la mandíbula apretada.

—"Los líderes se dirigen hacia acá".

Por primera vez, los muchachos se sintieron asustados. A pesar de haberse decidido a luchar, no era lo mismo que enfrentarse cara a cara con la realidad.

    08 caminaba hacia el edificio principal cuando notó que William Mattews tenía la mente en blanco, su mirada se dirigía a la nada.

—¿Qué te sucede? —preguntó.

—Quisiera saber qué fue lo que viste al otro lado —él sabía que los experimentos podrían llegar a grandes extremos, y no estaba seguro de lo que ella pudo haber visto, tal vez se trataba de el origen de los experimentos que ella pudo haber descubierto y callado. Él estaba en la duda de si debía reiniciar su memoria o no.

Pero cualquiera que fuera la decisión que tomara, 08 no se lo permitiría.

—Sólo vi a un hombre. —Y se alejó hacia la puerta dónde estaban los muchachos.

    22 tenía el corazón casi saliéndosele del pecho, el cuerpo de aquél hombre se encontraba en el suelo, no tenía signos de vida y él no recordaba con claridad lo que había pasado. Los muchachos le miraban con una expresión agonizante, esperando a que dijera la última palabra.

—"Debemos irnos rápido", —expresó con voz temblorosa, los muchachos no dudaron ni un instante y salieron sin esperarle. Un instante más se quedó observando el cuerpo y a su mente pasaban pequeños fragmentos de lo que podría haber sucedido.