—Tengo que pensarlo, tenemos que pensarlo, no sabemos lo que hay en la oscuridad, no sabemos a que nos podríamos enfrentar.
—Deja de tener miedo, hemos pasado años entrenando aquí, peleando entre nosotros, haciéndonos mas fuertes, creo que estamos listos para enfrentarnos a algo mayor, y esta vez por nuestra propia voluntad —dijo 10.
08 permaneció en silencio por un momento, el resto hizo lo mismo para no presionarla, era ella quien tenía la última palabra, ella tenía ese poder en sus manos.
El doctor Matthew corrió por los oscuros pasillos en busca de los muchachos pero unos zapatos de cuero negro impidieron su paso obligándole a detenerse, detrás de estos, cuatro pares de zapatos de metal se encontraban laterales entre sí. Al levantar la cabeza, despacio, una gota de sudor fría cayó de su frente al ver quién era, Pereira.
—¿Busca algo que anda con tanta prisa, señor Matthew? —dijo el señor Pereira sin quitar la vista de su reloj, segundos después le miró a la cara y en su mirada, el doctor Matthew supo que Pereira se había dado cuenta de todo.
—Sólo iba en busca de unos informes. —dijo en forma creíble.
—¿Con tanta prisa? Nunca le había visto así. —al mirar detrás de Pereira, vio que sus soldados sostenían las armas con firmeza. Hubo unos segundos de silencio hasta que Pereira volvió a hablar— Será mejor que me sigas. —dijo y Matthew le siguió sin esperarse lo que pasaría.
En su habitación, 08 se dispuso a cerrar los ojos e intentar conciliar en sueño, así cayó profundamente en el inconsciente.
Se despertó en un pasto amarillo, el sol era ardiente y a lo lejos, había una hermosa casa de madera. ¿Dónde estoy? Se preguntó completamente confundida. No podía ver nada con claridad, era como si todo estuviera borroso.
De repente sintió el golpe de algo suave en su mejilla que le dejo ¿Agua? En la piel, al girar su rostro hacia la izquierda notó que un animal extraño la miraba, y ella reaccionó de manera cariñosa, era un animal de cuatro patas y no muy grande, tenía la sensación de haberlo visto antes. Al mirar frente a ella vió una silueta de un hombre en dirección hacia ella. Su reacción fue correr hacia él y abrazarle, este le correspondió y la cargó por los aires. Ella le miró a los ojos fijamente.
—Querida hija —dijo la voz masculina abrazándola fuertemente.
Al mirar hacia atrás, 08 notó que las siluetas de 3 o ¿4? Personas se acercaban a lo lejos.
—Papá, ¿Quiénes son? —preguntó con curiosidad. El ambiente cambio de repente, aquellas personas se acercaban con velocidad. Su padre la cargó en brazos y corrió con todas sus fuerzas en dirección a la casa. En un momento tropezó y ambos cayeron.
—¡Corre hija! —gritó mientras la niña se ponía en pie y empezó a correr— ¡Corre lo más lejos que puedas! —08 despertó de golpe, con sudor en su frente y sus puños tan apretados que las uñas se clavaron en su piel.
—Tengo... que... buscarlo... —dijo para sí misma en susurro, sus ojos estaban abiertos como platos, su respiración helada. —papá. —cerró los ojos con fuerzas y unas lágrimas salieron de ellos. Su pecho le dolía y sintió un nudo en la garganta. —tengo... que encontrarte —dijo reponiendo su respiración. Miró a la cámara con odio, levantó su dedo ligeramente e inmediatamente la cámara se destrozó.
Volvió a cerrar los ojos internado conectarse mentalmente con los muchachos. Tengo que irme.
—¿Ya lo pensaste? —10 fue la primera en responder.
—Sí —respondió 08— tenemos que irnos lo antes posible.
—¿Sucede algo? Estaba dormida —expresó 15.
—¡Sí! —expresó 17 exaltada— 08 ha aceptado, ¡podremos ser libres!
—Yo aún tengo mis dudas, no sabemos a lo que nos enfrentamos, no sabemos que hay afuera. —interrumpió 19.
—Entonces quédate en esta oscuridad, yo no permaneceré un día más en este lugar, prefiero morir siendo libre. —dijo 22.
—Nos reuniremos en el salón de entrenamiento, los estaré esperando ahí.
—08 no sé si sea buena idea ahora, recuerda todas las cámaras y líderes que hay fuera.
—No te preocupes por eso, yo lo resolveré. —Emitió 17, quien tenía el poder de controlar los metales. Algo que estaba en todo su al rededor.
En ese mismo instante, se escuchó la puerta de 08 abrir, esta estaba lista para atacar pero pudo sentir quién forcejeaba. Para hacerle menos complicado el proceso, ella le abrió la puerta con la telekinesis. Lo que vio al otro lado le impactó.
William Matthew estaba herido, golpeado y con una herida de bala en su hombro. Agitado se dispuso a hablar.
—Vienen por ti.