Prologo

El Destino había forjado nuestros caminos, y una mano divina intervino para encontrarnos, y aunque no estaba escrito en nuestra vida, lo hicimos, nuestras miradas se cruzaron, y formamos un vínculo, y a la hora de despedirnos lo hicimos todo mal, no pudimos decirnos adiós; ahora vivimos en una condena, tan dulce como amarga, tan trágica como benéfica.

Sé que no era tu amor, y tal vez nunca me amaras como lo amaste a él, pero estoy cien porciento seguro que yo te ame y te amaré con toda mi alma, y la eternidad que estemos condenados.

No importa cuantas veces vea tu rostro, ni cuantas veces haya de conocerte, cada uno es como la primera, y aunque el camino es diferente cada vez, el resultado es el mismo. Termino completamente y perdidamente enamorado de ti, incapaz de dejarte marchar, y ahí entra la condena, el perderte y aprender a vivir sin ti, y seguirte para comenzar de nuevo.

Condenados, estamos tú y yo a sucumbir a este amor disfrazado por tu lado, sin embargo, por el mío no. Con una venda en los ojos incapaces de admirar lo que nos ata para acabar con esta condena, incapaces de actuar, seguimos el mismo patrón. En el fondo yo espero que el siguiente te amo sea de verdad. Iluso y desdichado, perdido demonio del diablo, bajo a la tierra a querer ser normal más la maldad a todos lados me había que acompañar, desde el cielo un ángel observa sin saber la verdad que un demonio es el humano que admira por saber amar, para protegerlo a tierra va a bajar y enseñarse a amar los dos aprenderán. 

El ángel no quiere regresar y el demonio no quiere solo estar, a de pedirle quedarse y así poder experimentar el amor como los humanos que tanto envidian. Más desde el cielo y el infierno la envidia crece, de esta forma se elabora un plan, matar al ángel para culpar al demonio y de este modo la guerra terminar. 

En manos del mal, el ángel yace muerto, mirando la verdad. Al demonio ve. Miedo no a de temer, y mientras su vida se evapora, su atracción sobre él crece ya, a la tierra su verdadero amor baja para llevársela e intentar salvar al ángel que amara hasta el día de su final. El tiempo en contra del demonio irá, ya que el tiempo favorece al ángel; más al humano a de matar sin tiempo a respirar.

Al despertar el ángel perdido está y juzgado será por sentir algo nuevo que nadie jamás podrá. Misericordia ofrece, quien lo creo, así que a la tierra, a ambos ángel y demonio a de enviar para que olviden quienes son en realidad y una y otra vez la historia han de repetir. El ángel morirá y el demonio nada a de poder hacer, no obstante se volverán a encontrar, un millón de vidas vivirán y la condena larga será. Al menos que, el ángel al demonio pueda odiar o a los humanos deje de ayudar.

Ya el cielo junto a Miguel llora por el amor que les fue arrebatado, por un demonio y solo les resta esperar que el camino a casa pueda encontrar. La historia se repite, una y otra vez. Esta vez diferente será, porque él la quiere de vuelta en el cielo, y a ayudarla bajará; porque de las manos del demonio a de querer arrancar al ángel que con el demonio no se debe juntar.

Diferente es el final, para ti y para mi cariño, lo es y sé que al final no volveré a ver tu rostro. Sin embargo, sé que me observaras, empieza ya el juego ángel, empieza a ver quién se enamora primero en este milenio.

Ya te ha esperado siglos, tu eterno amor, mientras nuestro maldecido amor vive y muere por última vez, esta vez será diferente.

—Pareces muy entretenida con eso

—Estoy leyendo

—Algo del mundo de los empresarios

—No, es fantasía

—¿Fantasía? Desde cuando te gusta la fantasía

—Es para matar el tiempo

—Podemos hacer otra cosa para matar el tiempo —Lo miro viendo el temor en sus ojos

—Tranquilo Caruso no te voy a pedir un cuento de hadas —Volvió la vista al libro en sus manos

—No me da miedo a que me lo pidas, sino a no poder dártelo —Bajo lentamente el libro escuchando sus palabras —Eres una princesa Rouses yo un simple jardinero

—Yo no te pido nada, y para mí no eres solo un jardinero

Se puso de pie y lo miro el alzo la vista, sus edades podían ser diferentes, pero ella siempre parecía ser la mayor, después de todo. Lentamente, se sentó sobre sus piernas con mucho cuidado, las manos de él se posicionaron en su cintura.

—Ninguno de los dos sabe qué mierda estamos haciendo, pero creo que ya sabemos que es

—Siento que me vas a destruir el puto corazón 

Qué perceptivo pensó ella, sin embargo, no podía dejar que se quedara únicamente por ella y dejara de lado las metas que con mucho esfuerzo él se había propuesto, ni mucho menos que se las arrebataran. Ella ya tenía el camino planeado, estaría bien, no obstante estaba convencida de que él la quería como ella a él. Algo dentro de ella dolía cuando creía eso, no la amaba, sin embargo, al hacerlo ella estaba dispuesta a dejarlo ir y que cumpliera sus sueños.

—El sentimiento es mutuo —Sonrió —Que te parece ver una película

—¿Quieres observar una película?

—Estoy de vacaciones y opino que le he dado mal significado a la palabra, así que si quiero admirar una película, ¿te parece una de zombis o una de guerra?—Sugirió ella

Negó lentamente la cabeza divertida, no era como las demás, y eso le gustaba, sabía que se podía deshacer de él en cualquier momento.