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Llegamos a casa de Beyno, nos dejó pasar la empleada al departamento en el centro de la ciudad, tenía puesta música, el lugar era muy iluminado y amplio, en el primer piso estaba la cocina y la sala, un baño, un balcón, en el segundo piso había cuatro habitaciones, una biblioteca y un gimnasio. Los tonos minimalistas predominaban en el lugar, al igual que la decoración.

—Pensé que no vendrías

—Alessio, está desesperado por deshacerse de mí y acepto a traerme —Beyno me miró y luego a Alessio

—¿Pero qué traes puesto?

—Mi disfraz

—Qué bigote más ridículo

—Oye que es la moda

—Moda mis calzones, das pena ajena quítate eso —Ruedo los ojos, mientras lo veo acercarse y arrancarme el bigote

—¿Pero qué te pasa tonto?, eso dolió

—Alessio puedes dejarla y no sufrir de tenerla cerca

—Prefiero quedarme y cobrar el favor

—¿Pedirás que te reasignen?

—Tal vez pida su mano para molestarla —Habla sarcástico, lo miro y sonríe

—Sube y cámbiate, iré a maquillarte cuando acabes

—Okay

Alessio

Rouses desapareció por las escaleras en el segundo piso, Beyno me extiende un vaso.

—¿Qué es?

—Es una soda, no tomo ¿Qué tal el trabajo?

—Creo que estoy más viejo —Me invita a sentarme mientras bebe lo que sea que me haya dado —Es muy terca

—Sí, a veces tengo ganas de que le den unas buenas nalgadas. Dime que lo harás —Lo miro y sonríe —Sé que no solo te gusta para pasar el rato, tú estás colado por ella Alessio. Tanto que estoy seguro de que aun acostándote con ella no se te pasaran las ganas. La unica razón para no hacerlo es porque tiene diecisiete, pero le tienes ganas

—Yo no… —trato de defenderme

—La forma en que la miras, deberías disimular, tal vez te lleven preso, pero cumplirá dieciocho pronto, pero eso no te asegura el hecho de que te acostaras con ella, esperaras tres años más mínimo supongo. Porque es lo que quieres ¿No?

—No sé de qué hablar —hablo sincero sin entender a qué viene todo esto

—Quieres que sea tu señora y madre de tus hijos, si te acuestas con ella, seguro que queda embarazada y más por la forma en que la miras ¿Cómo es que has resistido tanto?

—Ya lo dijiste Beyno tiene diecisiete

—Y el embarazo adolescente no es una opción

—Joder ¿Por qué hablamos de esto?

—Porque si estás aquí debemos dejar las cosas claras. Rouses debe casarse para obtener la corona, las opciones de maridos que le han presentado no me gustan, uno es un estúpido que sé que la minimizara y la vera como esposa trofeo, mientras que el otro la hace pensar que puede ser una niña vainilla. Ahora estas tú que no entras en la lista, pero eres mi candidato preferido. Ella es ella misma cuando está contigo y eso me gusta. No la juzgas ni la minimizas y sé que no la tendrás como una esposa trofeo. Amas su inteligencia y más que te deje callado. 

—Beyno ella y yo…

—Habla con ella Alessio, sé que parece que te humillo que no te ve como su igual, pero ella te ama, tanto que hace cinco años te dejo ir y te consiguió a una esposa. Mira, no puedo decirte todo, solo que no olvides en lo que se convertirá y lo que eso significa. Le han dado una tarea que a mi parecer es estúpida, pero es Rouses y me enseño que no es nada estúpido cuidar de la familia aunque esta te haga daño. No la dejes ir por favor.

—¿Qué quieres que haga? ¿Que le ruegue? Me ha dejado bien claro que no quiere nada y que no nos ve un futuro

—Yo ya te he dicho lo que tenía que decir, eres libre de decidir

—La conoces mejor que yo —Hablo desesperado esperando que me dé más información de la encrucijada que acaba de soltar. Me miro y suspira —Hará lo que sea para que este a salvo, lo que ella no ve, es que tú también y eso puede llevarlos a herirse mutuamente

Lo observo mientras se pone de pie subiendo las escaleras y yo suspiro frustrado, recordando la conversación de ayer y de hoy. Rouses era tan contradictoria a veces que me constaba entenderla, decía algo y luego hacía una cosa diferente y me confundía más. Sé que no está bien anímicamente; sin embargo, sé que no me dejara verla derrotada, podría pasar cualquier cosa, pero nunca dejaría que nadie la viera así.

La habían criado para ser fuerte en un mundo de hombres, tanto que se olvidaron de indicarle que tenía un corazón que a veces tenía que dar opiniones. Rouses es razón e inteligencia, no sentimientos, nunca ha tomado una decisión por sentimientos, de eso estoy seguro. Y si la ponen a elegir entre amor y razón, elegirá la razón sin pensar.

Saco mi billetera observando la foto desgastada que tengo de ella doblada, recordando los días en los que parecía ser una niña de su edad y que ahora no queda huella, hace bromas si, dice locuras, pero no lo hace como una adolescente normal. 

Beyno baja y la veo bajar también, luce un vestido azul eléctrico con dos aberturas a ambos lados de las piernas que se camuflan con el vestido, tiene un escote en v algo profundo. El vestido no está pegado al cuerpo, pero resalta su belleza. En su cabeza reposa una diadema de laureles y olivos de oro. Sus ojos lucen más profundos y noto que es lo único que lleva maquillaje junto con sus labios que están pintados de un perfecto rojo, no puedo fijarme en nada más que no sea esos labios rojos.